Con el objetivo de crear espacios de encuentro entre personas mayores que viven en situación de soledad y voluntarios y voluntarias más jóvenes, la Fundación Grandes Amigos y la compañía Azucarera han puesto en marcha la iniciativa “Reposterapia”, consiste en que los mayores compartan recetas de repostería y sabiduría de vida con generaciones más jóvenes.

Tal y como apuntan desde la Fundación Grandes Amigos, vivir solo, sumado a otros factores, puede derivar en soledad no deseada. Esta realidad, y el aumento del interés detectado durante la pandemia por los temas relacionados con la repostería –en Google se cuadriplicaron la búsqueda de la palabra levadura, por ejemplo– han servido de inspiración a Azucarera, junto con esta Fundación, para crear el espacio “Reposterapia”.

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El primer encuentro del proyecto “Reposterapia” ha tenido lugar en Madrid y ha incluido la preparación de las recetas y su posterior degustación

La idea es simple, pero original: se trata ofrecer compañía y bienestar emocional a través de organizar reuniones de “Reposterapia” entre personas mayores y otras no tan mayores, con el objetivo de que pasen un rato divertido juntos y de transmitir parte del legado de los primeros a los segundos, para acabar celebrándolo con una tarta, unas rosquillas o un flan. Tal y como afirma Carol Durán, directora de estrategia de Azucarera, “es una forma de compartir experiencia y sabiduría. El objetivo es acompañar a las personas mayores en situación de soledad y no dejar que se pierda el legado de una generación”.

También se podrá acceder a las recetas y los consejos vitales de los mayores a través de la página web www.reposterapia.es. Del mismo modo, quienes estén interesados, pueden hacerse voluntarios para establecer contacto con los mayores, ya sea presencialmente, por teléfono o a través de las redes sociales.

Cocinar en compañía refuerza los vínculos afectivos y mejora la salud emocional y psicológica

La Fundación Grandes Amigos advierte que las personas mayores son generalmente los más afectados por la soledad, lo que implica un mayor riesgo de problemas de salud físicos y mentales. Tal como ha demostrado la ciencia, la soledad no deseada es factor de riesgo de pérdida de autoestima, depresión, deterioro cognitivo, demencias como el Alzheimer, trastornos del sueño y la alimentación, pérdida de movilidad, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, alteración del sistema inmunológico y mortalidad temprana.

En este sentido, las autoridades sanitarias destacan que cocinar en familia o con amigos refuerza vínculos afectivos, lo que tiene efectos positivos en la salud emocional y psicológica, además de ayudar a combatir la soledad. Para las personas mayores, los beneficios son enormes, ya que se trata de una actividad estimulante, que les hace sentirse ocupados y ejercitar la mente, que fomenta la sensación de independencia y que puede ayudar a retrasar el deterioro cognitivo e incluso mejorar la autoestima.

El beneficio para los jóvenes también es evidente, ya que comparten tiempo, y conocimiento –lecciones de vida– con los mayores, lo que les ayuda a relativizar los problemas de hoy en día, no estresarse tanto, no “sobreracionalizar” ni “sobrepreocuparse” demasiado… Una sabiduría que se ejemplifica muy bien en su estilo de cocina a base de “puñados”, sin seguir unas medidas o unas normas estrictas.

Como indica José Ángel Palacios, coordinador de Comunicación y Fundraising de la Fundación Grandes Amigos, “los jóvenes vamos siempre muy deprisa, pensando que el aquí y ahora es lo que importa. Esta sociedad tan cortoplacista nos hace olvidar las cosas que realmente dan sentido a la vida y, además, impide que nos visualicemos en nuestra propia vejez, en la que estaremos todavía más solos. Y relacionarnos con las personas mayores nos puede ayudar a las dos cosas el, para aprender de su experiencia de vida y compartir nuevos momentos de felicidad mutua”.

“Nos dirigimos hacia una sociedad mucho más envejecida y solitaria, con un ritmo de vida frenético y un estilo de vida individualista e impersonal. Igual que todo el mundo se preocupa por hacer ejercicio o por llevar una dieta equilibrada, el tercer consejo de bienestar a tener en cuenta es socializar”, concluye José Ángel Palacios.

Y es que, la soledad y el aislamiento no son exclusivos de la vejez, pero sus efectos son más severos en las personas mayores. Y si hoy la soledad es un problema, en el futuro lo va a ser mucho más. Iniciativas como la “Reposterapia” puesta en marcha por la Fundación Grandes Amigos y la compañía Azucarera es una gran alternativa para quienes quieran sumarse al reto de luchar contra la soledad.