Mantener unos hábitos saludables ayuda a mejorar la capacidad física, lo que se traduce en mayor fuerza, resistencia y equilibrio. Estas rutinas se vuelven especialmente importantes en edades avanzadas, cuando resulta más relevante cuidarse para evitar posibles caídas que acaben causando daños graves.

Como afirma Alberto Badás, marketing manager de la compañía Stannah España, especializada en el diseño y fabricación de soluciones de accesibilidad, “preocuparse por mantener un buen estado de salud es esencial para garantizar el buen funcionamiento de nuestro organismo, también a un nivel físico. Combinar la vida activa con una dieta sana es primordial a todas las edades, pero es especialmente interesante en personas de más de 60 años”.

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Mantener unos hábitos saludables ayuda a mejorar la capacidad física, lo que se traduce en mayor fuerza, resistencia y equilibrio

En este sentido, los especialistas de Stannah España recalcan la importancia de incluir en el día a día estos tres hábitos saludables que ayudan a mejorar la movilidad: 

  • Mantenerse activo
    La actividad física evita que los músculos se deterioren y agarroten con el paso del tiempo. Una buena forma de activarse es realizar movimientos mientras se hacen actividades rutinarias.
    “En lugar de optar por hacer ciertas acciones, como cortar alimentos o planchar en reposo, se pueden combinar esas actividades con movimientos de tobillos o caderas, para fortalecerlos”, declara Alberto Badás.
    Además, es muy aconsejable salir a dar un paseo diario de unos 45 minutos. Esto ayudará, entre otras cosas, a aumentar la energía y aliviar el dolor articular.

  • Dieta saludable
    Una gran parte de mantener un buen estado de salud recae directamente en la comida. Adoptar una dieta saludable, rica en el consumo de frutas y verduras, es esencial para garantizar el buen funcionamiento del organismo y favorecer las capacidades físicas.
    De hecho, los alimentos saludables ayudan a fortalecer huesos y articulaciones, además de disminuir de forma considerable el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
    Esto se convierte en una gran ayuda para mejorar la movilidad, sobre todo en personas mayores de 65 años, que suelen ser más propensas a sufrir este tipo de dolencias.

  • Ejercicios de movilidad
    Para mejorar la movilidad, existen ciertos ejercicios que se pueden realizar tanto dentro como fuera de casa y no suponen una gran inversión de tiempo. Una buena idea es trabajar la flexibilidad con deportes como el yoga o el pilates.
    Igualmente, es importante trabajar en estirar todos los músculos, de cabe a pies con simples movimientos rotatorios. De esta manera se trabaja la movilidad de todas las articulaciones.

No obstante, “es posible que no sea suficiente adoptar estos hábitos para asegurar una buena movilidad en el hogar y por eso, desde Stannah abogamos por adaptar la vivienda como medida preventiva, instalando estas soluciones a los 65 años en lugar de a edades más tardías cuando una caída puede tener secuelas irreversibles”.