Se deben crear espacios accesibles tanto a nivel físico como cognitivo para los adultos mayores, si que quieren garantizar los derechos a la autonomía y la independencia de estas personas, tal y como se expuso en la Jornada del Consejo Sectorial de Accesibilidad Universal del CEDDD, que analizó la importancia de la psicología y la arquitectura para facilitar la Accesibilidad Cognitiva de las personas mayores.

Moderado por Mar Ugarte, Adjunto a Presidencia del CEDDD, las ponencias de esta jornada online corrieron a cargo de Ana María González Jiménez, psicóloga y Presidenta de la Asociación española de Psicogerontología, y Berta Liliana Brusilovsky, Presidenta de ACFEE y experta en Accesibilidad Cognitiva. Estas expertas abordaron la necesidad de crear espacios accesibles tanto a nivel físico como cognitivo para los adultos mayores, para garantizar los derechos a la autonomía y la independencia de estas personas.

Ambas coincidieron en destacar que la Accesibilidad Física está ampliamente estudiada y tratada, mientras que la Accesibilidad Cognitiva, entendida como “la propiedad de los objetos y de su entorno que facilita su comprensión y su uso”, tal y como explicó González Jiménez, sigue siendo un camino por explorar.

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La Accesibilidad Cognitiva pasa por construir entornos abiertos y bien señalizados para evitar el efecto laberinto

Ana María González Jiménez explicó que la Accesibilidad Cognitiva resulta fundamental para aportar seguridad a las personas mayores, permitiendo así su participación social y su integración en la sociedad. Por el contrario, la falta de autonomía e independencia que trae consigo el desconocimiento del entorno, las avoca a aislamiento social. “Su dignidad se ve mermada y por tanto la persona tiende a evitar los retos”, advirtió la Presidenta de la Asociación española de Psicogerontología.

En la misma línea, Berta Liliana Brusilovsky, arquitecta y experta en Accesibilidad Cognitiva, se refirió a esta como “una fortaleza para la vejez y para cualquier ser humano” y como “vocabulario espacial”, que actúa como “facilitadora de las actividades de la vida diaria para el adulto mayor”. Según Brusilovsky, la Accesibilidad Cognitiva también “modifica el ambiente”, puesto que bien aplicada contribuye a aumentar la actividad física y mental de las personas mayores y, por tanto, a mejorar su salud.

Para implementar actuaciones dirigidas a facilitar la Accesibilidad Cognitiva es fundamental, en primer lugar, localizar las barreras cognitivas, atender a los estímulos, manipular la información, almacenar esa información, expresar y comprender ideas y anticiparse a las consecuencias de una conducta. Así, la Accesibilidad Cognitiva pasa por construir entornos abiertos y bien señalizados, usando colores y signos fácilmente reconocibles, para evitar el efecto laberinto, recalcó la Presidenta de ACFEE y experta en Accesibilidad Cognitiva.

En los edificios es importante el tamaño, ya que aquellos que son muy grandes y tienen muchos pasillos y muchas salas generan confusión en personas de edad avanzada, cuya memoria y capacidad física está mermada. En estos espacios jugarán un papel importante los patios y los sistemas de apoyo especiales para contrarrestar la fatiga del comportamiento, mientras que los dígitos contribuyen a la orientación, pues, según explicó Brusilovsky, uno de los últimos recuerdos que se pierde.

Tal y como apuntan desde el Consejo Sectorial CEDDD de Accesibilidad Universal, actualmente todavía queda mucho trabajo por hacer para conseguir una óptima Accesibilidad Cognitiva en entornos tanto exteriores como interiores, si bien se han dado ya los primeros pasos en materia de sensibilización y concienciación. Por delante se presentan retos para informar y formar a los profesionales primero, y a la sociedad en general después. Esta jornada está ya disponible en el canal de YouTube de CEDDD.