Un artículo de Raquel de la Iglesia Arnaez,
Technical Scientific Marketing de Laboratorios Ordesa

En la última década se ha podido observar una tendencia progresiva al envejecimiento de la población mundial, especialmente en España, uno de los países con más población envejecida de Europa, y no sorprende puesto que también tiene una de las esperanzas de vida más altas del mundo (una media de 84 años)[1].

El envejecimiento implica la disminución de capacidades funcionales del sistema neuromuscular, cardiovascular y respiratorio, creando así cierta fragilidad en el organismo de las personas. Los factores genéticos tan sólo influyen un 30% en el proceso de envejecimiento[2], así que el foco se debe poner en los hábitos de vida y el medio ambiente, elementos cada vez más relevantes e influyentes para conseguir un envejecimiento saludable.

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La suplementación nutricional ayuda a conseguir una alimentación más completa evitando la desnutrición

Para contrarrestar los efectos negativos del proceso de envejecimiento, se ha destacado la importancia de incluir hábitos preventivos basados en una alimentación saludable y ejercicio físico que contribuyen en el estado físico y mental de las personas y ejercen un factor de protección, mantenimiento y promoción de una buena calidad de vida en las personas mayores. Lamentablemente, sólo el 45% de la población mayor de España siguen hábitos alimentarios y de ejercicio saludables de manera frecuente[3].

En algunas ocasiones, el envejecimiento implica un estado nutricional comprometido, puesto que a estas edades es fácil caer en el déficit de algún nutriente necesario como fruto de la falta de apetito o complicaciones propias de la edad que pueden derivar en problemas a la hora de elaborar las comidas o de digerirlas, entre otros. En estos casos, se puede añadir una suplementación nutricional para intentar conseguir una alimentación más completa.

El estudio de Nutractiv “Diagnóstico y tratamiento de la desnutrición asociado al envejecimiento”, elaborado por Laboratorios Ordesa, en el que han participado 31 especialistas y 124 pacientes, se ha planteado como punto de partida mejorar el diagnóstico y tratamiento de la desnutrición en el envejecimiento y saber cuándo puede resultar útil una suplementación nutricional no financiada.

La suplementación nutricional o los complementos alimenticios han ido ganando peso a lo largo de los años, tanto aquellos que son pautados como los que no son financiados. Casi un 84% de los facultativos consultados son preguntados por sus pacientes acerca de la suplementación nutricional, y el 58% consideran que algún tipo de suplementación para la vida diaria de sus pacientes es bastante necesaria.

Antes de recomendar cualquier tipo de suplementación nutricional oral, cerca del 63% de los médicos realiza siempre una valoración nutricional del paciente, siendo los parámetros consultados más frecuentes el porcentaje de pérdida de peso, los parámetros bioquímicos, la disminución de la ingesta alimentaria y la evolución del IMC.

En el ámbito clínico, el facultativo recomienda un suplemento nutricional oral, no financiado en un 64% de los casos, para contrarrestar la pérdida de peso, o bien como suplementación de la dieta del adulto mayor en un 58% de los casos.

En un ámbito más general, los motivos principales que recoge el estudio para hacer esa recomendación son: cuando en la patología y situación clínica que presenta el paciente, la suplementación nutricional necesaria no está financiada (67,7%), en situaciones de riesgo leve de desnutrición (64,5%) y a modo de mantenimiento una vez ha finalizado el tratamiento nutricional financiado prescrito (45,2%). También se puede observar cómo hay un número elevado de pacientes que son ellos mismos y/o sus cuidadores los que proponen tomar este tipo de suplementación nutricional (41,9%).

Los facultativos han aportado su punto de vista de aquello que consideran relevante como aportación de los suplementos nutricionales, destacando casi todos ellos la mejora del estado nutricional, y la ayuda que deben representar en la alimentación cuando hay dificultad de masticar, deglutir o digerir.

También destacan factores tan importantes como la mejora y/o mantenimiento de la fuerza muscular (92,8%), la ayuda en la recuperación durante un período de convalecencia (89,6%) o estabilizar el peso y frenar la pérdida involuntaria (85,7%). Y hay que destacar que más de un 82% considera que les aporta energía y vitalidad para llevar a cabo actividades cotidianas.

La mayoría de los pacientes han valorado positivamente la suplementación nutricional pese a no ser financiada y consideran que sus beneficios se pueden observar, aunque el período de ingesta recomendada por sus médicos sea, en casi el 68% de los casos, sólo de entre uno y seis meses.

Después de la recomendación de productos FontActiv, durante un período que comprendía entre uno y tres meses, en los cuales el 63,7% de los pacientes los incluyóen su dieta de forma diaria, más del 90% de los pacientes ha quedado bastante o muy satisfecho. Se valoraron positivamente aspectos como la tolerabilidad y digestibilidad, la adherencia al tratamiento y la mejora en la calidad de vida, haciendo que el grado de satisfacción del paciente y el del profesional fuesen altos (91,3% y 96,5% respectivamente). También se ha valorado la mejora de la calidad de vida del paciente, con un 48,7% pensando que ha mejorado bastante y el 39,8% que lo ha hecho mucho.


[1] Spain Life Expectancy 1950-2023. (s. f.). MacroTrends. https://www.macrotrends.net/countries/ESP/spain/life-expectancy

[2] Nutractiv. (s. f.). Diagnóstico y tratamiento de la desnutrición asociado al envejecimiento [Conjunto de datos].

[3] Nutractiv. (s. f.). Diagnóstico y tratamiento de la desnutrición asociado al envejecimiento [Conjunto de datos].