La detección de depósitos de hierro en diferentes regiones del cerebro mediante una nueva técnica de resonancia magnética puede rastrear las mermas en las áreas cognitiva, de memoria y movimiento en personas con enfermedad de Parkinson, tal y como revela un estudio dirigido por UCL Queen Square Institute of Neurology.

Estos hallazgos, publicados en el Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry, sugieren que las medidas de hierro cerebral podrían eventualmente ayudar a predecir qué personas con Parkinson desarrollarán demencia. Y es que, tal y como indica la Dra. Rimona Wei, autora principal del estudio, “el hierro en el cerebro es de creciente interés para las personas que investigan enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y las demencias. A medida que envejece, el hierro se acumula en el cerebro, pero también está relacionado con la acumulación de proteínas cerebrales dañinas, por lo que estamos comenzando a encontrar evidencia de que podría ser útil para controlar la progresión de la enfermedad y, posiblemente, incluso en el diagnóstico.

En este sentido, el hierro se acumula en el cerebro de las personas como parte del proceso normal de envejecimiento, en parte debido a una mayor permeabilidad en la barrera hematoencefálica. El exceso de hierro puede tener efectos tóxicos que conducen a la modificación irreversible de las proteínas. Estudios recientes han encontrado que cuando se acumulan proteínas relacionadas con la enfermedad de Alzheimer (amiloide y tau, que también están relacionadas con la demencia de Parkinson), el hierro también se acumula en las áreas afectadas del cerebro.

Actualmente no existen medidas fiables para rastrear la progresión de Parkinson en el cerebro, por lo que los médicos se centran fundamentalmente en controlar los síntomas. Las imágenes cerebrales convencionales no pueden seguir la progresión hasta una etapa bastante tardía, cuando se puede detectar la pérdida de volumen cerebral a gran escala.

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En la imagen, áreas con acumulación de hierro en el cerebro de personas con Parkinson, correlacionadas con el riesgo de deterioro cognitivo. Fuente: George Thomas et al.

El presente estudio incluyó a 97 personas con la enfermedad de Parkinson diagnosticadas en los últimos 10 años, junto con 37 personas sin esta condición como grupo de control. Los investigadores utilizaron una nueva técnica, llamada Quantitative Susceptibility Mapping, para mapear los niveles de hierro en el cerebro basados ​​en escaneos de resonancia magnética (MRI). Gracias a la misma descubrieron que la acumulación de hierro en las regiones cerebrales del hipocampo y el tálamo se asociaba con mala memoria y niveles cognición. El hierro en la región del cerebro del putamen se asoció con niveles de movimiento pobres, lo que sugiere una etapa más avanzada de la enfermedad. En la enfermedad de Parkinson, se sabe que el hipocampo y el tálamo están asociados con la cognición y la memoria, y el putamen con el movimiento, por lo que los investigadores destacan  que es muy prometedor que se haya detectado específicamente el depósito de hierro en esas áreas.

Los hallazgos sugieren que el depósito de hierro podría ser valioso para rastrear si un tratamiento está funcionando en un ensayo clínico, y eventualmente podría ser útil para el diagnóstico temprano de la enfermedad de Parkinson u otras enfermedades neurodegenerativas.
La Dra. Weil ya descubrió en un estudio de 2019 que un conjunto de pruebas de visión puede ser útil para predecir el deterioro cognitivo en el Parkinson. Ahora hacen falta más investigaciones para determinar si las pruebas de visión y las medidas de hierro podrían ser útiles para predecir qué personas con demencia tienen probabilidad de desarrollar demencia.

En este sentido, el estudiante de doctorado George Thomas, de UCL Queen Square Institute of Neurology, afirma que “es realmente prometedor ver medidas como esta que pueden rastrear la progresión variable de la enfermedad de Parkinson, ya que podría ayudar a los médicos a diseñar mejores planes de tratamiento para las personas sobre cómo se manifiesta su condición”.

Por su parte, el coautor del estudio, el Dr. Julio Acosta-Cabronero, de Tenoke Ltd. y Wellcome Center for Human Neuroimaging, UCL, añade que, «nos sorprendió lo bien que los niveles de hierro medidos en diferentes regiones del cerebro con IRM se correlacionan con las habilidades cognitivas y motoras». Este experto espera que la medición del hierro cerebral pueda ser útil para una amplia gama de afecciones, como medir la gravedad de la demencia o ver qué regiones del cerebro están afectadas por otros trastornos neuromusculares y neuroinflamatorios, derrames cerebrales, lesiones cerebrales traumáticas, etc. Los investigadores ahora están siguiendo a los mismos participantes del estudio para ver cómo progresa su enfermedad, si desarrollan demencia y cómo estas medidas se correlacionan con los cambios en los niveles de hierro a lo largo del tiempo.