Vivir en un entorno de espacios verdes se asocia con una mejor salud mental, un menor uso de medicación y menos visitas al psicólogo o psicóloga, tal y como revela un estudio liderado por ISGlobal, centro impulsado por la Fundación “la Caixa”.

El aumento de la esperanza de vida, la reducción de los problemas de salud mental o un mejor funcionamiento cognitivo son algunos de los muchos y conocidos beneficios que para la salud de las personas aportan los espacios verdes urbanos. Sin embargo, aún no está claro qué cantidad de espacios verdes es realmente necesaria para mejorar la salud.

En este sentido, este estudio liderado por ISGlobal ha evaluado la relación entre una mejor salud mental y la llamada regla 3-30-300 de espacios verdes, regla que fue propuesta por el silvicultor urbano Cecil Konijnendijk y que implica que todas las personas puedan ver al menos tres árboles desde su casa, que haya un 30% de cobertura arbórea en su barrio y que no se viva a más de 300 metros del parque o espacio verde más cercano.

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Disponer de espacios verdes se asocia con una mejor salud mental, un menor consumo de medicación y menos visitas al psicólogo

Los resultados de la investigación revelaron que el cumplimiento de la regla completa 3-30-300 de espacios verdes se asoció claramente con una mejor salud mental, un menor uso de medicación y menos visitas al psicólogo o psicóloga, aunque sólo para esta última dimensión la asociación fue estadísticamente significativa. Concretamente, los espacios verdes residenciales, pero no la vista de árboles desde la ventana o el acceso a un espacio verde importante, se asoció de forma estadísticamente significativa con una mejor salud mental.

Este estudio transversal se basó en una muestra de 3.145 personas de entre 15 y 97 años residentes en Barcelona que participaron en la Encuesta de Salud de Barcelona 2016, impulsada por la Agencia de Salud Pública de Barcelona, y que fueron escogidas de forma aleatoria.

Los datos recogidos en el estudio indican que sólo el 4,7% de la población encuestada cumplía con la regla de espacios verdes. Algo más del 43% de las personas participantes tenían al menos tres árboles en un radio de 15 metros desde su casa, el 62,1% tenía un espacio verde importante en un radio de 300 metros y el 8,7% vivía en una zona con suficiente verdor circundante. Por el contrario, casi el 22,4% no tenía ninguno de estos elementos.

El estado de salud mental se evaluó con el Cuestionario de Salud General de 12 ítems (GHQ-12). El 18% de los y las participantes declaraba tener una mala salud mental y el 8,3% declaraba haber visitado un psicólogo o psicóloga en el último año. Además, el 9,4% declaraba haber tomado tranquilizantes o sedantes y el 8,1% haber tomado antidepresivos en los últimos dos días.

Tal y como destaca Mark Nieuwenhuijsen, director de la Iniciativa de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud de ISGlobal y primer autor del estudio, “del estudio se desprende que hay relativamente pocos espacios verdes en Barcelona y que sólo un pequeño porcentaje de personas cumplía con la regla de 3-30-300, a pesar de sus efectos beneficiosos para la salud mental”.

A su juicio, “hay una necesidad urgente de proporcionar más espacios verdes a la ciudadanía. Quizá tengamos que desenterrar el asfalto y plantar más árboles, lo que no solo mejorará la salud, sino que también reducirá los efectos de la isla de calor y contribuirá a la captura de CO2”. “Cualquier iniciativa que lleve a una ciudad más verde supondrá un paso adelante, lo importante es que necesitamos más y más rápido reverdecimiento”, añade el primer autor del estudio de ISGlobal.

Según el equipo investigador, deberían realizarse estudios similares en ciudades con más cobertura arbórea que Barcelona, ya que la falta de espacios verdes, especialmente de suficiente cobertura arbórea, limita la capacidad de evaluar el aspecto del 30% de la regla 3-30-300. “La cuestión es hasta qué punto es factible un 30% de cobertura arbórea, especialmente en ciudades compactas”, concluyen los investigadores.

Las personas interesadas pueden consultar aquí el estudio «The evaluation of the 3-30-300 green space rule and mental health» liderado por ISGlobal, centro impulsado por la Fundación “la Caixa”.