La situación de pandemia por COVID-19 ha provocado el cierre de los centros de día de mayores y que muchas personas han salido de las residencias y se encuentren en casa de sus familias, generando una situación de cuidado que hasta ahora no existia.

Pensando las necesidades de estos cuidadores, la asesoría gerontológica Atención Integral a la Dependencia ha habilitado en la sección de su web “Cuidándonos” consejos para cuidadores informales que se encuentran ante el cuidado de una persona que requiera apoyos en la situación actual.

Los profesionales de Atención Integral a la Dependencia destacan que es especialmente importante realizar una adecuada gestión del tiempo, lo que ayuda a ser más eficientes en las tareas y a reducir la carga emocional que dichas tareas nos impone. Algunos de sus consejos para aprovechar mejor el tiempo son:

  • Pensar bien cuáles son las tareas más importantes que deben realizarse. Otórgales prioridad frente a las actividades que puedes esperar.
  • Apuntar las cosas que no se pueden olvidar. Márcalas en un calendario y mantenlo siempre a la vista
  • Organizar las actividades alternando las relacionadas con el cuidado de la persona con otras que implique, por ejemplo, moverse del hogar.
  • Tomarse el tiempo. Hacer algún descanso entre actividad y actividad y aprovechar para relajarte. Planificar dicho tiempo en las tareas.
  • Pedir ayuda, sin esperar a que otras personas adivinen las necesidades que se tienen como cuidador.
  • Buscar apoyo en los demás.
  • Cuando el tiempo en una tarea sea mayor del previsto, revisar su organización e introducir cambios
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El cierre de centros de día y que el hecho de que muchas las personas han salido de las residencias genera una nueva situación de cuidados en el ámbito de la familia

Otro aspecto fundamental que puede ayudar es saber delegar tareas, una decisión que cuesta en gran medida a los cuidadores pero sin la cual en ocasiones no se puede realizar un cuidado de calidad.

Antes de decir qué tareas podemos delegar tenemos que realizar un adecuado análisis de las tareas que ejecutamos a diario. Ordenar pensamientos, reflexionar y saber cuales son las tareas de las que uno quiere o debe encargarse es una tarea que se debe realizar para organizar adecuadamente el cuidado.

Los criterios a la hora de elegir qué tareas delegar pueden ser diversos y variados y el cuidador debe decidirse por aquellos que mejor se adaptan su situación. En este sentido, es importante identificar: 

  • Tareas que resultan más satisfactorias. 
  • Tareas que nadie más puede realizar por aspectos relacionados con los recursos necesarios para realizar la tarea.
  • Tareas que debido a sus características es necesario que haga el cuidador. 

Compartir la responsabilidad del cuidado permite repartir la carga de trabajo así como la carga emocional que supone. Además, ofrecerá la posibilidad de disponer de periodos de respiro a diario o al menos semanalmente. Pedir ayuda es la mejor forma de cuidar a la persona. Es importante ser consciente de que siempre hay algo que los demás pueden hacer para ayudar. Y es que favorecer la independencia de la persona no es solo una manera de compartir el cuidado, sino también una manera de estimular la funcionalidades de la propia persona y reforzar su autoestima.

Bajo la máxima de «No hacer por ella lo que puede hacer por si mismo» se debe favorecer la realización de tareas que la persona puede hacer y es fundamental que las siga haciendo. Puede que la persona tenga algunas dificultades, que hagan que la tarea se alargue en el tiempo, pero eso no debe suponer un problema excesivo si se ha realizado una buena planificación de la gestión del tiempo.  

Por otra parte, para lograr este incremento de la autonomía funcional se debe recurra cualquier tipo de ayuda técnica o productos de apoyo a su alcance. Se recomienda la intervención de un terapeuta ocupacional para la selección y educación en el uso de los productos de apoyo adecuados.