Un artículo de Sara González,
jefe Medico del Grupo Amavir

Padecer una enfermedad crónica no depende de la edad, aunque el paso del tiempo incrementa notablemente el riesgo de desarrollarlas. La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología no duda en calificarlas como la gran epidemia del siglo XXI, en un contexto marcado por el envejecimiento de la población.

Gracias a los avances médicos, la mejora de las condiciones de vida y los sistemas de salud, vivimos más y mejor. Sin embargo, esta longevidad trae consigo un nuevo desafío: un aumento en la prevalencia de enfermedades crónicas, caracterizadas por su duración prolongada y progresión lenta.

Estas patologías afectan cada vez a más personas, sobre todo a partir de cierta edad, y están redefiniendo la forma en que se concibe y gestiona la salud. Además, la acumulación de múltiples enfermedades crónicas en un mismo paciente plantea nuevos retos para los sistemas sanitarios.

Entre las enfermedades crónicas más frecuentes y letales destacan las no transmisibles, como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, oncológicas y respiratorias. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), estas cuatro categorías engloban más del 80 % de las muertes prematuras por enfermedad crónica a nivel mundial.

1. Enfermedades cardiovasculares

Las patologías cardiovasculares afectan al corazón y a los vasos sanguíneos, incluyendo hipertensión arterial, enfermedad coronaria, valvulopatías, accidentes cerebrovasculares y enfermedades reumáticas del corazón. Son la principal causa de muerte en España, con más de 120.000 fallecimientos anuales. Las dislipemias, encabezadas por el colesterol alto, son uno de los factores de riesgo más relevantes, vinculado al 60 % de las enfermedades del corazón.

Dentro de este grupo, destacan las enfermedades cardíacas crónicas, como las cardiopatías congénitas, las arritmias, miocardiopatías o la insuficiencia cardíaca, caracterizada por la incapacidad del corazón de bombear sangre de forma eficiente.

Otra patología incluida en este grupo es la obesidad, factor de riesgo cardiovascular en aumento en nuestra sociedad.

2. Enfermedades oncológicas crónicas

Las enfermedades oncológicas consideradas hasta hace relativamente poco terminales, se han incorporado en muchos casos al pul de enfermedades crónicas, y como todas requieren un control durante toda la vida para evidenciar cualquier cambio que pueda producirse y tratarlo lo antes posible. La leucemia crónica, algunos linfomas, el cáncer de ovario o de mama pueden mantenerse estables durante años gracias a tratamientos continuados, mejorando la calidad de vida y permitiendo el envejecimiento con la enfermedad.

3. Enfermedades respiratorias crónicas

Estas patologías afectan las vías respiratorias y otras estructuras pulmonares. Incluyen el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), enfermedades ocupacionales y la hipertensión pulmonar. La EPOC es una de las principales causas de muerte a nivel mundial, afectando en España a más de 2,5 millones de personas.

Los pacientes geriátricos con enfermedades respiratorias crónicas presentan mayor riesgo de morbilidad y mortalidad debido al envejecimiento del sistema inmunológico y respiratorio. Estas patologías suelen afectar mucho a la calidad de vida, puesto que afectan a la actividad, sobre todo cuando son usuarios de oxígeno, aunque cada vez se mejoran los concentradores portátiles que permiten mantener la autonomía de movimiento. Además del la EPOC destacan enfermedades como la fibrosis pulmonar, el síndrome de apnea del sueño o el asma.

4. Diabetes

La diabetes, enfermedad metabólica caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre, daña órganos como el corazón, riñones, ojos y nervios. La diabetes tipo 2 representa el 90% de los casos y está especialmente vinculada al envejecimiento y al sedentarismo. Es también un factor de riesgo cardiovascular.

Más del 20% de la población mundial mayor de 65 años padece diabetes, con una incidencia que supera el 24 % en el grupo de edad entre 75 y 79 años. En España, la prevalencia en mayores de 80 años supera el 20%, y alcanza el 26% en residencias geriátricas.

5. Otras enfermedades crónicas habituales

Otras patologías crónicas comunes en la vejez incluyen las patologías relacionadas con el aparato osteoarticular, donde la artrosis, como proceso degenerativo de los cartílagos articulares, es la protagonista, afectando en España a un casi 30% de los mayores de 40 años y a más del 80% si hablamos de mayores de 65.

Otra enfermedad crónica que no podemos olvidar es la enfermedad renal crónica, por su alta prevalencia y las complicaciones que conlleva. Se relaciona con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y por supuesto con insuficiencia renal.

El progresivo envejecimiento de la población es un logro social, pero también un reto sanitario. Las enfermedades crónicas, cada vez más frecuentes, exigen un abordaje integral centrado en la prevención, el diagnóstico precoz, el tratamiento continuado y la mejora de la calidad de vida. Entender el envejecimiento desde una visión saludable y promover hábitos de vida adecuados, serán clave para afrontar esta realidad desde una perspectiva sostenible, humana y eficaz.