La incontinencia urinaria (IU) es uno de los efectos adversos tras una prostatectomía radical, afectando a 8 de cada 10 pacientes. Esta es una de las principal conclusiones que se desprenden de la encuesta “La incontinencia urinaria post-cirugía prostática”, desarrollada por la compañía Essity y presentada en el marco de la primera reunión virtual sobre urología celebrada por la Asociación Española de Urología (AEU).

Más de 250 urólogos asistieron a la primera Reunión Nacional Virtual del Grupo de Urología Femenina, Funcional y Urodinámica (GUFFU) de la Asociación Española de Urología (AEU), donde se dabatió sobre los conocimientos en las áreas de Urología Funcional, destacando la importancia de la actividad investigadora que hace posible la aparición de nuevos avances que mejoran el día a día de esta especialidad y de la incontinencia urinaria.

Durante tres días se desarrollaron más de una decena de mesas redondas, presentado informes, estudios y alcanzado documentos de consenso en el ámbito de la Urología Funcional. “Una edición más, la reunión pone en evidencia la colaboración y el entendimiento existente para mejorar el manejo y la atención, lo que nos sitúa a los urólogos españoles como una referencia en el manejo médico y quirúrgico de la Incontinencia Urinaria”, destaca el Dr. Manuel Esteban, presidente de la AEU y jefe de servicio de Urología del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo.

geriatricarea cancer de prostata
Uno de cada cuatro hombre experimenta pérdidas de orina a partir de los 40 años

La incontinencia urinaria (IU) ha sido una de las patologías que más interés ha suscitado durante la reunión. El progresivo aumento de la población mayor de 65 años hace prever un incremento exponencial de las personas que padecerán incontinencia urinaria en nuestro país. Se estima que una de cada tres mujeres a partir de los 50 años y uno de cada cuatro hombres a partir de los 40 han experimentado pérdidas de orina.

Durante la reunión, se presentaron los resultados de la encuesta “La incontinencia urinaria post-cirugía prostática”, desarrollada por Essity, compañía especializada en productos y soluciones de higiene, que señala que 8 de cada 10 pacientes presentan IU como efecto adverso tras una prostatectomía radical.Aunque más de la mitad de los urólogos encuestados son conscientes de que podría ser uno de los efectos adversos, tan solo el 28% de los urólogos conocen su incidencia real”, adverte el presidente de la AEU. Tal y como se desprende de los resultados de la encuesta, el 80% de los urólogos consideran que un mejor conocimiento de los dispositivos absorbentes optimizaría la práctica clínica.

La IU es uno de los efectos secundarios que más afectan a la calidad de vida de los varones sometidos a cirugía Prostatectomía Radical (PR), con una incidencia informada de entre el 4%- 39,5% dependiendo del tratamiento realizado (prostatectomía radical abierta, laparoscópica o prostatectomía robótica). Ante la incertidumbre en el manejo diagnóstico y terapéutico, la AEU ha desarrollado un protocolo de actuación y recomendaciones de práctica clínica, cuya presentación se realizó en la reunion.

El fortalecimiento del suelo pélvico y el tratamiento paliativo con absorbentes son dos aspectos fundamentales ante la aparición de incontinencia urinaria tras la prostatectomía. Así, el protocolo subraya que el entrenamiento del suelo pélvico acelera la recuperación de la continencia y que, antes de ofrecer una terapia invasiva, los pacientes deben someterse a este tipo de entrenamientos.

El protocolo también destaca la importancia de los tratamientos paliativos y, en concreto, la eficacia de los productos absorbentes, tal y como también recoge la ‘Guía Europea de Incontinencia Urinaria en Adultos’. Para elegir el absorbente adecuado a las necesidades de cada paciente, la enfermera experta en Asesoramiento y Cuidado de la Incontinencia Urinaria Consuelo Gallardo destaca la importancia de “utilizar el absorbente adecuado para mantener al paciente seco y limpio durante su recuperación, así como evitar problemas de relación y de calidad de vida”. Para ello, es clave elegir el absorbente de acuerdo al estado del paciente (autónomo o dependiente) / nivel de pérdidas de goteo y uso, ya sea diurno o nocturno.