Ante la llegada de la gripe estacional, la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) recomienda la vacunación universal a todas las personas de 60 años o más, con especial énfasis a población más vulnerable como son los mayores institucionalizados, o aquellos que, además, presentan enfermedades cardiovasculares crónicas o respiratorias, metabólicas, insuficiencia renal crónica, hepatopatía o inmunodepresión.

Esta recomendación se extiende a los mayores de 60 años, y la SEGG recuerda que el patrón oro de vacunación frene a la gripe en las personas mayores son las vacunas de inmunogenidad reforzada (tanto con la vacuna de altas dosis, con indicación en mayores de 60 años) como con la adyuvada (en mayores de 65 años).

Esther Martínez Almazán, especialista del grupo de Vacunas de la SEGG, también considera oportuno insistir en recomendarla a personas que pueden trasmitir la gripe a este colectivo, como es todo el personal sanitario, personal gerocultor que trabaja en instituciones donde residen o acuden personas mayores (centros de día, residencia), así como a los cuidadores y convivientes en el domicilio de individuos de alto riesgo (incluidos los niños de más de 6 meses).

Por otra parte, la SEGG recuerda que la coadministración con la dosis de refuerzo de la Covid-19 es segura y es una buena oportunidad para conseguir tasas más altas de vacunación.

Desde la SEGG se insiste en la recomendación de la vacuna antigripal ya que ha demostrado ser segura y eficaz, disminuye el riesgo de complicaciones como son las hospitalizaciones por causa cardiorrespiratoria o por descompensaciones de patologías crónicas, disminuye el riesgo de ingresos en UCI y de mortalidad, pero es que, además, a largo plazo también previene un deterioro funcional que puede ser catastrófico.