Una lente intraocular de foco extendido, patentada por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), para tratar las cataratas ha sido implantada por primera vez en pacientes en España y la República Checa.

Científicos del Instituto de Óptica han diseño esta lente intraocular que aumenta el rango de foco de las lentes asféricas monofocales convencionales, manteniendo una calidad de óptica óptima para lejos y distancias intermedias. El diseño refractivo evita halos y otros artefactos presentes en lentes difractivas, produciendo una visión natural a varias distancias. La tecnología, patentada por el CSIC, ha sido licenciada a la empresa belga PhysIOL, quien, en colaboración con los investigadores del Laboratorio de Óptica Visual y Biofotónica, han procedido a su industrialización.

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Científicos del Instituto de Óptica han diseño una lente intraocular que aumenta el rango de foco de las lentes asféricas monofocales convencionales, manteniendo una calidad de óptica óptima para lejos y distancias intermedias.

Las cataratas afectan a la mitad de la población por encima de los 65 años y la cirugía de catarata conlleva unos 28 millones de procedimientos al año”, explica Susana Marcos, coinventora de la tecnología y Premio Nacional de Investigación 2019. “En la cirugía de cataratas se reemplaza el cristalino natural por una lente intraocular artificial. Estas lentes tienen diseños cada vez más sofisticados que devuelven no solo la transparencia del cristalino natural sino que también optimizan su calidad óptica”, añade esta experta.

Una lente imita al cristalino para corregir la presbicia

Científicos del Instituto de Óptica del CSIC también han desarrollado una lente acomodativa intraocular que cambia su forma para enfocar objetos lejanos y cercanos imitando al cristalino para corregir la presbicia. “Esta nueva lente consta de dos elementos: uno refractivo para la corrección de la visión lejana unido a un elemento deformable, con hápticos (terminaciones periféricas de la lente) que capturan las fuerzas del músculo ciliar, responsable de cambiar la forma de la lente para enfocar”, explica Susana Marcos.

El diseño de la lente ha sido probado informáticamente, mediante modelos de elementos finitos, y el prototipo fabricado ha sido evaluado experimentalmente montado en un sistema motorizado que emula las fuerzas radiales del músculo ciliar. Los cambios geométricos en la lente han sido caracterizados mediante Tomografía de Coherencia Óptica (una técnica de imagen por secciones no invasiva), y los cambios de potencia mediante un sistema de trazado de rayos por láser.

Tal y como afirma Andrés de la Hoz, investigador del Instituto de Óptica y primer autor del estudio, esta lente «reproduce el comportamiento del cristalino, disminuyendo su espesor, aumentando el diámetro ecuatorial y aplanándose al desacomodar«, destacando que “aunque ha habido propuestas previas de lentes acomodativas, estas no han demostrado un cambio de potencia efectivo, probablemente porque su diseño no responde al mecanismo natural del cristalino del ojo, o porque dependen del tamaño o integridad del saco capsular. Nuestra lente sí ha logrado un cambio de potencia efectivo”, concluye De la Hoz.