Con el objetivo de ofrecer apoyo y acompañamiento psicosocial a todas aquellas personas que por sus circunstancias de enfermedad, soledad, edad avanzada, diversidad funcional o falta de vivienda, entre otras, se ven doblemente afectadas por esta crisis y por la situación de confinamiento que estamos viviendo, Cruz Roja Española ha puesto en marcha el servicio de atención “Cruz Roja te escucha”.

Este servicio de apoyo psicosocial está dirigido especialmente a familiares y amistades de personas muy graves o que ya han fallecido por la enfermedad causada por el COVID-19. El servicio también se ofrece a las personas voluntarias y trabajadoras de Cruz Roja que están llevando a cabo una intervención humanitaria sin precedentes. Y es que Cruz Roja te escucha «ofrece apoyo y acompañamiento a las personas más frágiles de nuestra sociedad y a todas las que en estos momentos están sufriendo en su propia piel la enfermedad o la pérdida de sus seres más queridos», destacan desde Cruz Roja Española.

Los protocolos y resto de material utilizado para este servicio, han sido elaborados por profesionales de Cruz Roja Española de todas las áreas de conocimiento. El servicio está atendido por trabajadores y voluntarios de Cruz Roja especialistas en apoyo y acompañamiento psicosocial en el primer nivel. Y hay un nivel más especializado al que se derivará a psicólogos clínicos de la Organización. El teléfono es el 900 107 917, la llamada es anónima y gratuita, y el horario de atención al público comienza siendo de lunes a viernes de 10,00 a 14,00 y de 16,00 a 20,00 horas

Este servicio se pone en marcha en un momento en el que las medidas de precaución y seguridad establecidas por las autoridades competentes para superar la pandemia del COVID-19 están repercutiendo directamente en toda la población, y muy especialmente en las personas más vulnerables y en las personas enfermas y sus familias. Estas medidas de protección incrementan el riesgo de aislamiento social y se convierten en importantes barreras para la comunicación, factor crucial para asegurar el bienestar de las personas más frágiles y vulnerables, advierte Cruz Roja.

Especialmente doloroso es el caso de familiares de personas enfermas muy graves, que no pueden participar en el cuidado de sus seres queridos, ni recibir el apoyo necesario del resto de sus familiares y amistades. Por su parte, el tiempo que los profesionales de la salud y de la intervención psicosocial pueden dedicar a cada persona se ve muy limitado, por las circunstancias excepcionales que estamos viviendo y que les tienen sometidos a una presión asistencial extraordinaria. También se hace muy difícil, en estos momentos, disponer de un lugar más privado e íntimo para acompañar y facilitar la despedida de los seres queridos, lo que, sin duda alguna, añade sufrimiento a sus familiares e influye negativamente en el proceso de duelo inmediato y posterior.