En el contexto de alerta sanitaria por COVID-19 que se está viviendo, desde HelpAge International España ha elaborado un documento con orientaciones y consejos para el cuidado de las personas mayores que se encuentran en residencias, que también son aplicables al ámbito familiar y a sus cuidadores.

Las personas mayores que se encuentran en residencias son particularmente vulnerables a este virus pero existen una serie de medidas que se pueden adoptar para reducir el riesgo y garantizar su bienestar. Partiendo de la base, eso si, que el personal y los cuidadores deben estar preparados, equipados e informados para protegerse a sí mismos y a los que están bajo su cuidado.

En este sentido, el documento,elaborado por HelpAge International incluye información sobre cómo actuar, las medidas a tomar dentro de la residencia, la interacción con el exterior, las responsabilidades de gestión y dirección, la comunicación con las autoridades y la información a las familias y, finalmente, qué hacer si una persona está contagiada.

Además de esta guía de pautas en centros y residencias, HelpAge International también ha elaborado otra guía con recomendaciones para las personas mayores. Estas pautas han sido elaboradas en base a la experiencia en China, Corea y Japón.

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HelpAge International España ha elaborado un documento con orientaciones y consejos para el cuidado de las personas mayores que se encuentran en residencias en el contexto de alerta sanitaria por COVID-19

Pautas de conducta

El personal, los residentes mayores y todos los que visiten una residencia, incluidos los proveedores de servicios, deben tomar precauciones para protegerse a sí mismos y a los que están bajo su cuidado de contraer el COVID-19. Estas precauciones incluyen:

  • Lavarse las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos.
  • Usar un desinfectante de manos hidroalcohólico.
  • Estornudar o toser en un pañuelo desechable, y tirarlo inmediatamente, o en el codo, y luego lavarse las manos.
  • Mantener, al menos, un metro de distancia entre una persona y otra siempre que sea posible.

El personal que cuida a los residentes mayores que no se encuentran bien debe usar mascarillas. Debe lavarse las manos después de ponerse la mascarilla, si la tocan mientras la usan, y después de quitársela y tirarla. El personal debe recordar y ayudar a las personas mayores a tomar estas precauciones.

Dentro de la residencia

El personal no debe ir a trabajar si tiene síntomas, como fiebre, tos o dificultad para respirar. Esto se aplica a todos los miembros del personal, desde los que tienen contacto directo con los residentes mayores, hasta los que no lo tienen (empleados en las oficinas, por ejemplo).

Si es posible, el personal debe medir la temperatura corporal de los residentes mayores por la mañana y por la tarde.

Los picaportes de las puertas, los pasamanos, las mesas, las sillas y otras superficies deben limpiarse con desinfectante regularmente.

El personal debe vaciar regularmente los contenedores de basura en los que se tiran los pañuelos desechables.

El personal debe estar pendiente de la salud mental y el bienestar de las personas mayores. Las muestras de cariño pueden ayudar a aliviar la ansiedad.

Los residentes mayores y el personal deben estar bien alimentados.

En las residencias debe mantenerse una temperatura cálida y los distintos espacios deben ventilarse regularmente.

El personal debe tratar de mantener el horario normal y la rutina diaria de los residentes mayores.

Si es posible, el personal debe organizar o facilitar el contacto online entre los residentes mayores y sus familiares y amigos (a través de Skype, WhatsApp y otros sistemas análogos). Esto ayudará a aliviar el estrés y el aislamiento.

El personal con síntomas que no pueda trabajar no debe ser sancionado laboralmente (con reducciones de salarios o la pérdida de su trabajo, por ejemplo).

Interacción con el exterior

La decisión de permitir o no las visitas a las residencias de mayores deben basarse en las medidas adoptadas por del gobierno u otras autoridades relevantes. Las visitas deben evitarse siempre que sea posible.

Todos los visitantes deben tener en cuenta si han tenido algún tipo de contacto con personas infectadas o que podrían estar infectadas antes de entrar en una residencia. Si piensan que pueden haber estado en contacto con una persona infectada, no deben visitar una residencia de mayores.

Las personas no deben visitar una residencia si tienen síntomas, como fiebre, tos o dificultad para respirar.

El personal de las residencias debe preguntar a todos los visitantes si tienen síntomas antes de permitirles entrar.

Todos los visitantes deben tomar una serie de precauciones básicas. Estas medidas de precaución incluyen lavarse las manos, estornudar o toser en un pañuelo o en el codo, mantener una distancia de un metro con los residentes mayores y evitar el contacto personal.

En un brote generalizado o una situación de alto riesgo, las visitas deben limitarse a necesidades de emergencia, por ejemplo, para profesionales médicos si un residente mayor está enfermo.

La entrega de bienes y mercancías debe restringirse a una sola entrada. Si un prestador de servicios o un transportista necesita acceder a la residencia, el personal debe preguntar si tiene síntomas como fiebre, tos o dificultad para respirar. Si presentan alguno de estos síntomas no se les debe permitir el acceso a la residencia.

Responsabilidades en la gestión y dirección

Las residencias deben estar en contacto y coordinarse con su centro de salud más cercano para realizar pruebas y atender cualquier tipo de necesidad.

Las residencias y el centro de salud más cercano deben establecer y planificar qué hacer si un residente mayor tiene síntomas.

La dirección de las residencias debe actualizar y recordar de forma periódica las medidas de seguridad al personal. Esto incluye información sobre el virus y sobre las medidas de precaución básicas. Deben utilizarse carteles y folletos como recordatorios.

La dirección de las residencias debe proporcionar y gestionar los instrumentos y herramientas de prevención y control, como termómetros, mascarillas, guantes, jabón, gel de manos hidroalcohólico (a base de alcohol), pañuelos y toallas de papel.

Se prestará apoyo psicosocial y se observará y protegerá el bienestar del personal a través de una comunicación frecuente.

Comunicación e información

Desde HelpAge International España se indica que l personal debe mantener contacto de forma frecuente con las instituciones y las administraciones locales o las autoridades sanitarias. Debe responder con rapidez a las medidas y recomendaciones procedentes de las instituciones y administraciones locales y estatales.

El personal debe mantener informadas a las familias regularmente (por cualquier medio) sobre la situación y las medidas de seguridad  y prevención.

¿Qué hacer si una persona está contagiada?

Si un residente mayor o un miembro del personal no se siente bien y tiene síntomas, debe aislarse de los demás residentes, en una habitación separada. Los síntomas incluyen fiebre, tos o dificultad para respirar.

El personal debe comunicarse de inmediato con las autoridades u otros centros de salud y seguir sus instrucciones.

Cualquier persona aislada, con alguna probabilidad de estar infectada por  el COVID-19, debe usar siempre mascarilla. Todo el personal que cuida a alguien con alguna probabilidad de estar infectado por el COVID-19 debe usar una mascarilla siempre.

La habitación donde esté aislada una persona con alguna probabilidad de estar infectada por el COVID-19 debe estar en un área relativamente separada y bien ventilada. Debe tener una puerta que se pueda cerrar y un baño independiente si es posible.

Si las autoridades sanitarias requieren que una persona mayor vaya a una instalación designada para la realización de pruebas o un tratamiento, el personal debe seguir sus instrucciones de inmediato. No debe utilizarse el transporte público para el traslado. La persona mayor y el personal que la acompañe deben usar una mascarilla.

Un residente mayor aislado debe recibir atención de calidad y recibir apoyo para mantener su salud mental y su bienestar.

Cualquier residente mayor que haya entrado en contacto con alguien que tenga o se sospeche que pueda tener el COVID-19 debe ser aislado de los otros residentes mayores.

Después de que un residente mayor o un miembro del personal con síntomas haya sido trasladado a un centro de salud, el resto del personal debe limpiar y desinfectar a fondo cualquier área en la que esas personas hayan estado.

El personal debe dividirse, tanto como sea posible, entre aquellos que brindan atención a los residentes mayores sospechosos de tener el COVID- 19 o que han estado en contacto con infectados, y aquellos que brindan atención a otros residentes mayores.

Las personas mayores cuyos síntomas hayan remitido y se hayan recuperado del COVID-19, que regresen a la residencia, deben quedar aisladas en una habitación separada durante 14 días.