Fomentar la educación terapéutica y adoptar unos sencillos hábitos de vida contribuiría a prevenir más del 50% de los casos de diabetes tipo 2, tal y como destaca la Sociedad Española de Diabetes (SED) y su Fundación (FSED), que insisten en la importancia de aumentar la conciencia sobre el impacto que la diabetes tiene en las familias y la red de apoyo de los afectados, así como en promover el papel de la familia en la gestión, cuidado, prevención y educación de la diabetes.

Y es que el diagnóstico de diabetes tiene un enorme impacto a nivel clínico, social, laboral y económico en el afectado, pero la presencia de esta enfermedad trasciende también a su entorno familiar. En este sentido, la Dra. Sonia Gaztambide, presidenta de la Fundación SED, subraya que “2 de cada 3 personas no sabrían cómo cuidar a una persona de su familiar con diabetes”. Una encuesta reciente de la Federación Internacional de Diabetes, realizada a 7.000 personas en 7 países, destaca que el 51% de las personas que viven con diabetes sienten que su diagnóstico ha puesto a prueba a su familia; además, se determina que 2 de cada 5 pacientes han sentido ansiedad cuando fueron diagnosticados y un 46% no quieren ser una carga para su familia.

A juicio de esta experta, “las familias necesitan ayudas para asumir la carga económica y emocional, además de contar con educación e información para asumir el futuro valorando que la enfermedad eleva el riesgo de padecer eventos cardiovasculares y es causa frecuente de ceguera, fallo renal y de amputaciones de extremidades”.

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En la imagen, Andoni Lorenzo, presidente de la Federación Española de Diabetes y la Dra. Sonia Gaztambide, presidenta de la Fundación SED

En este sentido, el presidente de la Federación Española de Diabetes (FEDE), Andoni Lorenzo, reconoce que “en el momento que a una persona le diagnostican de diabetes, comienza a cambiar su día a día y el de toda su familia”, destacando que “la diabetes nos obliga a tener una cierta disciplina en nuestras rutinas y, en el caso de la diabetes, la alimentación el ejercicio y la medicación son fundamentales para conseguir una calidad de vida adecuada».

Pero, como pone de relieve el máximo representante de FEDE, “las recomendaciones que habitualmente recibimos no son específicas para nuestro colectivo: son recomendaciones tanto para toda la población como para nuestro ámbito familiar. De ahí que debamos colaborar a la hora de elaborar menús saludables y acompañar a la persona con diabetes cuando vaya a practicar ejercicio, pues son dos aspectos de un gran impacto en la salud del paciente y, además, algo en lo que muy fácilmente puede ayudarnos nuestro entorno familiar»

Por todo ello es fundamental poner el acento en los retos pendientes, especialmente “sensibilizando a todos los implicados: pacientes, familiares, administraciones públicas,…sobre esta enfermedad que resulta una amenaza seria para la salud; se trata de promover acciones para un diagnóstico más precoz y para un mejor control de la enfermedad que reduzca la morbimortalidad”, recalca la Dra. Gaztambide.

Además, a pesar del tiempo transcurrido desde el descubrimiento de la insulina, casi 100 años, aún en algunas partes del mundo las personas con diabetes tienen dificultades para acceder a este tratamiento de forma regular”, destaca la presidenta de la Fundación SED, que es jefa del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Cruces (Bilbao).

Equidad en el acceso a tratamientos y recursos tecnológicos

Y es que entre los principales desafíos a afrontar está el riesgo de inequidad en el acceso a los nuevos tratamientos y recursos tecnológicos para el control de la diabetes, con algunas diferencias notables entre Comunidades Autónomas. En España, según detalla la Dra. Gaztambide, “todas las personas tienen acceso a la sanidad pública y a los tratamientos farmacológicos para la diabetes, aunque en algunas comunidades puede haber limitaciones”.

La propia aparición de nuevos recursos tecnológicos, como puede ser la monitorización continua de la glucosa (MCG), plantea algunas dificultades de acceso. Según admite la presidenta de la Fundación SED, “el Ministerio de Sanidad realiza una serie de recomendaciones sobre su implantación y uso, pero las Comunidades Autónomas no responden por igual”.

En cualquier caso, como admite esta experta, no cabe duda que son innovaciones que aportan un importante valor añadido: “en niños y adolescentes la MCG ha supuesto una mayor tranquilidad para los padres, ya que pueden tener acceso a los controles y hacer tareas de supervisión en la distancia, además de mejorar el control de la enfermedad; por su parte, en adultos facilita un conocimiento más profundo de lo que ocurre y ayuda en la toma de decisiones”.

Desde SED/FSED se indica también que otra de las tareas pendientes es la necesidad de implementar programas de educación terapéutica y su acceso por parte de todos los implicados (pacientes, familiares,…), independientemente de su lugar de residencia. De hecho, se reconoce que “la principal asignatura pendiente sigue siendo la educación terapéutica, no tanto en DM tipo 1 sino principalmente en diabetes tipo 2”, opina la Dra. Gaztambide. A nivel internacional, únicamente 1 de cada 4 familias tienen acceso a programas de educación.

De ahí la necesidad de contemplar la educación terapéutica como un elemento más en el tratamiento de la diabetes, que se incluya en las agendas de los gestores del Sistema Nacional de Salud. Para ello, afirma Sonia Gaztambide, “es indispensable el reconocimiento de un perfil de educador en diabetes, sobre todo porque “se está acusando la falta de relevo generacional: se están jubilando muchas personas dedicadas durante muchos años a realizar una educación muy específica, y están siendo ‘sustituidas’ por otras sin experiencia y, a veces, de forma provisional y transitoria”. Así que, según insiste esta especialista, “debe contemplarse la creación de un perfil de educador en diabetes, ya que en este ámbito se precisan unos conocimientos y habilidades que no se pueden improvisar”.

La necesidad de formación constante de los profesionales sanitarios, sobre todo para asumir nuevas tecnologías en el tratamiento de la diabetes, es otro de los retos pendientes, debiendo actualizarse, adaptar programas de educación y tiempos de atención, valorar consultas no presenciales,…En la misma línea, el avance en las tecnologías de comunicación plantea cambios en el manejo de las personas con diabetes, siendo cada vez más necesario aconsejar a los pacientes sobre páginas web, Apps,…

Y como demandas específicas, la presidenta de la FSED subraya que “en las Unidades de Pie Diabético es imprescindible el podólogo, figura que no está contemplada en el Sistema Nacional de Salud pero que resulta esencial”; de hecho, según denuncia, “están siendo incluidos de manera ajena al sistema, sin acceso a las historias clínicas, pagados con proyectos, becas,…”. Además, la Dra. Sonia Gaztambide señala también como punto débil “la atención a la salud bucal de las personas con diabetes, que no está contemplada por el SNS salvo en los niños”.

Cabe recordar que más de 425 millones de personas viven actualmente con diabetes y para el año 2040 se prevé que esta cifra aumente a 642 millones. Se trata de una de las principales causas de ceguera, amputación, enfermedad del corazón, insuficiencia renal y muerte prematura. En España el estudio Di@nullbet.es, impulsado por el CIBERDEM, demostró que el 13,8% de la población española de más de 18 años tiene diabetes y casi la mitad de ellos no lo sabe; además, hay un 12% que tienen prediabetes. La cifra de incidencia de la enfermedad en la población adulta en 11,6 casos por 1.000 personas-año, lo que representa unos 386.003 nuevos casos cada año. El retraso en descubrir la enfermedad implica que cuando se diagnostica un 50% de las personas pueden presentar ya alguna complicación crónica.