El envejecimiento progresivo de la población y el aumento de la diabetes se traducen en un incremento de la retinopatía diabética. De hecho, en los últimos 15 años su incidencia se ha multiplicado por tres y actualmente es la principal causa de ceguera en los países industrializados, tal y como advirtieron los expertos reunidos en Bilbao com motivo de la V Revisión Anual ESTEVE.
Durante este encuentro también se destacó el aumento de los trasplantes de córnea y se han abordado los avances en superficie ocular, cirugía, inflamación ocular y oculoplástica presentados en congresos nacionales e internacionales

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Santiago Castelló, Director de Vision Care de ESTEVE, durante la apertura del Congreso

“La diabetes es una enfermedad crónica sistémica con una enorme repercusión en la retina, destacó en su intervención el Dr. José Luis Encinas, presidente de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO) y coordinador científico de la V Revisión Anual ESTEVE. Básicamente, “las principales enfermedades que se producen en la retina a raíz de la diabetes son el edema macular diabético (EDM) y la retinopatía diabética, que pueden causar pérdida de visión e incluso ceguera”, recalcó este experto.
La retinopatía diabética está causada por el deterioro de los vasos sanguíneos que irrigan la retina, mientras que el edema macular diabético (EMD) es la inflamación y acumulación de líquido en la mácula, responsable de la visión central. Ambas patologías están directamente relacionadas con el tiempo de evolución de la diabetes y su prevalencia también varía en función del tipo 1 o tipo 2. “El 80% de los pacientes con diabetes tipo 1 durante 15 años tiene algún grado de retinopatía diabética. Y a partir de los 20 años, prácticamente el 100%”.
Otro factor importante es la insulinodependencia, ya que “el 60% de los no insulinodependientes con más de 15 años de evolución de diabetes tiene retinopatía diabética, frente al 80%-90% de los insulinodependientes”. Los expertos también señalan otros factores de riesgo, como la obesidad, un mal control metabólico, la proteinuria, el alcohol y el tabaco, entre otros.
Además, la diabetes tipo 1 aumenta el riesgo de EMD. “Cuando el tiempo de evolución es de 15 años o más, las posibilidades son del 15%, mientras que a partir de los 20 años son del 28%. En la diabetes tipo 2 las cifras son algo inferiores: a partir de los 20 años, el 22,5% tiene EMD”, afirmo el el Dr. Encinas.

La DMAE afecta a 750.000 personas en España

Respecto a la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE), una enfermedad que afecta a una parte de la retina, la mácula, y que aparece más frecuentemente a partir de los 50 años, en este foro se recalcó que en un plazo de 5 años hasta la mitad de los casos serán bilaterales, es decir, que afectarán a ambos ojos… “Aunque lo acaba siendo en todos”.
“La DMAE afecta a 25 millones de personas en todo el mundo, 3,5 millones en Europa y 750.000 personas en España”, según el Dr. Encinas. El tratamiento actual se reduce a inyecciones de productos antiangiogénicos en el vítreo que evitan la proliferación de nuevos vasos sanguíneos anómalos en la mácula, responsables de la pérdida de visión, consiguiendo mejorarla o mantenerla. Aquí, los expertos destacaron los dispositivos intraoculares, que liberan el fármaco en una dosificación constante durante días o semanas.
El presidente de la Sociedad Española de Oftalmología destacó que “el desprendimiento de retina afecta a una de cada 10.000 personas, un 1% de la población, y suele aparecer en la mediana o tercera edad. Pero hay grupos de riesgo muy claros, como los miopes a partir de las 5 o 6 dioptrías, básicamente por el adelgazamiento de la retina que produce la distensión del globo ocular. Entre sus causas se incluyen la degeneración en empalizada, que aparece en el 8% de la población y que supone hasta el 30% de los desprendimientos de retina; complicaciones en la cirugía de cataratas; o el desprendimiento de vítreo posterior, que puede arrastrar a la retina.

Aumentan los trasplantes de córnea en España

En el apartado dedicado a la superficie ocular y córnea, el ojo seco fue un tema central debido a “la reciente publicación del último informe de definición y clasificación de esta enfermedad, el TFOS DEWS II3, a su elevada frecuencia en la consulta y a que se trata de un problema a la hora de plantear algunas cirugías oculares”, comentó el Prof. Juan Durán, director médico del Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología, catedrático de Oftalmología de la UPV y coordinador científico de Revisión.
“Colirios antiinflamatorios específicos o derivados plasmáticos están aportando soluciones a casos de ojo seco graves”, aseguró, destacando también que “existe una preocupación por la gravedad de queratitis, infecciones asociadas al uso de lentes de contacto, con presencia de gérmenes cada vez más agresivos”, motivo por el cual también se analizaron en el encuentro.
En cuanto a los trasplantes de córnea, se destacó el aumento de su número en España “debido al interés de los bancos de tejidos, que han hecho reducir las listas de espera considerablemente”. En este sentido, “las técnicas lamelares han supuesto desde el inicio de este milenio una auténtica revolución y permiten dar mejor respuesta a enfermedades como la distrofia de Fuchs, que es la primera indicación de trasplante, o queratocono”. Y respecto a las córneas artificiales «siguen siendo un tema complejo y sólo se realizan en centros de referencia”, concluyó Profesor Durán.