Los problemas de sueño son bastante frecuentes entre las personas mayores. De hecho, 8 de cada 10 de las personas mayores de 65 años residentes en centros geriátricos u hospitalizadas padece algún tipo de trastorno del sueño, y en el caso de las sufren una demencia, la prevalencia de estos trastornos aumenta hasta el 90%, según lo expuesto en el X Curso de Actualización en Psicogeriatría, organizado por el Hospital Sagrat Cor de Martorell.

– Les cuesta conciliar el sueño
– Se despiertan muy temprano, de madrugada
– Tienen un sueño entrecortado y poco profundo

En algunas ocasiones estas alteraciones del sueño puede estar provocado por alguna enfermedad como Alzheimer, depresión, afecciones neurológicas, dolores crónicos o insuficiencia cardiaca. No obstante, este problema afecta a muchas más personas y no tiene por qué estar asociado a ninguna enfermedad.
Algunos factores en el estilo de vida que influyen directamente en la aparición de trastorno del sueño en las personas de edad avanzada:

– La ingesta de alcohol
– Ciertos medicamentos, hierbas o suplementos
– No llevar una vida activa
– Tomar estimulantes como cafeína, chocolate, té o nicotina
– Orinar frecuentemente durante la noche

Para tratar de evitar o paliar las alteraciones del sueño en las personas mayores, y el impacto negativo en que tienen en su calidad de vida, desde Sanyres nos ofrecen una serie de consejos:

– Dormir en un lugar tranquilo con temperatura agradable
– Evitar comidas pesadas poco antes de acostarse y cenar, al menos, una hora antes de acostarse
– Evitar tomar estimulantes después de media tarde
– Evitar beber alcohol antes de acostarse, provoca que tenga un sueño superficial y poco reparador
– Tratar de acostarte y despertarse a la misma hora todos los días
– En el caso de dormir siesta, intentar que ésta no dure más de 20 minutos
– Evitar utilizar aparatos electrónicos, al menos, una hora antes de acostarse. Es mucho mejor apagar la televisión y, por ejemplo, leer un libro
– Si pasados 20 minutos no consigue conciliar el sueño, levantarse de la cama y hacer una actividad tranquila como leer o escuchar música
– Llevar una vida activa: hacer ejercicio suave todos los días. Eso sí, es preferible hacerlo a primera hora de la mañana y evitarlo justo antes de dormir.

En definitiva, es recomendable intentar que los mayores lleven una rutina diaria y un estilo de vida saludable, ya que el hecho de no dormir bien provoca un aumento del riesgo de caídas, el incremento del deterioro cognitivo y una mayor mortalidad.