La tristeza asociada a la soledad no deseada, un fenómeno particularmente preocupante entre las personas mayores que se ven especialmente afectadas por un mayor aislamiento social, se ha convertido en un problema creciente en la sociedad moderna.

La sensación de aislamiento y soledad en personas mayores tiene consecuencias significativas tanto para su salud física como emocional. Desde un punto de vista físico, se asocia con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, deterioro cognitivo y una respuesta inmunológica debilitada. Desde el punto de vista emocional, la soledad no deseada está vinculada con la depresión y la ansiedad.

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La sensación de aislamiento y soledad en personas mayores tiene consecuencias significativas tanto para su salud física como emocional

Tal y como apunta Margarita Carrasco, psicóloga de bluaU de Sanitas.«se trata de un estado emocional que va más allá de la simple falta de compañía. Implica sentirse aislado, incomprendido y excluido, incluso en medio de una multitud».

Por su parte Liseth De Abreu, médico BluaU de Sanitas, señala que «la prevalencia de la soledad no deseada entre las personas mayores se atribuye a diversos factores que incluyen la pérdida de seres queridos, cambios en el entorno social y, en muchos casos, la jubilación con la pérdida de conexiones laborales. Además, factores como la movilidad reducida y la disminución de la salud pueden limitar las oportunidades de participación social activa«.

Con el objetico de impulsar la conexión social y promover el sentimiento de pertenencia de las personas mayores, David Curto, director Médico y de Calidad de Sanitas Mayores, recomienda:

  • Participación en actividades comunitarias
    Esto ayuda a construir y mantener conexiones significativas. Puede incluir clases, eventos sociales y actividades recreativas. Además, involucrar a las personas mayores en actividades de voluntariado les brinda la oportunidad de contribuir con la comunidad, establecer nuevas relaciones y hacerles sentir útiles para la sociedad.
  • Fomentar relaciones interpersonales
    Mantener relaciones cercanas con amigos, vecinos y familiares ayuda a contrarrestar el aislamiento. Organizar encuentros regulares o actividades compartidas como dar un paseo, merendar o charlar de vez en cuando ayuda a fortalecer estos lazos.
  • Fomentar la autonomía y autoestima
    Animar a la toma de decisiones independientes y fortalece la confianza en uno mismo, lo que a su vez reduce la vulnerabilidad emocional. Para esto es también necesario escuchar sus historias, opiniones y hacerles sentir importantes para la vida de los demás.
  • Establecer objetivos personales:
    Ayudar a los mayores a establecer metas y objetivos personales como aprender una nueva actividad artística, o incluso un idioma, proporciona un sentido de dirección y logro personal, contrarrestando así la sensación de estancamiento.

«La soledad no deseada en personas mayores no es simplemente una consecuencia natural del envejecimiento, sino un desafío social que requiere una atención integral. Establecer conexiones auténticas, y fomentar la empatía y la comunicación abierta constituyen pasos esenciales», recalca Margarita Carrasco.