Un artículo de STIMA Mayores

La psicomotricidad es una disciplina no farmacológica y bajo el paraguas de la Terapia Ocupacional que actúa sobre cuatro ejes principales: el motor, el cognitivo, el afectivo y el social tanto en edades tempranas como en personas de la tercera edad. Es por lo tanto un tipo de terapia planificado y desarrollado por psicomotricistas con el propósito de que la persona mejore en cada uno de los aspectos citados previamente.

Como consecuencia del envejecimiento, la persona mayor inicia una travesía caracterizada, principalmente, por un deterioro cognitivo, físico, motriz y emocional que tiene un fuerte impacto en el desarrollo normal de su día a día, en sus capacidades funcionales y sensoriales, en su autoestima o en su interés por las relaciones sociales.

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Gracias a la psicomotricidad se puede prevenir o reducir el impacto de enfermedades como el Alzheimer, el Parkinson, el ictus, la depresión o las lesiones por fracturas

Sin embargo, es importante tener en cuenta que pueden atenuarse dichas limitaciones o ralentizarse su evolución a través de un envejecimiento saludable en el que, por el asunto que nos ocupa, cobrará especial importancia el psicomotricista con conocimientos teórico-prácticos y sociales gracias a los cuales podrá planificar y ejecutar un programa específico.

Objetivos y beneficios de la psicomotricidad en personas mayores

Entre los objetivos y beneficios principales que deben de trabajarse con la psicomotricidad están:

  • Desarrollo de un envejecimiento saludable en lo motor, lo psíquico y lo afectivo.
  • Potenciación de las capacidades funcionales y cognitivas en pro de la autonomía del usuario.
  • Mejora de la movilidad, el equilibrio estático y dinámico, y el desarrollo muscular.
  • Control de la respiración y aplicación de técnicas que promuevan la relajación.
  • Desarrollo de capacidades comunicativas y facilidad para entablar relaciones personales.
  • Favorecer la autoestima y la positividad ante esta nueva etapa y los cambios / situaciones que se deriven de ella.

Como hemos mencionado previamente, la psicomotricidad es una terapia que actúa sobre cuatro grandes áreas de la persona mediante la potenciación y estimulación de las siguientes áreas: respiración, desarrollo psicomotor, postura y equilibrio, flexibilidad, orientación, comunicación, memoria, entre otras.

Asimismo, gracias a la psicomotricidad se puede prevenir o reducir el impacto de enfermedades como el Alzheimer, el Parkinson, el ictus, la depresión o las lesiones producidas por diversas fracturas.

Actividades desarrolladas en la psicomotricidad para mayores

A la hora de desarrollar el programa de actividades, el psicomotricista deberá de tener en cuenta los siguientes aspectos en la persona mayor: resistencia cardiovascular, capacidad respiratoria, flexibilidad y movilidad, estado cognitivo y funcional, capacidad de aprendizaje, entre otros.

Teniendo en cuenta los objetivos marcados y el estudio psicomotriz realizado previamente a la persona mayor, entre las actividades que conforman el programa de intervención psicomotriz destacan: la gimnasia, el baile, los juegos sensoriales, las manualidades, los ejercicios de relajación o los ejercicios cooperativos.

Lo recomendable es que dichas actividades tengan una duración máxima de una hora y se desarrollen en grupos de entre diez y quince personas que presenten unas capacidades y limitaciones similares para que el taller se desarrolle con normalidad. Además, el programa debe de estar correctamente estructurado y equilibrado para evitar en el usuario el cansancio temprano o la apatía.

Es importante que el psicomotricista tenga en cuenta las siguientes recomendaciones para que el taller se desarrolle de forma óptima y el mayor se sienta realizado:

  1. El psicomotricista debe evitar la rutina y planificar un programa dinámico,
  2. El psicomotricista debe utilizar un lenguaje comprensible y tratar a todos los usuarios por igual,
  3. El psicomotricista debe velar por el bienestar individual y colectivo de los asistentes,
  4. Las actividades no pueden poner en peligro al mayor,
  5. Hay que evitar los movimientos complejos,
  6. entre un ejercicio y otro es recomendable realizar una pequeña pausa,
  7. Hay que alternar entre ejercicios dinámicos y ejercicios más pausados,
  8. Para la realización de ejercicios por parejas se tendrán en cuenta las capacidades de los usuarios para su configuración,
  9. El espacio debe estar limpio, ser amplio y luminoso,
  10. Es recomendable finalizar la sesión con un tiempo en el que los mayores expongan sus sensaciones tras el taller.

Dada la importancia de la psicomotricidad en la vida del mayor, esta disciplina está cada vez más presente en los centros de día para la tercera edad, como en los de STIMA Mayores, que están conformados por profesionales gerontológicos y psicomotricistas que elaboran un programa de actividades específico que tiene en cuenta las características de cada individuo, sus patologías y los objetivos a conseguir.