Un grupo de investigadores de la Universidad de Vigo y la Universidad de León han recibido una patente de la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) para desarrollar un sistema que evalúa el equilibrio dinámico y el riesgo de caída al caminar en personas mayores. Se basa en un conjunto de algoritmos que procesan las señales captadas por un acelerómetro.

Este sistema de evaluación del equilibrio se basa en el uso de un acelerómetro, un dispositivo que mide las aceleraciones del centro de gravedad del cuerpo, conectado a una unidad de procesamiento de datos que interpreta los datos generados por este dispositivo, lo que permite detectar precozmente la existencia de un deterioro del control de la postura que aumentaría el riesgo de sufrir una caída. 

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Este sistema de evaluación del equilibrio, detecta alteraciones posturales y previene riesgo de caídas en mayores



Este sistema trata de paliar la ausencia de herramientas de evaluación temprana del equilibrio que sean sensibles a pequeños cambios en el funcionamiento de los sistemas de control postural. Como señala José Luis García Soidán, del grupo de investigación Hi10 de la Facultad de Ciencias de la Educación y del Deporte de la UVigo, señala que las pruebas de equilibrio estático realizadas en un entorno clínico, si bien permiten identificar limitaciones en el control postural, no permiten anticipar y detectar que una persona corre el riesgo de sufrir problemas de equilibrio.

En este sentido, «con esta herramienta, pudimos solucionar este problema», añade el investigador, que además recuerda que el riesgo de caída aumenta con la edad, de modo que, según la OMS, se estima que el 35 % de los mayores de 65 años y el 65 % de los mayores de 80 sufrirán al menos una caída al año.

Diagnosticar el riesgo de caída de forma sencilla y precisa

El sistema incluido en esta patente abarca un conjunto de algoritmos que procesan las señales captadas por el acelerómetro en los ejes vertical, medio-lateral y anteroposterior durante una prueba que consiste en caminar diez metros varias veces.

«La unidad de procesamiento de datos está configurada para determinar la existencia de una alteración del equilibrio dinámico que genera riesgo de caída al caminar», explican los investigadores, cuando se alcanzan los umbrales establecidos en las variables que el equipo de investigación identificó como «representativas del equilibrio al caminar».

Para ello, recuerda García Soidán, se realizaron previamente mediciones con personas con y sin «algún tipo de patología del desequilibrio», lo que permitió «determinar cuáles son los valores mínimos donde comienza el riesgo».

Raquel Leirós, investigadora de la Universidad de León, destaca que «si los valores de aceleración registrados indican que el control postural de la persona es insuficiente o que existe cierto riesgo de caídas, el sistema detectaría que efectivamente existe una alteración del equilibrio, es decir, tendría capacidad diagnóstica, incluso predictiva, de que una persona pueda sufrir una caída».

Esto, añade la profesora de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de León, permitiría identificar a las personas «con mayor riesgo de caídas, lo que permitiría tratarlas de forma preventiva y más eficiente, y permitiría diagnosticar el riesgo de caídas de forma sencilla y precisa en el entorno clínico mientras la persona camina, utilizando tecnología portátil a un coste relativamente asequible».

«La edad es uno de los principales factores de riesgo de caídas», lo que, sumado al proceso de envejecimiento, convierte a este sistema en una «mejora sustancial» para abordar posibles problemas de dependencia, destaca el equipo de investigación. «Si disponemos de herramientas que lo detecten con antelación el riesgo de caidas, podemos prevenirlo o, de alguna manera, prolongar ese periodo de independencia», destaca Vicente Romo, de la Facultad de Ciencias de la Educación y del Deporte de la UVigo.