geriatricarea Sara González Blázquez Amavir


Un artículo de Sara González,
jefe médico del Grupo Amavir

Las nuevas tecnologías han llegado para quedarse y hacernos la vida más fácil. Lo que podía parecer una película de ciencia ficción hace tan solo unos años, es hoy una realidad palpable con múltiples ventajas y aplicaciones en la vida real. Así, la tecnología al servicio de nuestros mayores aporta un sinfín de soluciones a sus necesidades, para proporcionarles una óptima calidad de vida y un bienestar adecuado al contexto en el que nos encontramos.

El uso de las TIC en la tercera edad

La presencia de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), el uso de las redes sociales y de Internet en la vida diaria engloba al conjunto de la población. Pero no todos los sectores de la sociedad actual pueden hacer un mismo uso de las TIC ni gozan de la misma accesibilidad.

Los últimos datos demográficos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan que el uso de las TIC desciende conforme aumenta la edad. Así, los resultados del último estudio sobre dicho uso en los hogares españoles, de 2022, indica el 80% de los adultos de entre 55 y 64 años utiliza Internet al menos 5 días a la semana. Pero si se tiene en cuenta la franja de edad inmediatamente superior, el descenso porcentual es acusado: menos del 60% de las personas de entre 65 y 74 años utilizan Internet con la misma frecuencia de 5 días a la semana.

No obstante, los porcentajes de uso del pasado 2022 aumentaron en todos los grupos de edad respecto a 2021. Especialmente destacado es que el mayor incremento se produjo precisamente en la franja 65-74 años, con una subida de 3,6 puntos, según los datos publicados por el INE. Esta estadística también refleja que el 24% de la población comprendida en esa edad ha comprado por Internet en los últimos tres meses, lo cual refleja un incipiente uso que se podría generalizar en su actividad de consumo diario.

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Se debe propugnar un desarrollo sostenido de la tecnología integradora y no segregadora para las personas mayores

Beneficios de las nuevas tecnologías en el cuidado de los mayores

Ante todo ello y dado que resulta evidente que las personas mayores utilizan las nuevas tecnologías, aunque no todas cuentan con la misma capacidad o accesibilidad, es imprescindible abordar cómo se produce la aplicación de las nuevas tecnologías en el cuidado de mayores y qué ventajas conlleva.

Así, puede resultar común oír recomendaciones de la tecnología por parte de algunos mayores como también oír hablar a otros de la complicación de utilizar algunos aparatos o dispositivos tecnológicos, aunque su objetivo sea, precisamente, hacerles la vida más fácil.

Sin embargo, esta actitud solo responde a un rechazo inicial por desconocimiento y desinformación. Los familiares y cuidadores del entorno deben procurar animarles a utilizar los recursos que tenemos disponibles y a conocer sus múltiples funcionalidades, así como empezar a usarlos juntos y después dejarles autonomía y auto-elección.

Por todo ello, es importante tener en cuenta algunos beneficios de las nuevas tecnologías en el cuidado de las personas mayores:

  • Incrementan su autonomía e independencia
    Cada vez es más frecuente el acceso a Internet y sus múltiples posibilidades de búsqueda e información para las personas mayores. En este espacio virtual pueden encontrar respuestas a todo tipo de cuestiones, encontrar lugares y personas con las que hace años hayan perdido el contacto o atreverse a conoces nuevos destinos, incluso sin salir de casa.

  • Mejoran su calidad de vida
    Algunas herramientas, dispositivos y recursos digitales permiten que algunas tareas rutinarias se vuelvan más sencillas y accesibles, reduciendo además el esfuerzo y permitiendo disfrutar de mayor tiempo libre en otro tipo de actividades.

  • Promueven el envejecimiento activo
    Participar en talleres sobre las nuevas tecnologías y sus posibilidades en la vida diaria favorece que nuestros mayores se vuelvan más activos mentalmente y que den respuesta a pequeños retos cognitivos, mediante la interacción con el entorno, el juego y la realización de pequeños ejercicios o actividades físicas.

  • Fomentan la integración y las relaciones sociales
    A través de las videollamadas y otros sistemas de conexión telemática, las personas mayores pueden acceder a todo un mundo de posibilidades de conexión con parientes lejanos. También se pueden promover diferentes situaciones de socialización con desconocidos o con personas del entorno, a través del uso de un mismo dispositivo o de dinámicas propuestas a raíz de recursos digitales.

  • Afianzan el bienestar emocional y la superación de prejuicios
    En los casos en que los mayores comienzan a utilizar las TIC y a conocer sus ventajas, se produce una mejora en el estado de ánimo: se sienten realizados consigo mismos y capaces de realizar más tareas de forma autónoma. Así, se incrementa su autoestima, su bienestar emocional y la superación de prejuicios, lo que a su vez contribuirá a que el adulto mayor anime a las personas de su entorno a interactuar con estos dispositivos que les hacen la vida más fácil y llevadera. Si disponemos de un sinfín de aplicaciones y herramientas tecnológicas a nuestro servicio, ¿por qué no hacer uso de ellas?.

Ejemplos de tecnología para la tercera edad

En el análisis de la aplicación de las tecnologías a los cuidados de las personas mayores resulta conveniente resaltar la existencia de dispositivos y servicios tecnológicos que ofrecen una gran utilidad para la tercera edad.

  • Teleasistencia

El sistema de teleasistencia consta de dos partes principales: un aparato portátil que lleva el adulto mayor, y un centro de asistencia a distancia. Dicho aparato consta de un acelerómetro, un sistema GPS y otro de telefonía GSM-GPRS.

El aparato que porta la persona mayor presenta como funciones principales la detección automática de caídas, la localización y seguimiento del usuario y la monitorización de su actividad diaria.

De este modo, el centro de asistencia se comunica con el aparato portátil y realiza un análisis permanente de los datos recibidos. En caso de emergencia, si el usuario se ha perdido o caído o ha solicitado ayuda, el centro de asistencia podrá ponerse en contacto con el usuario mediante el propio aparato, que incorporará un altavoz y un micrófono, tipo teléfono móvil. Así se podrá coordinar el envío de asistencia adaptada en caso de necesidad.

  • Cuidado electrónico

Otra funcionalidad de gran interés en la atención socio-sanitaria en la vejez es la gestión segura del flujo de información entre el paciente, la familia y los cuidadores. La información sobre citas, análisis, tratamientos y pautas de nutrición, entre muchas más, se almacena y queda disponible para que todos los participantes en la atención al adulto mayor conozcan los detalles y las actualizaciones de sus cuidados.

Además, en este tipo de aplicabilidad electrónica destaca el dispensador de medicamentos donde se pueden registrar las tomas y los horarios de los fármacos. Si se incumplen las rutinas en cuanto a la medicación pautada, el propio dispositivo informa al usuario y a los cuidadores del incumplimiento de las tomas.

  • Localización de personas

La tecnología de localización GPS también tiene aplicación en la localización de personas con demencia leve-moderada. Habitualmente la solución consta de un equipo que integra un teléfono móvil con tecnología GSM y un módulo de localización geográfica vía satélite (GPS).

El dispositivo GPS lo lleva la persona mayor y paralelamente en un centro de control se realiza el seguimiento de dicha persona sobre un mapa, de modo que los familiares conocen puntualmente la ubicación de aquélla.

  • Juegos de estimulación cognitiva

Otro ejemplo de tecnología para el cuidado de la tercera edad, en este caso para prevenir el empeoramiento o pérdida de las funciones cognitivas. Desde actividades orientadas por el servicio de Terapia Ocupacional o Animación Sociocultural de residencias de mayores, pasando por salas de estimulación multisensorial y hasta aplicaciones móviles y videojuegos con ejercicios matemáticos, cuestionarios, pasajes literarios o retos cognitivos.

Todos ellos favorecen el funcionamiento de diversas funciones cognitivas, que retrasan de forma fehaciente las posibles manifestaciones de discapacidad, desorientación y alteraciones de las habilidades lógico-matemáticas de los mayores.

Privacidad y protección de datos

También hay que tener en cuenta que el empleo de las nuevas tecnologías requiere de un cuidadoso análisis sobre estos nuevos productos y las metodologías de desarrollo e implantación.

La innovación tecnológica y la creación de nuevas formas de cuidar y sostener a nuestros mayores deben involucrar a este colectivo desde los inicios, analizar los posibles rechazos que puedan producirse e implicar a cuidadores profesionales y clínicos para contar con un punto de vista multidisciplinar, que tenga en cuenta las necesidades de todos los sectores de la población.

Asimismo, resulta imprescindible tener presente que las soluciones tecnológicas desarrolladas para el cuidado de los mayores implica introducir estos dispositivos en su vida diaria. En este contexto hay que considerar y cuidar de manera exhaustiva la privacidad de las personas, procurando generar productos no invasivos y contanto siempre con su visto bueno y su consentimiento.

La protección de datos y de información personal de los mayores, así como sus datos de conducta y comportamiento, diagnósticos y resultados clínicos se constituye como una asignatura que debe ser desarrollada con más hincapié y cuidado por parte de los desarrolladores y programadores, siempre conforme a la legislación normativa y reglamentaria vigente.

En conclusión, en un contexto actual marcado por el uso masivo y automatizado de las nuevas tecnologías, es importante ser conscientes de dicho uso y del acceso con el que cuentan las personas mayores a las funcionalidades que permite. Se debe propugnar un desarrollo sostenido de la tecnología integradora y no segregadora para las personas mayores, que contribuya a una mejora de la calidad de vida, sin olvidar la imprescindible protección de datos y de privacidad de la sociedad y, especialmente, de la tercera edad.