La Consejería de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco ha presentado la Estrategia Vasca con las Personas Mayores 2021-2024, una iniciativa con la que se aboga por generar un nuevo modelo de abordaje del proceso de envejecimiento desde el protagonismo activo de las propias personas mayores.

A juicio de Beatriz Artolazabal, consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, se trata de “una estrategia central de esta legislatura” que supone dar “el paso del concepto de envejecimiento activo a la nueva formulación de vida plena”. “Ha sido clave integrar el envejecimiento activo dentro del enfoque de vida plena tanto para las personas autónomas como para quienes requieran de apoyos y cuidados crecientes. Un cambio de perspectiva que descansa sobre una concepción diferente de lo que significa envejecer.

geriatricarea envejecimiento activo
La Estrategia Vasca con las Personas Mayores aboga por generar un nuevo modelo de abordaje del proceso de envejecimiento desde el protagonismo activo de las propias personas mayores

En este sentido, la consejera señala que “el logro de esa vida plena depende en gran medida de la satisfacción de las necesidades básicas de cada persona, desde su diversidad y heterogeneidad, según sus capacidades personales, recursos, limitaciones y cambiantes capacidades”.

Partiendo de esa nueva perspectiva, el Gobierno Vasco ha elaborado la nueva Estrategia Vasca con las Personas Mayores 2021-2024, la tercera estrategia centrada en las personas mayores, y que en esta ocasión ha contado con el asesoramiento del Euskadiko Adinekoen Batzordea, organismo integrado por Euskofederpen, Lares, Agijupens, Nagusiak, Las Cuatro Torres, Helduak Adi, Secot, Nagusilan y y de la Dirección de Servicios Sociales del Gobierno Vasco.

Esta estrategia con las personas mayores se basa en la necesidad de generar un nuevo modelo de abordaje del proceso de envejecimiento desde el protagonismo activo de las propias personas mayores. Para lograrlo, se rige por los principios de igualdad, diversidad, equidad, autorrealización, co-creación y solidaridad entre generaciones. Inspirada en ellos, la estrategia vasca despliega cinco líneas de intervención que tienen como objetivos:

  1. Fomentar la ciudadanía activa desde los derechos, la participación y las comunidades amigables
  2. Facilitar las transiciones y el desarrollo del proyecto de vida
  3. Apoyar la anticipación, prevención y el fomento de la autonomía
  4. Promover una política de cuidados sociales y la transición a un nuevo modelo de cuidados de larga duración
  5. Generar conocimiento desde la investigación e innovación y la promoción de la silver economy.

Estas líneas de intervención se materializan en una decena de proyectos tractores, algunos de ellos ya en marcha, que se articulan en cinco ejes:

  • Eje I. Ciudadanía activa
  • Eje II. Transiciones y proyecto de vida
  • Eje III. Autonomía y Fragilidad
  • Eje IV. Atención y Cuidados
  • Eje V. Investigación e Innovación

Estos proyectos son: Euskadiko Adinekoen Batzordea; Helduak Zabaltzen; Agenda Nagusi; Euskadi Lagunkoia; Altxor; Bizitza Betea; betiON; la política de cuidados sociales; Zaintza Lurraldea; estudio longitudinal sobre envejecimiento y cuidados; y el proyecto NEXT-CARE.

Para 2060 la población octogenaria en Euskadi se duplicará

Tal y como apuntan desde el Gobierno Vasco, la manera de definir la vejez, la forma de entender y plantear la vida, incluso los patrones de salud y enfermedad, están viviendo transformaciones aceleradas.

En 2020 se contabilizaron en Euskadi un total de 499.432 personas de 65 y más años, que suponían el 22,5% del total de la población. De estas, 157.950 eran personas que superaban los 80 años, un 7,1% de la población total, y un 30,7% de la población mayor de 65 años, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Además, la esperanza de vida al nacer ha aumentado de los 69,6 años para los hombres y los 76,9 años para las mujeres en el periodo de 1975-1976, a los 80,8 para ellos y los 86,6 para ellas en 2018-2019, según datos del Instituto Vasco de Estadística (Eustat). Es decir, que ha aumentado más de 11 años en hombres y más de 9 años en mujeres en estos últimos 40 años.

Se prevé que para 2060 el peso de la población octogenaria en Euskadi se duplique al actual y suponga el 15,6% de la población total. Para ese año, casi la mitad de la población mayor habrá superado los 80 años de edad. Y aún más evidente será el aumento de la población centenaria.

Sin embargo, también hay que tener en consideración que el peso de la población de más de 65 años empezará a reducirse para 2060 como causa del paso de las cohortes del baby boom y el menor tamaño de las generaciones posteriores. Por lo que, aunque en general el peso de la población mayor descenderá, aumentará considerablemente la población de edades más avanzadas.

Otra característica del envejecimiento es la mayor predominancia femenina causada por la mayor mortalidad masculina en todas las edades y la elevada esperanza de vida en las mujeres.

Ante este contexto, esta estrategia busca abarcar la atención y el acompañamiento a la gran diversidad de personas mayores que hay en Euskadi: desde las más jóvenes a las más mayores; desde las más activas, a las que tienen necesidades de cuidados… teniendo en cuenta que el 80% de las personas mayores de Euskadi son autónomas.