La importancia de la detección, seguimiento y abordaje de los deterioros cognitivos en los servicios de atención a las personas


Un artículo de Accent Social,
entidad orientada a mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas

Desde Accent Social uno de los retos que afrontamos diariamente, es la detección y revisión de los procesos de deterioro cognitivo en las personas mayores que cuidamos. Esta patología es descrita por la neurología como la decadencia de las funciones mentales a causa del envejecimiento u otros factores. Esta afección provoca la merma de la memoria, orientación y habilidades (aprender, concentrar la atención, emplear el lenguaje, resolver problemas, etc.) de forma progresiva en la persona que la padece, llegando a ocasionar una pérdida total de la conciencia en los casos más graves.

En los últimos años, el aumento de la esperanza de vida ha supuesto que las enfermedades asociadas al envejecimiento (especialmente las cognitivas) y como las abordamos, se hayan convertido en una cuestión principal para nuestra sociedad. De hecho, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, la esperanza de vida media en España alcanzará los 87 años en 2033, lo que refuerza la previsión de crecimiento de estas patologías y la importancia de articular fórmulas de colaboración público-privada para su mejor acompañamiento.

El deterioro cognitivo no solo afecta a la persona que lo padece, sino que conlleva una dependencia gradual de terceras personas. Es decir, en muchas ocasiones exige un grado muy elevado de implicación para su entorno familiar. Si contemplamos esta necesidad: dedicar tiempo cualitativo con la persona enferma, que es básico para su bienestar, con la realidad diaria de muchas familias, resulta más que evidente, el papel esencial de las y los profesionales de la atención a las personas, así como de las entidades y empresas que las agrupan y cuya naturaleza persigue la mejor calidad de vida de las personas que atienden.

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Los programas individuales de estimulación son fundamentales para ayudar a las personas mayores a mantener sus capacidades cognitivas

La estimulación cognitiva es fundamental

Existen distintos grados de deterioro cognitivo en función de la magnitud de la pérdida de habilidades de la persona:

  • Disminución cognitiva muy leve
  • Deterioro cognitivo leve
  • Deterioro cognitivo moderado
  • Deterioro cognitivo moderado-grave
  • Deterioro cognitivo grave
  • Deterioro cognitivo muy grave

Si bien, a día de hoy, el deterioro cognitivo no se puede revertir, existen diversas formas de ralentizar su proceso evolutivo. En Accent Social trabajamos a diario, en todos los servicios donde estamos presentes, para ayudar a las personas mayores a mantener sus capacidades cognitivas mediante programas individuales de estimulación. Estos consisten en un conjunto de actividades destinadas a mejorar y mantener las capacidades intelectuales de la persona a lo largo del tiempo. Se basan en los principios de la plasticidad cerebral, según los cuales la ejercitación mental modifica y fuerza la creación de nuevas conexiones en el cerebro.

Para nuestros equipos, la premisa básica es ofrecer una atención única e individualizada, siempre orientada a favorecer el bienestar de la persona usuaria, pero también el de su entorno familiar. En este sentido, trabajamos desde el primer momento en la detección de sus necesidades, a través de sus gustos y su historia de vida, para ofrecerle una acogida mucho más personalizada y basada en la confianza. Este enfoque también permite que el equipo técnico de cada servicio realice valoraciones, en las distintas dimensiones, para conocer el estado de la persona y definir así, las técnicas más adecuadas que nos ayudarán a preservar las funciones cognitivas existentes y retrasar el deterioro que pudiera producirse.  

Además, todo el equipo de profesionales de nuestra entidad está implicado en la detección de dificultades que puedan ir desarrollando las personas usuarias, poniendo especial atención a síntomas como la desorientación, las pérdidas de memoria, alteraciones de la percepción, razonamiento, caídas, etc.

Entre las principales responsabilidades del equipo de profesionales de los Servicios de Atención Domiciliaria se encuentra ejercitar las funciones cognitivas. El objetivo es ayudar a la persona usuaria a trabajar la memoria a través de ejercicios y tareas, para mantener su autonomía en el mayor grado posible.

También trabajamos la estimulación mediante herramientas didácticas. Algunos ejercicios nemotécnicos o juegos de memoria ayudan a ejercitar la reminiscencia de forma entretenida y en compañía. Asimismo, realizar actividades cotidianas del día a día, propias de la persona usuaria o que disfrute especialmente, permiten mantener activas las funciones cognitivas. Promover la colaboración de la persona usuaria favorece la reminiscencia de manera sencilla e intuitiva.

En el acompañamiento de estas personas, no solo es importante la estimulación cognitiva, sino que debe complementarse con el ejercicio físico. Nuestro equipo fomenta la realización de ejercicios, con el soporte de elementos con cierto peso, para que la persona trabaje su psicomotricidad y realice estiramientos. En los casos de deterioro cognitivo más elevados, es el trabajador o trabajadora quien ayuda a la persona usuaria a realizar los ejercicios.

Un elemento clave en la atención, es el acompañamiento y apoyo a las familias. Como es lógico, las personas cuidadoras no profesionales, propias del núcleo familiar, que cuidan a personas con deterioro cognitivo, se ven afectadas con frecuencia por elevadas cargas de cansancio y tensión. Es por ello, ofrecemos apoyo a las familias para facilitar espacios de descanso y desconexión, que les permita disponer de un tiempo para su autocuidado. De igual modo, realizamos un seguimiento telefónico diario para informar de la evolución y estado de la persona usuaria a su entorno cercano y así, tratar de aligerar su sobrecarga emocional.

Las familias constituyen una pieza imprescindible para retrasar los efectos de las enfermedades neurodegenerativas. Por ello, también en los centros de día contamos con su apoyo para estimular la memoria autobiográfica de la persona usuaria, que es una técnica especialmente útil en los casos de deterioro avanzado. Tratamos de reforzar la reminiscencia con el recuerdo de vivencias propias, mediante música conectada con momentos de importancia vital o bien con preguntas. En los casos más graves, resulta más efectivo orientarlo desde la comunicación no verbal, la estimulación sensorial y cuando interviene la voz, siempre en un tono afectuoso y utilizando un lenguaje claro y sencillo.

Existen también actividades grupales cuya finalidad es la de aumentar la socialización y el bienestar grupal. En la residencia gestionada por Accent Social, realizamos sesiones terapéuticas con recursos manuales, audiovisuales y vinculados con actividades de la vida diaria que tienen un significado especial para los residentes, que potencian su colaboración, su interacción y sus relaciones.   

Si bien, en las viviendas con servicios para personas mayores los casos de deterioro cognitivo son poco habituales, dado que uno de los requisitos es que la persona tenga la suficiente autonomía para vivir sola, si pueden presentar esta circunstancia sus parejas. En estos casos, como ocurre en los servicios de atención domiciliaria, velamos por la persona cuidadora, para que pueda disponer de tiempo para sí misma. La trabajadora o el trabajador familiar acompañan a la persona usuaria con dependencia para que su pareja pueda realizar otras actividades de su interés.

La innovación, un elemento más en favor del bienestar

Pese a que el trabajo y acompañamiento de los equipos profesionales es el elemento imprescindible para el bienestar de las personas, somos conscientes del valor presente y futuro de la tecnología, y como esta es una aliada más, en favor de la calidad de vida de las personas con deterioro cognitivo.

Por esta razón, llevamos tiempo desarrollando, colaborando con terceros e implementando en nuestros servicios, fórmulas de innovación que no solo nos permitan nuevas vías de detección, prevención y seguimiento continuo de estas patologías, sino especialmente que las aborden terapéuticamente de un modo más eficiente y confortable para las personas que las padecen.

Tenemos presente el reto que supone la brecha digital para muchas personas de edad avanzada, y por ello, en todos los servicios donde implementamos tecnología, lo hacemos con el acompañamiento individualizado de nuestros equipos, ajustando el ritmo y la experiencia a las características de cada persona.

La realidad virtual y algunos objetos interactivos (como un cojín de estimulación multisensorial) ya forman parte del día a día de algunos de los servicios donde trabajamos y nos han permitido estimular las funciones cognitivas de personas usuarias de formas que antes eran imposibles, mostrándoles entornos y sonidos inaccesibles físicamente para ellas o activando múltiples sentidos, que producen una sensación de calma y bienestar.

Aunque el futuro siempre nos ofrece un largo recorrido de mejora, también en la atención a los deterioros cognitivos, seguro que con la implicación de los profesionales de este sector y su vocación para con las personas, la coordinación con las familias, con los centros de salud y los servicios sociales, así como con el avance de la tecnología, podremos como sociedad, ofrecer aún más calidad de vida a las personas en esta situación.