Abandonar el hogar para ingresar en una residencia de personas mayores es una decisión muy complejas, tanto para la persona que se irá a vivir allí como para las que forman parte de su entorno afectivo. Tener conocimiento sobre los aspectos más valorados por los residentes y sus familias puede contribuir a facilitar la decisión de elegir el centro.

Cuando a una familia le surge la necesidad de llevar a su ser querido a un centro residencial, en un primer momento lo más habitual es que le aparezcan dudas y ciertas reticencias, aunque posteriormente su percepción cambia, tal y como muestra el Estudio de Opinión sobre las Residencias de Mayores Post Confinamiento Covid-19 en España, realizado por la agencia independiente GAPS e impulsado por DomusVi.

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La atención, la alimentación, los servicios o las instalaciones son aspectos que pueden ser decisivos a la hora de elegir un centro de mayores

Según este estudio, 8 de cada 10 encuestados que inicialmente mostraban reticencias a llevar a un familiar a un centro, se sentían tranquilos y confiados una vez tomada la decisión. También destaca que 2 de cada 3 familiares que en un principio se sintieron culpables, ahora están realmente convencidos de haber acertado con su decisión.

La atención, la alimentación, los servicios o las instalaciones son aspectos que influyen en el bienestar de las personas mayores y que pueden ser decisivos a la hora de elegir un centro. Consciente de ello, el departamento de calidad de DomusVi detalla los cinco motivos más valorados a la hora de escoger una residencia y que ayudan a tomar una decisión:

  1. Trato cercano y humano
    En los centros residenciales la parte humana es indispensable, puesto que se trata de personas que cuidan de personas. La unión de las competencias profesionales con el buen hacer, la experiencia y la humanidad, marca la diferencia. Un trato profesional pero cercano, ayudarán a percibir el centro residencial como un nuevo hogar.  Esto solo se consigue con un equipo de profesionales comprometido que vela por el bienestar de las personas residentes, y que se mantiene en permanente contacto con la familia.
  • Unas instalaciones amplias y que fomenten la actividad social
    Los espacios exteriores son uno de los puntos más valorados. Disponer de terrazas o jardines, permite disfrutar de los días soleados sin necesidad de salir del centro, y, además, es un punto a favor a la hora de recibir visitas. Los espacios amplios y agradables permiten realizar actividades grupales que fomentan la relación y los vínculos entre los residentes.
  • Alimentación saludable
    Es importante que los menús sean equilibrados, variados y adaptados, contemplando necesidades especiales como, por ejemplo, la reducción de complicaciones en la deglución o trastornos gastrointestinales producidos por la edad o dolencias. Las zonas de comedor también suman porque permiten un almuerzo o cena agradables.
  • El contacto y la comunicación
    La salud emocional de los residentes es siempre una prioridad, por lo que valorar qué tipo de comunicación ofrece el centro es relevante en la decisión. Este aspecto tiene una estrecha relación con la innovación y las herramientas tecnológicas, que van a marcar el presente y el futuro de los cuidados. Es fundamental fomentar al máximo el contacto entre el usuario y su entorno, por lo que los centros deben ser abiertos a visitas y tecnológicamente estar preparados para facilitar la comunicación, como es el caso de la utilización de tabletas para realizar videollamadas.
  • Servicio de limpieza
    Aspectos como la desinfección o la limpieza de los espacios personales y comunes son cruciales para la salud y el bienestar. Siempre es recomendable hacer un chequeo ocular durante la visita al centro.