Con motivo de la celebración el 12 de diciembre del Día Mundial de la Disfagia, desde el Colegio Profesional de Logopedas de la Comunidad de Madrid (CPLCM) se reclama una atención más adecuada, un diagnóstico más temprano y una mayor presencia del logopeda en el sistema sanitario y sociosanitario para abordar esta patología que, pese a afectar a millones de personas en España, continúa siendo una gran desconocida.
La disfagia es una dificultad para tragar que puede aparecer a cualquier edad y compromete algo tan esencial como alimentarse con seguridad y disfrutar de la comida. Más de dos millones de personas podrían sufrir disfagia en España, y más del 90% no están diagnosticadas o su diagnóstico es insuficiente, según estimaciones de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC). Esta situación “pone en riesgo la salud, la calidad de vida y la autonomía de miles de personas”, advierte el Colegio Profesional de Logopedas de la Comunidad de Madrid (CPLCM).

Marisol Muñoz Salgado, logopeda especializada en neurorrehabilitación y abordaje de la disfagia y miembro del Grupo de Disfagia del CPLCM, recalca que la sociedad aún desconoce el papel clave de este profesional en el tratamiento de la disfagia, y que “los logopedas somos los sanitarios especialistas en analizar, rehabilitar y ajustar el proceso deglutorio para realizar una alimentación segura y eficaz”.
Y es que la intervención logopédica no solo mejora la capacidad para tragar, sino que previene complicaciones graves, como neumonías por broncoaspiración, malnutrición y deshidratación. Además, reduce el aislamiento social que muchas personas experimentan cuando comer se convierte en una situación de riesgo. “Ayudamos a potenciar la alimentación oral adecuada, intervenimos sobre dificultades como la masticación, la regurgitación nasal o la aspiración, y detectamos precozmente signos que pueden evitar problemas mayores”, señala Muñoz.
Escasa presencia en el sistema sanitario y sociosanitario
Pese que que existen estudios y protocolos validados que demuestran la eficacia de la intervención logopédica en neurorrehabilitación y en el abordaje de la disfagia, el CPLCM denuncia que la presencia de estos profesionales en el sistema sanitario y sociosanitario es todavía insuficiente. “Nuestra asistencia no debería ser aleatoria ni opcional. Cualquier persona que requiera logopedia debería tener acceso a ella, como sucede con enfermería, medicina o fisioterapia”, reivindica la logopeda miembro del Grupo de Disfagia del CPLCM.
En la actualidad, la inclusión del logopeda en hospitales, unidades de daños cerebral o centros sociosanitarios depende del criterio de cada gestor y no existe obligatoriedad de incorporar su figura, pese a que neurólogos, otorrinos y rehabilitadores reconocen la importancia de su labor.
La falta de logopedas especializados dificulta la detección precoz de la disfagia y limita la rehabilitación de quienes la padecen. En este sentido, Muñoz incide en que “aún no estamos incluidos en muchos ámbitos para detectar la disfagia y abordarla adecuadamente junto a familias y equipos especializados”. “Para dar un adecuado tratamiento, el acceso al logopeda especialista debe ser más accesible y sencillo para la sociedad que lo requiera”, apunta.
El trabajo del logopeda abarca, entre otros aspectos, los siguientes:
- Evaluación anatómica, funcional y sensorial de la deglución.
- Adaptación de consistencias alimentarias y volúmenes para garantizar seguridad.
- Rehabilitación muscular (suprahioidea, lingual, orofacial).
- Enseñanza de maniobras compensatorias para evitar aspiraciones.
- Prevención de riesgos y seguimiento continuado para ajustar la intervención.
La intervención es especialmente crítica en pacientes con daño cerebral, enfermedades neurodegenerativas o personas mayores institucionalizadas, donde la incidencia de disfagia es más elevada y sus consecuencias pueden ser graves.
En este Día Mundial de la Disfagia, el CPLCM insiste en la necesidad de:
- aumentar los recursos
- integrar la figura del logopeda de forma estructural en los equipos sanitarios y sociosanitarios
- sensibilizar a la sociedad sobre un síntoma que, diagnosticado a tiempo, puede cambiar radicalmente la evolución y la calidad de vida de una persona
“El logopeda se ajusta a las necesidades del usuario para mantener la alimentación oral el máximo tiempo posible y de la forma más segura”, concluyen desde el Grupo de Disfagia del CPLCM.