Un correcto lavado de manos es la primera medida preventiva frente a las infecciones y enfermedades más comunes, ya que puede evitar entre el 30% y el 50% de las enfermedades infecciosas, tal y como recuerda el Consejo General de Enfermería (CGE).

El lavado de manos es una práctica sencilla y común, y una de las medidas más importantes y efectivas para evitar enfermedades como la diarrea o infecciones respiratorias agudas, además de frenar la resistencia antimicrobiana. Esta técnica elimina la suciedad, los gérmenes y otros agentes patógenos que pueden causar enfermedades comunes que pueden derivar en graves problemas de salud, advierte el Consejo General de Enfermería (CGE).

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El lavado de manos previene enfermedades como la diarrea o infecciones respiratorias agudas, además de frenar la resistencia antimicrobiana

Tal y como señala Florentino Pérez Raya, presidente del CGE, “es esencial educar a la población sobre una técnica tan simple como es el lavado de manos, un hábito básico de higiene y salud pública que tiene un impacto fundamental en nuestra salud y en la de quienes nos rodean. Las enfermeras tenemos un rol fundamental en esto, como agentes de salud somos las encargadas de formar a la población para que sean conscientes de que la prevención es fundamental y que esta práctica básica de tan solo 60 segundos salva muchas vidas”.

Y es que el lavado de manos es un proceso sencillo que no tiene una duración mayor de 60 segundos. Es conveniente realizarlo antes y después de las comidas, de manipular alimentos, de acudir al baño, tras toser, estornudar o sonarse la nariz, tocar la basura y también antes y después de estar en contacto directo con una persona enferma.

Además, es una medida esencial para el control de la resistencia antimicrobiana. Previene infecciones, reduce el uso innecesario de antibióticos y complementa las políticas de uso racional de antimicrobianos. La OMS incluso la categoriza como uno de los pilares del Plan Mundial para Combatir la Resistencia a los Antimicrobianos, dentro del concepto de “Prevención y control de infecciones”.

Susana Montenegro, enfermera del Instituto de Investigación Enfermera del CGE, recalca que “cerca del 80% de las infecciones comunes se transmiten a través de las manos y lavárselas correctamente puede reducir a la mitad la probabilidad de contagio de enfermedades infecciosas tales como resfriados, gripe, COVID-19, gastroenteritis o conjuntivitis, entre otras”.

“El gesto de lavarse las manos, reforzado globalmente durante la pandemia de COVID-19 debe mantenerse de forma habitual y sostenida, pues la evidencia científica confirma que es clave para evitar la transmisión de microorganismos multirresistentes, uno de los principales desafíos actuales para la salud pública. Lavarse las manos frecuentemente puede llegar a prevenir cerca del 30% de las enfermedades diarreicas y el 20% de las infecciones respiratorias en la población general”, explica la enfermera.

Correcta técnica de lavado para prevenir infecciones

A través de programas de refuerzo las enfermeras insisten en la realización de una correcta técnica de lavado, que debe ser reforzada por profesionales, pacientes y familiares. Además, también recuerdan que el acceso a instalaciones básicas de higiene personal es muy limitado todavía en determinadas poblaciones, donde los recursos son escasos y el acceso a agua potable inexistente, en muchos casos.

En este sentido, el Consejo General de Enfermería ha iniciado una campaña en redes sociales, con el hashtag #LavarseLasManosSalvaVidas, para concienciar de la importancia de esta práctica para prevenir las enfermedades infecciosas más comunes, y recuerda que, para un correcto lavado de manos, deben siguirse estos pasos:

  1. Mojarse las manos con agua limpia, templada o fría.
  2. Aplicar jabón suficiente para cubrir todas las superficies.
  3. Frotar las manos palma con palma.
  4. Palma derecha sobre dorso izquierdo y viceversa.
  5. Entrelazar los dedos para limpiar entre ellos.
  6. Frotar los pulgares con movimientos de rotación.
  7. Frotar las puntas de los dedos contra la palma para limpiar las uñas.
  8. Enjuagar bien con agua limpia.
  9. Secarse con una toalla limpia o desechable.
  10. Cerrar el grifo usando la toalla si es posible.
  11. Realizar este proceso durante 40-60 segundos.