La Asociación Parkinson Bizkaia impulsa el mayor estudio sobre la disfagia en enfermos de Parkinson. 220 socios han participado en este estudio, realizado en colaboración con los servicios de Neurología, Otorrinolaringología y Bioestadística del Hospital Universitario de Basurto.

Muchas personas con Parkinson desarrollan en el curso de su enfermedad dificultad para tragar o deglutir alimentos, ya sean sólidos o líquidos, por afectación de una o más fases de la deglución, al masticar o al coordinar los movimientos de la lengua para situar la comida en la posición correcta para deglutir. A este problema se le denomina disfagia.

La disfagia es un problema frecuente en la enfermedad de Parkinson que afecta hasta el 50% de los pacientes que sufren la enfermedad. Los atragantamientos provocados por la disfagia son la principal causa de muerte de los enfermos de Parkinson.

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La disfagia afecta a 8,5 millones de personas en el mundo, de los que 8.000 son vascos/as y cerca de 5.000 vizcaínos/as

Conscientes de la necesidad de considerar la presencia de disfagia por tratarse de un factor de riesgo mortal que puede prevenirse con una intervención logopédica exhaustiva, la Asociación Parkinson Bizkaia (Asparbi), en colaboración con el Hospital de Basurto de Bilbao, ha impulsado el estudio sobre la disfagia y el Parkinson con mayor número de pacientes observados que se ha realizado hasta la fecha en todo el mundo.

La colaboración desinteresada de 220 socios de la asociación está permitiendo al equipo de profesionales de Asparbi recopilar una gran cantidad de datos para la investigación.

El estudio ha sido titulado ‘Estudio prospectivo de la historia natural y características de la disfagia en la enfermedad de Parkinson’, y ya ha recibido el visto bueno del Comité de Ética de la Investigación con Medicamentos de Euskadi (CEIm-E).

La primera conclusión que ya se ha podido extraer del mismo es que la terapia de logopedia en los enfermos de Parkinson no solo logra mejorar los síntomas de la disfagia sino que también podría evitar que los afectados lleguen a desarrollar este trastorno.

Tratamiento personalizado, rehabilitación logopédica y plan de seguimiento

En una primera fase, que ha durado seis meses, las enfermeras y los logopedas de Asparbi han testado las dificultades para tragar de más de dos centenares de socios de la Asociación. Además, la fisioterapeuta de la entidad, mediante el programa Kinovea y fotografías realizadas a cada socio, ha analizado la postura que adoptan a la hora de comer midiendo las flexiones del cuello y tronco y comparando los parámetros de referencia posturales en este trastorno.

La labor de las enfermeras consiste en realizar una exploración médica o Anamnesis analizando sus antecedentes médicos personales y familiares para conocer y comprender sus dolencias y determinar factores familiares, ambientales y personales relevantes que puedan afectar al enfermo.

Al mismo tiempo, los logopedas llevan a cabo un cribado previo de disfagia mediante el cuestionario «Eating Assessment Tool -10 (EAT-10)» y la prueba del método de exploración clínica volumen viscosidad (MEC V-V) donde se valora la seguridad (tos, cambio de voz, desaturación, etc.) y la eficacia ósea (sello laboral, residuo oral, carraspeo, etc.).

Todo ello junto al trabajo de los estudiantes de psicología que están realizando sus prácticas de máster universitario en Asparbi y el psicólogo de la Asociación, que han realizado el test de evaluación cognitiva o MOCA a todos los participantes.

En los casos en los que los logopedas de Asparbi detectan problemas de seguridad o eficacia ósea y el cribado es positivo, se deriva a los pacientes a la consulta de Otorrinolaringología de la Dra. Arantza Ibargutxi del Hospital de Basurto, en la que, entre otros, se les realiza la exploración instrumental videoendoscopia de la deglución y se analiza el grado de dificultad al deglutir y el tratamiento o intervenciones que necesitará el paciente.

Si en esta fase la exploración vuelve a ser positiva, la doctora elabora un informe con las alteraciones que ha detectado para establecer un tratamiento personalizado, un programa de rehabilitación logopédica y un plan de seguimiento para estudiar la evolución de la disfagia.

Finalmente, ya en la consulta de Neurología de este centro hospitalario, se trabaja por incluir en la historia clínica de cada paciente el grado de disfagia orofaríngea que padece, síntoma que hasta este momento no era contemplado con tanto rigor.