Consciente de la importancia para el bienestar emocional de las personas residentes y sus familias las visitas y la comunicación permanente, la Diputación Foral de Bizkaia ha remitido a todos los centros residenciales de personas mayores nuevas indicaciones, dentro de las limitaciones necesarias para evitar la expansión del COVID-19, para programar visitas con todas las garantías sanitarias y bajo estrictas medidas de control.

En la medida en que, mediante pruebas de diagnóstico, los centros van pudiendo determinar el riesgo de contagio que puede existir en el contacto con cada persona, se deben adaptar las medidas de prevención y, para ello, la Diputación Foral de Bizkaia ha ofrecido su apoyo para realizar la sectorización y organización por cohortes de los centros de forma que se pueda humanizar la convivencia en los mismos. En este sentido, los criterios serían los siguientes:

  • Personas sanas sin síntomas y no clasificadas como contacto estrecho (cohorte A)

Se planteará la visita de una persona una vez por semana, de forma programada previamente, -en la medida de lo posible- establecida fuera de la zona de habitabilidad del resto de personas, con las medidas de protección adecuadas y preferiblemente siempre con la misma persona del exterior.

Las visitas serán especialmente controladas, se realizarán por personas que no estén en los grupos de riesgo, y con supervisión y apoyo en el uso de los equipos de protección necesarios (EPIs para visitas). En la zona habilitada para la visita no deberá existir comunicación física entre ésta y la de personas residentes, habiendo una separación mediante pantalla de metacrilato (o similar).

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La Diputación Foral de Bizkaia permite programar visitas a residencias de mayores con todas las garantías sanitarias y bajo estrictas medidas de control
  • Personas COVID-19+, personas con síntomas pendientes de prueba y personas clasificadas como contacto estrecho (cohortes D, C y B).2.

No se realizarán visitas salvo en las tres situaciones excepcionales definidas anteriormente, y motivadas por el equipo multidisciplinar.

  • Unidades con personas que han superado la enfermedad y tengan ya PCR negativo.

Se planteará la visita a las residencias de mayores de una persona una vez por semana, de forma programada previamente, establecida fuera de la zona de habitabilidad del resto de residentes, con las medidas de protección adecuadas (EPIs incluidas) y preferiblemente con la misma persona del exterior. Se permitirá el contacto físico, siempre y cuando se haga uso de los equipos de protección correspondientes.

Además, la Institución Foral recuerda que las visitas en los centros residenciales se pueden realizar en los siguientes supuestos:

  • Situaciones de cuidados al final de la vida, donde se deberá proporcionar a las familias la posibilidad de contacto con la persona residente.
  • Situaciones cognitivas que imposibiliten la comprensión de la situación y/o el uso de medios alternativos de contacto con personas allegadas.
  • Situaciones psico-emocionales donde los/las profesionales consideren que el perjuicio para el bienestar de la persona residente derivado del aislamiento social debe evitarse.

En todo caso, la suspensión general de visitas para personas residentes con COVD-19 o con síntomas continúa vigente. Una media que se ha venido aplicando estrictamente en todas las residencias de mayores para contener la expansión del coronavirus a instancias de los equipos multidisciplinares y con todas las garantías de seguridad.

Asimismo, desde la Diputación Foral de Bizkaia insiste en que es imprescindible garantizar la mejor y más fluida comunicación con las familias de las personas residentes. El Departamento de Acción Social recuerda las indicaciones ya transmitidas al respecto:

  • El centro establecerá comunicación con las familias, a ser posible, diariamente y, en todo caso, como mínimo cada 48 horas. Los cauces de comunicación de las y los profesionales con la familia se establecerán para cada caso concreto.
  • La comunicación la establecerá el o la profesional de referencia, o alguno de los o las profesionales del equipo de intervención.
  • La comunicación será en todo caso con profesionales sanitarios, prioritariamente médico, para informar sobre el estado de salud en situaciones complejas o en procesos de final de vida.

La instrucción para las comunicaciones está siendo inspeccionada mediante llamadas aleatorias a familiares de residentes con quienes se confirma que se están llevando a cabo estas acciones de comunicación.