El mantenimiento del servicio de hospitalización a domicilio del Parc Sanitari Pere Virgili durante la pandemia ha permitido que personas en situación de vulnerabilidad, especialmente pacientes geriátricos, hayan podido recibir tratamiento integral en su casa, sin tener que estar aislados de su familia, reduciendo el riesgo de contagio que supondría la visita en un centro sanitario y evitado los reingresos a hospital de agudos.

Los datos recogidos durante los dos meses posteriores al inicio de la pandemia muestran que buena parte de los pacientes atendidos en el servicio de hospitalización a domicilio del Parc tienen un perfil rehabilitador, entre los que destacan los casos de ictus. Cabe destacar que este centro sanitario ha siso el único en Barcelona en mantener activo el servicio de rehabilitación que ofrece la unidad de hospitalización a domicilio también durante el pico de la crisis sanitaria, cuando todos los servicios de rehabilitación permanecieron cerrados.

Tal y como destaca el doctor Marco Inzitari, director de Atención Intermedia, Investigación y Docencia del Parc Sanitari Pere Virgili, “el hecho de apostar por mantener el servicio de rehabilitación ha sido crucial para esta tipología de pacientes, para los cuales el tratamiento rehabilitador los tres primeros meses es esencial para poder recuperar sus funciones tras el ictus”.

Estos pacientes han recibido tratamiento fisioterapéutico y terapia ocupacional, a fin de optimizar el funcionamiento físico y cognitivo para reducir la discapacidad. “La fisioterapia tiene que ser inmediata después de sufrir un ictus, ya que se centra en los problemas físicos derivados del accidente cerebrovascular, como la alteración de la deambulación, y la pérdida de fuerza y de equilibrio”, afirma la doctora Cristina Arnal, médica geriatra del servicio de hospitalización a domicilio del Parc Sanitari Pere Virgili. “Por su parte, la terapia ocupacional ayuda a la persona a poder desarrollar de manera autónoma las actividades básicas de la vida diaria, como comer o vestirse”, indica este experta.

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Mantener la hospitalización a domicilio durante la pandemia ha permitido al Parc Sanitari Pere Virgili evitar reingresos de pacientes geriátricos

Según los datos obtenidos desde mediados de marzo hasta principios de mayo, la evolución de todos los pacientes con ictus tratados en el servicio de hospitalización a domicilio del Parc Sanitari Pere Virgili es muy favorable. Durante este tiempo se han multiplicado por cuatro las derivaciones desde atención primaria a la unidad de hospitalización a domicilio, si se compara con el mismo periodo del año pasado. Según el Dr. Inzitari, este aumento de los ingresos está claramente relacionado con la situación de pandemia, especialmente por el riesgo de infección por ingresar en un hospital de agudos o en un centro sociosanitario, por el miedo de los pacientes al contagio y por cierre de los servicios de rehabilitación.

Para poder seguir prestando servicio durante la crisis sanitaria, los profesionales que forman parte del servicio de hospitalización a domicilio han reforzado las medidas de protección en base al protocolo establecido en el Parc Sanitari Pere Virgili. “Todas las visitas se realizan con mascarilla quirúrgica y guantes, higiene de manos antes y después de tratar al paciente, desplazamiento a los domicilios en coche y, en el caso de pacientes con fiebre, clínica respiratoria, alta reciente de hospital de agudos o institucionalizados a residencia, con Equipos de Protección Individual y otras medidas”, indica el director asistencial del centro.

El servicio de hospitalización a domicilio del Parc Sanitari Pere Virgili es un recurso que está activo desde diciembre de 2017 y que ofrece atención geriátrica integral. Cuenta con un equipo multidisciplinario constituido por una médica geriatra, dos enfermeras especialistas en geriatría, una fisioterapeuta, una terapeuta ocupacional y una trabajadora social. Según las necesidades especificas de cada persona, se prescriben unas rutinas de visita de los diferentes profesionales que integran el equipo asistencial y que se van modificando según la evolución del paciente. La intervención global tiene una duración de un mes, aproximadamente.

Los pacientes atendidos por este servicio del Parc Sanitari logran la misma mejora funcional que los que se encuentran ingresados en un centro sanitario, pero en un tiempo más reducido y evitando las complicaciones de la hospitalización (infecciones, desorientación…). Así mismo, el coste de la intervención es menor respecto a un ingreso hospitalario.