Amavir ha celebrado una nueva edición de sus campamentos intergeneracionales de verano “De acampada con mis abuelos”. En esta experiencia pionera a nivel internacional han participado más de 350 niños y niñas de entre 6 y 12 años que, durante una semana, han convivido con las personas mayores en las propias residencias, realizando numerosas actividades conjuntas y compartiendo experiencias y momentos únicos.

Estos campamentos de verano intergeneracionales, que nacieron hace más de quince años en las residencias que Amavir tiene en Navarra, se han ido extendiendo con el tiempo al resto de centros de la compañía de toda España. Por ello, estas jornadas se han convertido ya en una tradición cada verano y han recibido numerosos premios y reconocimientos.

geriatricarea amavir campamentos intergeneracionales
Durante una semana niños y niñas han participado en diferentes actividades educativas y de ocio junto a los residentes de Amavir


En esta edición han celebrado campamentos un total de 37 de las 47 residencias de la compañía, con la participación de más de 350 niños. La mayoría de los campamentos han tenido lugar durante la última semana de junio, aunque algunos centros los organizan para finales de agosto o principios de septiembre.

Los niños y niñas que han tomado parte en estos campamentos son nietos y bisnietos de los residentes de Amavir, así como hijos de los trabajadores, lo que supone también una medida de conciliación laboral y familiar para la plantilla durante la última semana de junio, en la que ya no hay colegio y aún no han empezado los campamentos de verano, o la primera de septiembre, en la que aún no hay clase.

Cada centro acoge a una media de entre 10 y 20 niños y niñas, que disfrutan durante esa semana de diferentes actividades educativas y de ocio junto a los residentes de Amavir. Así, comparten con los mayores desayunos y comidas; realizan gimnansia y terapias y participan en gymkanas, bingos, excursiones, talleres creativos y juegos deportivos, entre otras actividades.

Durante la celebración de esta actividad, los horarios de los residentes son respetados en todo momento para su descanso y normalidad, pero contar con la alegría de los más pequeños durante unos días supone, para todos, una experiencia inolvidable.

Y es que está demostrado que las personas mayores implicadas en actividades intergeneracionales se sienten más felices que otros mayores de su misma edad. Además, compartir con los más pequeños su jornada diaria incrementa su actividad física, cognitiva y social, promoviendo el envejecimiento activo y saludable. Para los más pequeños, estas actividades son también una lección de vida, de la que aprenden las experiencias de los mayores y sus historias de juventud.

Por segundo año, los campamentos intergeneracionales de Amavir han contado con el apoyo de la iniciativa “Juntos por la lectura”, promovida por Bayard, editorial referente en fomento de la lectura infantil y en educación, regalando libros y revistas entre los niños participantes. Además, organizó un taller de animación a la lectura en la residencia Amavir La Gavia (Madrid).

También ha colaborado este año es los campamentos Ecoembes, a través de su iniciativa «Terceros en edad, primeros en reciclar», en la que participa Amavir, facilitando formación a los centros para poder realizar talleres de reciclaje y sensibilización sobre el medio ambiente entre mayores y niños.

Cuarta edición del Día del Voluntariado

Además en el marco de los campamentos, Amavir celebró este pasado viernes, día 27 de junio, la cuarta edición de su Día del Voluntariado una iniciativa para que la plantilla de las oficinas centrales se acerque al día a día del trabajo de las residencias y participe del cuidado que prestamos a las personas mayores que viven con nosotros, que es nuestra razón de ser.

Los trabajadores y trabajadoras de las oficinas centrales, repartidos en grupos de unas cinco personas, se trasladaron a varias residencias de la compañía para participar en diversas actividades con las personas mayores y los niños y niñas de los campamentos. Ha habido gymkanas, bailes, talleres de cocina y repostería, excursiones, bingos, participación en terapias, colaboración en actividades diarias de las residencias…