Un artículo de María Isabel García Quintero,
Fisioterapeuta colegiada 1.041 del Colegio Oficial de Fisioterapeutas de Canarias
En las terapias no farmacológicas no se usan los medicamentos para mejorar la salud. Como Fisioterapeuta veo día a día sus beneficios, pudiendo así tratar síntomas y mejorar la calidad de vida, de manera segura, personalizada y sin efectos secundarios. Existen muchas terapias no farmacológicas utilizadas en centros de día, centros de discapacidad, residencias, clínicas y hospitales.
Hoy quiero poner en valor la potencia de las Artes escénicas, hablando en este artículo del teatro y de la música, tanto en primera persona, como al haber podido observarlo en mis pacientes y por supuesto gracias a las voces de artistas y su trabajo.
Revisando diferentes estudios observo que se pone en valor el uso de la Arteterapia como herramienta para la mejora del aprendizaje. En el estudio se pone de manifiesto la satisfacción respecto a las técnicas trabajadas en los talleres escénicos y su potencial utilidad tanto para ellos como para los pacientes. En el
cuestionario POMS se observaron mejoras generalizadas pre-post sesión. La arteterapia puede ser una herramienta eficaz y de fácil aplicación para la mejora de la salud mental y autoconciencia. (1)
En otro artículo se evidencia la importancia que tiene para el médico (personal sanitario) el poder desarrollar habilidades artísticas que le permitan fortalecer sus destrezas de tipo humanístico, para de esta forma realizar un ejercicio más integral de su profesión. Y destacan que sería ideal la existencia de cátedras electivas en artes o contar con espacios académicos y extracadémicos para favorecer el desarrollo de habilidades humanísticas. (2)
Las artes escénicas son un excelente instrumento que se suma perfectamente a la terapia. Los que tenemos el privilegio de haberlo vivido lo sabemos. Yo soy Fisioterapeuta desde hace más de 20 años y he trabajado en distintos equipos interdisciplinares y también he tenido la oportunidad de aprender de artistas en distintos momentos.
Gracias a la vida universitaria aprendí junto a un grupo de jóvenes entusiastas el arte y el amor por el teatro. En ese momento viví su gran fuerza pero ahora como profesional sanitario leo el gran vínculo terapéutico que tiene. Yo seguí mi vida profesional como Fisioterapeuta y muchos de aquellos chicos de Universidad ahora son grandes actores y actrices. Me han brindado su tiempo para contarme sus experiencias trabajando con personas de diferentes edades y necesidades, creando proyectos increíbles con un trasfondo que va más allá de lo social.

Mis compañeros han podido contactar con esas personas sin etiquetas, poniendo en valor sus capacidades, teniendo en cuenta ciertas necesidades para facilitar el proceso sin pensar en la patología, pudiendo así sentirse más libres. Libertad para el artista, la familia, el resto del equipo y por supuesto, el usuario.
Tengo la suerte de haber podido compartir escenario y mucho aprendizaje con amigos y familia. Hoy tengo el placer de entrevistar a Irene Doher, Ángel Perabá, Ruth Cabeza y Diego Miño uniendo sus voces y experiencias que evidencian el gran vínculo del arte y la terapia. En varios proyectos donde han trabajado me cuentan que está presente el personal sanitario.
Irene Doher, actriz y directora riojana asentada en Madrid, estudió en la prestigiosa RESAD. Cofundadora de Livianas provincianas, pareja de actrices poderosas a las que es un gusto siempre ver actuar. En noviembre de 2018 empezaron los ensayos de la obra “Lear desaparecer” con la compañía “Los números imaginarios”, uno de los colectivos de investigación y experimentación teatral más interesantes de los últimos años en España. (3)
Al inicio de los ensayos, Irene debe ser ingresada de urgencia en el hospital y tener que pasar por una cirugía. La pieza se estrenó en mayo de 2019, teniendo que superar su enfermedad y la fase hospitalaria mientras el montaje teatral seguía su proceso y seguía en proceso su salud. (3)
En “Lear desaparecer”, ¿por qué desaparecer? Irene me cuenta que porque el Rey Lear (texto de Shakespeare) comienza a tener pérdida de memoria. Para ello, en la primera fase de creación, la compañía se reunía los sábados por la mañana con un grupo de personas con Alzheimer junto a sus acompañantes, en casi todos los casos sus parejas, y el terapeuta de la asociación.
Irene me cuenta que el terapeuta alucinaba con la transformación que vivieron en el proceso y en sus conclusiones observó que si reconocían al equipo de actores, el espacio de trabajo y además eran capaces de repetir patrones de movimiento aprendidos en esas sesiones. A nivel emocional les veía entusiasmados nada más entrar al espacio.
Para los familiares también fue un momento excepcional donde poder compartir, no desde la enfermedad sino desde el juego y el arte. En esta fase, actores y personas mayores con Alzheimer, trabajaban con música, con una estructura de baile y movimientos constantes. A fuerza de repetición, entraban muy rápido en la dinámica.
Los actores les miraban sin ver la pérdida, observaban ciertas peculiaridades que les fascinaban, veían belleza en esos gestos. Esa forma de mirar, por momentos, conseguían contagiársela a los usuarios. Para los familiares eso también fue muy especial, consiguieron ver a sus parejas desde otro punto sin pensar en el deterioro.
Esa estructura de baile se mantuvo en la representación final de “Lear desaparecer”. La disposición escénica del público se construyó en círculo, con una primera fila de sillas, lo mismo que hacían en los talleres con los mayores. La compañía les invitó a todas las funciones, creándose así momentos preciosos,
porque si ese día acudían al teatro, podían intervenir.
Se creó un vínculo con las familias y mantuvieron el contacto. Se hizo un documental del proceso al que les invitaron para verlo. Durante los ensayos ninguno de los usuarios presentó ninguna crisis o estado de confusión, sólo una persona estuvo un momento molesto delante de un espejo, pero al observarlo, controlaron la situación perfectamente y eliminaron el objeto.
Por otra parte, El Teatro de la Abadía de Madrid, creó una iniciativa: “La Abadía cruza la calle” (4), donde se pretendía entrar en contacto con otras entidades. Irene me cuenta que con el centro de día compartieron este proyecto junto a personas con distintas historias y situaciones, procesos de salud mental, algunas de ellas mayores. Irene también creó una muestra con la Residencia de menores
del barrio madrileño donde está ubicado el teatro.
Durante las sesiones estuvieron acompañados por un terapeuta. Irene señala que es “tremendamente importante porque hay mucha información que no puedes controlar cuando estás danto un taller. Se necesita el apoyo y la información precisa para que el taller salga bien y evitar conflictos”.
Las vivencias de Irene me llevan también a las del actor Ángel Perabá. Irene me dice: “Lo que más les gustó a ellos fue poder hacer una obra de teatro en el Teatro de la Abadía”. Sentir esa validación. Le decían: “estoy aquí, viene gente a verme a mí, a mí que no suelen venir nunca a verme. Veo que despierto una sonrisa en el público haciendo un personaje”.
Se creó una sinergia muy interesante porque a esos talleres también se unieron dos de las personas que estuvieron en “Lear desaparecer”, confirmando así que querían continuar vinculados al teatro. Para personas que no habían hecho teatro en su vida, esa iniciativa fue una puerta para actuar todos los años en el teatro de la Abadía. Les dio alegría de vivir.
Irene como directora de esta obra en el Teatro de la Abadía, lo que hacía era intentar potenciar al máximo eso que les convertía un poco en un personaje, esa peculiaridad. De esa manera podía despertar emociones genuinas. “Lo que normalmente te hace estar fuera, de repente te hace ser protagonista de la escena. Lo que te avergüenza puede ser lo más divertido de tu personaje. Siempre con mucho cuidado y cariño para no ridiculizar” quiere recalcar Irene.
La actriz señala la felicidad de las personas usuarias después de hacer la muestra. Los mayores acudían a todos los ensayos, si a alguno tenían que faltar avisaban con tiempo y con pena por perderse ese día. Eso, por supuesto, es sinónimo de que estaba funcionando.
Irene recalca la importancia de los terapeutas en el proceso. Esenciales para llevar el seguimiento de la parte humana. “Muchas veces eso como facilitador se te puede escapar porque les ves sólo un día a la semana, en cambio los terapeutas diariamente”, me dice Irene. Además, los terapeutas se implicaban para ayudarles a memorizar texto, para ellos era una herramienta de trabajo y mejora cognitiva pero tremendamente motivado y con un objetivo claro poque era para montar una obra de teatro. “Hay ensayo y el texto te lo tienes que saber”. Los terapeutas también fueron a verles actuar en la representación y alucinaban, estaban felices, al igual que las familias.
“Los actores no somos personas en riesgo de exclusión, somos la gente que todo el rato se mira y a la que los que los demás miran. Cuando alguien que está en el margen consigue el foco es tan poderoso que a mí me encantaría estar siempre haciendo estos proyectos. Ojo con no hacer de ello algo exótico, no ridiculizar”, señala Irene.
Por eso mismo la actriz siempre les pregunta qué es lo que quieren mostrar, no lo que a nivel institucional se espera que se vea. Huir de hacer auto-ficción hablando exclusivamente de sus problemas. Irene me dice: “Ellos no querían hacer eso, querían pasarlo bien actuando, usando el escenario, el vestuario, el juego escénico, con un discurso libre y propio. Por eso es esencial preguntar qué queréis hacer. No querían que el público les mirara como ya les miran siempre. Ellos querían abrirse a ser observados de otra forma, sin etiquetas”.
Es importante que alguien esté encargándose de lo artístico y otra de lo terapéutico y que sean dos personas distintas porque si no se vician los objetivos e intereses por la terapia y se pierde lo artístico. Irene me señala que “el no verle con la mirada de la patología es importante. Si en algún momento había una información que necesitaba saber el equipo terapéutico me la daba. Me viene bien no saber qué les pasa, cuál es la patología, para poder sentirme libre y crear evitando prejuicios”.
Escuchando las voces de los actores veo un gran vínculo: crear un espacio seguro, evitar prejuicios, preguntar siempre al grupo, cuidando lo artístico y lo humano.
Ángel Perabá, es actor formado en la prestigiosa RESAD de Madrid, Máster en Educación a través de la Danza. Trabaja en varios proyectos con comunidades y en mediación, muchos de ellos con la compañía Cross Border Proyect. Utiliza herramientas como el teatro foro y documental.
Otro punto de unión entre la terapia y el teatro es que ambas disciplinas usan un trabajo metodológico, técnico y humano. Ángel nos cuenta los pasos que utiliza para la creación de una pieza teatral. En las fases del proceso hay una de creación de diálogo con el grupo, dentro de un espacio de seguridad, de dramaturgia gracias a las experiencias de los usuarios, para montar finalmente la obra de teatro mostrándola al público. Ángel Perabá realiza las adaptaciones necesarias o, como bien dice, viendo las necesidades y no la discapacidad. (5)
“Yo Cuento”, ya va por su quinta edición, y es su experiencia más vinculada al mundo sanitario. Es un proyecto de creación escénica con niños y adolescentes con discapacidad, o como lo define él: “personas que han estado en algún momento de su vida, en el área de Neurología del Hospital Niño Jesús de Madrid”.
El proyecto nació de la mano de dos médicos Neurólogos, una Gestora cultural y la compañía Cross Border Proyect. Dentro de la parte metodológica, el equipo se reúne con 20 usuarios cada dos semanas para hacer dinámicas teatrales. Son grupos con distintas necesidades, desde movilidad reducida, autismo, TDH, discapacidad visual, donde se evidencia la necesidad de crear un modelo de comunicación, tarea compleja pero no imposible.
El DUA es un diseño universal del aprendizaje, modelo de accesibilidad que curiosamente viene de la arquitectura y se traslada a otras disciplinas. Después de 5 años junto al proyecto “Yo cuento” es algo en lo que siguen trabajando para mejorarlo.
Después de cada sesión, Ángel como facilitador experto teatral se queda a hablar de lo que ha pasado con los médicos y los voluntarios para valorar las distintas necesidades individuales, por ejemplo, pausas con algún grupo, o mayor actividad con otros, valoran cómo dar la información poco a poco o por grupos, de manera adaptada desde lo visual, textual, etc.
Ángel comenta la necesidad de personas de apoyo para sostener al grupo. Durante las dinámicas, una psicóloga se reúne con los padres. En este proyecto utilizan para crear la dramaturgia desde los dibujos que realizan los usuarios, distintos audios, a charlas con los padres y familiares.
Ángel Perabá diseña las sesiones de forma similar al resto de proyectos. Existe una primera fase donde el grupo se conoce para que sientan que el espacio que se crea es un espacio seguro donde poder compartir historias de manera libre sin miedo.
Ángel les establece y les marca el primer límite: “cuenta lo que tú sientas que puedas compartir con este grupo aquí y ahora”. Cuanta más confianza, más sienten que pueden compartir. También puede pasar que la persona no sepa cuál es el límite, de ahí la importancia del profesional como Ángel para guiarles.
En la segunda fase del proceso se recoge la información, el material que luego va a servir para la dramaturgia. Ángel reflexiona y establece que “es importante saber leer en las personas lo que pueden sostener o no, es donde hay que dar muchísima importancia a los cuidados. No es lo que yo quiera contar como director sino lo que ellos quieren contar porque es su obra de teatro”.
En este caso, encontramos el mismo relato en voz de la actriz y directora Irene Doher. A ambos actores les ha pasado lo mismo: “Puedes llegar con una idea preconcebida de lo que crees que te van contar y luego las personas se van a otro lado. Lo que tú crees que es importante o te llama más la atención, por diferente, no tiene por qué ser lo que ellos quieren contar”, dice Ángel y también es lo que ha observado Irene.
Ángel señala la importancia de cuidar lo artístico que las personas sientan que están trabajando en algo importante, que es suyo y que tiene valor. “En el teatro social a veces se deja de lado un poco el cuidado en lo artístico pero ese cuidado hace que se el trabajo se ponga en valor y se multiplique el efecto del resultado de algo creado por ellos, algo que ha nacido de ellos”, dice Ángel. Es importante que la obra se sienta que realmente la han creado ellos.
Como modo de adaptación del lenguaje, Ángel usa la lengua de signos muchísimo en sus clases. También se puede hacer una dramaturgia visual. Se traslada el texto en lectura fácil. En el propio espectáculo se integra la lengua de signos o proyecciones con dibujos, pictogramas, etc.
Las representaciones del “Yo Cuento” se realizan en el propio Hospital Niño Jesús, de Madrid, dentro del Festival los Veranos de la Villa. Al público se le da una bata para que actúen como médicos del propio hospital y aparezcan en las escenas. Un proyecto increíble de implicación del propio hospital y todo el equipo.
Con personas mayores, Ángel ha trabajado en el proyecto de teatro documental: identidad y territorio. Mayores de 60 años, vecinos de Rivas en Madrid. La fase metodología teatral me vincula a la terapia. Existen técnicas para el inicio y el cierre de la sesión. Luego se hacen las evaluaciones finales del ciclo de sesiones donde los mayores pusieron en valor la posibilidad de volver a jugar, al juego teatral,
valoran sentirse orgullosos y la unidad construida entre todos.
Como fisioterapeuta, cuando pienso en esta metodología me doy cuenta de lo terapéutica que es, aunque la finalidad en sí misma del teatro no sea esa. Ángel me cuenta: “En el cierre de cada sesión, es totalmente imprescindible preguntarles qué parte de lo que hemos hecho hoy queréis recoger para llevarlo a la muestra. Hacemos un círculo, cerramos los ojos y reflexionamos. Al inicio siempre se hace un termómetro para verificar cómo están hoy, en el cierre valoro lo que me llevo de la sesión describiéndolo con una palabra. En esos momentos se puede evaluar como están, lo físico se ve, pero lo de dentro hay que detectarlo de otra manera. Ellos necesitan tomar conciencia”.
En algunas dinámicas Ángel Perabá les ha visto ir con la mirada baja, entonces les dice: “qué pasa si nos miramos a los ojos. Ahí puedo ver que los cuerpos cambian. Obviamente influye mucho cómo das las pautas, no es lo mismo decirle pon la espalda recta a mira a tu compañero a los ojos o imaginad que sois un árbol y que vuestras cabezas son las ramas”.
El último día se hizo una lectura dramatizada. El hecho de hacer una muestra con público para los usuarios es un hito, se genera un recuerdo muy poderoso, es un momento de poner en valor su trabajo grupal y de que sus seres queridos acudan a verlos. “La gente estaba feliz, habían compartido sus experiencias, han creado un grupo activo para seguir viéndose y hacer encuentros, quedan para ver a otros mayores en residencias” me cuenta.
Donde Ángel ve el impacto de una sesión a otra de manera clara es en el hospital. Ellos vienen con muchas ganas de tener un grupo de iguales, se crea un espacio donde son ellos el centro. Se nota la evolución, vienen muy cerrados y a los pocos días se abren. Médicos y familiares se asombran del cambio también.
“Niños con autismo han pasado de estar en su lugar apartado a decir texto con el resto del grupo”, me cuenta Ángel. En el proyecto “Yo cuento” piden al equipo sanitario un listado de necesidades, no de patologías, para no estigmatizar. En “Yo cuento” ahora están haciendo un foro teatro para desestigmatizar la epilepsia. “Yo cuento” ha sido seleccionado como proyecto innovador en la lanzadera de MadFeria en junio, de este año, 2025.
En el momento actual, Ángel siente que el siguiente paso al diseñar los proyectos es cómo integrar a familiares e incluso a las propias instituciones. Otro punto importante e ideal es que cada teatro tuviera un equipo educativo y de mediación con comunidades. Con la compañía Cross Border Proyect ya lo están haciendo ahora con el Teatro CDN. En España todavía esa estructura es deficitaria, pero e otros países ya tienen ese departamento educativo en muchos teatros y museos.
Conocí a Ruth Cabeza en aquel maravilloso grupo de teatro y seguimos en contacto a pesar del tiempo y la distancia. Ruth Cabeza es actriz, repostera y creadora de contenido. Una mujer con una sensibilidad absoluta, una mujer rigurosa y amorosa en todas sus creaciones. En este caso le entrevisto para que me cuente su experiencia con personas mayores en una de las tantas las obras de teatro donde ha actuado.
“Cuerpos dejan cuerpos”, dirigida por David Puig, es un montaje teatral escrito por Cristina Peregrina, compañera de escena de Ruth. Ellas encarnaban a las maestras de ceremonia en el montaje de esta pieza performativa, moderna, transgresora y poco convencional donde las voces de las personas mayores eran las protagonistas.
Miguel Ángel y Margarita fueron sus compañeros mayores en esta obra de teatro. La abuela de Ruth también aparecía en algunos de esos vídeos. “Es duro trabajar para la escena, es duro actuar para todos y para los mayores evidentemente también. Aun así, fue increíble ver su entrega y generosidad día a día” me cuenta la actriz.
Ruth se emociona al recordar sus textos y su entrega: “Margarita iba vestida como Alicia en el país de las maravillas y decía un texto en el que comentaba que se olvidaba de cosas y empezaba a estar en otro mundo. Miguel Ángel tenía un texto donde todos se unían delante de una mesa para comer y hablar desde su experiencia como persona mayor”. A Margarita le asustaba olvidarse del texto o perder conciencia del momento.
El trabajo previo a la creación definitiva del texto fue muy interesante y removedor. Estuvieron investigando, visitando centros de mayores y otros espacios donde personas mayores les hablaron sobre la vida, la vejez, el crecimiento y su propia percepción de las personas mayores. También trataron la visión de las madres que lo son siendo mayores.
Ruth me cuenta: “la investigación fue brutal, muy dolorosa por momentos, en algunos centros había situaciones muy complejas y también momentos preciosos”. Ruth destaca también que, si bien “en otros momentos de la historia u otras culturas, los viejos siempre han sido los sabios, personas venerables, en el mundo actual muchas veces no les ve así. Ojalá pudiéramos cambiar y atesorarles para crecer con ellos”.
La actriz defiende que el teatro puede ser terapéutico y recuerda que Miguel Ángel y Margarita iban de gira con ellos y veía lo felices y agradecidos que estuvieron siempre en todo el proceso. “Se sentían valorados, sentían que les veían a la cara y podían trabajar con ellos” destaca Ruth. Ambos actores mayores eran personas cultas, con una vida plena y familiar, pero poder actuar les dio luz. “Al hacerse
mayor parece que todo lo que has dado al mundo se vuelve invisible. Esa sensación ellos la tenían, pero al subirse al escenario y ponerse a prueba ante un público, siendo admirados, se convertía en un chute de energía y alegría tremendos”. Ellos les decían que contagiarse de la energía de una compañía teatral joven era una segunda juventud. “Que sus familias les viesen fue precioso, sentirse útiles y admirados, siendo iguales fue lo más terapéutico” admira Ruth.
En esta entrevista Ruth recuerda los textos de la obra con emoción. “El último texto escrito por Cristina Peregrina es de una potencia que a todos nos puede despertar una lágrima”. Para Ruth esta obra es de las que recuerda con más detalle porque la experiencia fue tan potente que es imposible olvidarla.
Gracias a mis viajes internacionales pude compartir tiempo familiar y profesional en Ecuador. En este increíble país sudamericano pude trabajar en las Brigadas de Fisioterapia de Apoyo humanitario debido al terremoto de 2016, hacer teatro comunitario y compartir tiempo de calidad con personas vinculadas a la terapia y a las artes escénicas. Aquí quiero presentarles a Diego Miño, músico ecuatoriano, percusionista, fundador del grupo “Tomback” y pedagogo musical, entre otras disciplinas.
Diego me cuenta su experiencia como profesor del proyecto “Cardio Beats” en residencias de mayores, donde a través de rutinas percusivas encuentra un gran beneficio en los mayores. Para Diego Miño esta experiencia está siendo de lo más gratificante. Puede sentir la conexión que ellos adquieren a través de la música. No sólo ha podido aprender todo el repertorio de música que a ellos les gusta, sino conectar más con ellos. Diego ve que su cuerpo, mente y emociones se activan y que la música está llena de emociones.
En las residencias Diego sabe que muchas veces él ha roto los esquemas. Algunas de sus alumnas tienen más de 95 años y aunque puede que no se acuerden de cómo se llaman, si se acuerdan de las canciones que van tocando y cantando. Algunos van activando lados del cuerpo que antes no movían. Para Diego ver esa mejoría le da una absoluta satisfacción. A nivel emocional, también ve los resultados, “la música nos divierte y mejora el genio”, dice Diego. “Al principio se quejaban de dolor en los brazos y ahora nadie si quiera lo menciona”. Los mayores le agradecen siempre y se alegran al verle.
Para Diego es un honor se profesor de Cardio Beats y sentir la compañía de los mayores y el equipo de fisioterapeutas. “Trasladarles la fuerza de que no se sientan solos, de que pertenecen a un grupo” es de lo más esencial para Diego Miño.
Para concluir me gustaría comentar que sería esencial registrar la evolución en las sesiones vividas por las personas usuarias. Los Fisioterapeutas lo hacemos en nuestras sesiones terapéuticas y, es por eso, que creo que falta registrar los cambios observados durante las sesiones artísticas para demostrar científicamente la evolución. De ahí la importancia del trabajo interdisciplinar para poder realizar los registros en equipo. Ángel me cuenta que en sus proyectos hay evaluaciones más de corte emocional, por lo que sería muy interesante evaluar la parte fisiológica, estructural y de movimiento.
De los profesionales de las artes escénicas se pueden aprender muchas técnicas para luego replicarlas con los pacientes, tanto a nivel grupal como individual. El teatro te permite crear lazos con los demás muy rápido, los que hemos tenido el placer de vivirlo lo sabemos. En este punto hay vínculos con la Fisioterapia, que te permite comunicarte a través del cuerpo muy rápido con el paciente.
Podemos observar que en ambos terrenos se generan herramientas de comunicación rápidas y efectivas. Poder entrar en el juego escénico es muy liberador y, apuntaría por supuesto, a sanador también. En los proyectos de las personas entrevistadas han podido experimentarlo tanto usuarios, como familias, terapeutas y voluntarios. Una herramienta poderosa que necesitamos cuantificarla científicamente para darle el valor que merece.
Las artes escénicas deberían estar más presentes de lo que están como herramienta poderosa, de libertad y vínculo humano. Valoro la capacidad de adaptación de mis amigos ante diferentes grupos con distintas edades y necesidades. Valoro su compromiso artístico y humano, no me sorprende porque les conozco desde hace muchos años y siempre han demostrado su sabiduría, pero seguir viéndolo me reafirma en su integridad humana y en el poder que tiene el arte para sanar la vida. Gracias totales.
Enlaces de interés:
(1) “EL USO DE LA ARTETERAPIA COMO HERRAMIENTA PARA LA MEJORA DEL APRENDIZAJE”, artículo de Elsevier https://www.elsevier.es/es-revistafisioterapia-146-articulo-el-uso-de-la-arteterapia-S0211563823000755
(2) Medicina: arte o ciencia? Una reflexión sobre las artes en la educación médica, artículo de Elsevier: https://www.elsevier.es/pt-revista-educacion medica-71-articulo-medicina-arte-o-ciencia-una-S1575181317301018
(3) Lear desaparecer https://www.teatroabadia.com/espectaculo/lear-desaparecer
(4) Teatro Abadía: https://www.teatroabadia.com/nuevo-encuentro-de-la-abadia-cruza-la-calle/
(5) Video en el hospital Niño Jesús de Madrid: https://www.youtube.com/watch?v=RCLC2dofNjo&t=6s
(6) Documental en vimeo: https://vimeo.com/970505370
(7) Cuerpos dejan Cuerpos: https://cdn.inaem.gob.es/espectaculo/cuerpos-dejan-cuerpos-una-mirada-diferente/
(8) Documental Cuerpos dejan Cuerpos: https://vimeo.com/38349439
(9) Cardio Beats: https://www.facebook.com/CumbayaVillage/videos/encumbay%C3%A1-village-descubrimos-c%C3%B3mo-el-cardio-beatshace-latir-m%C3%A1s-fuerte-los-o/714015624005308/
(10) Tomback: https://www.youtube.com/channel/UC6seeydeYjaEdtWoI2HTxEw/videos