Un artículo de Juan Carlos Santamaría,
Director de Comunicación de Inithealth (Grupo Init)


Si naces en Euskadi, tendrás muchas posibilidades de morir más tarde que en cualquier otro rincón de España. Incluso del planeta. Con esta noticia desayunábamos leyendo El Correo el 29 de diciembre de 2020. Era el día siguiente al Día de los Inocentes, pero la noticia era real. Hacía referencia a que la esperanza de vida en Euskadi es una de las más altas del mundo, según la clasificación del Índice de Desarrollo Humano-IDH entre 2010 y 2019 elaborado por el Eustat (Instituto Vasco de Estadística). Concretamente, los vascos vivimos una media de 83,9 años, cercana a la de países y regiones como Hong Kong (84,9) y Japón (84,6).

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La tecnología ofrece herramientas para ayudar a empoderar a las personas en sus cuidados y hacerles responsables de su propia salud

La pregunta que deberíamos hacernos es cómo serán esos años que tenemos “de más”. ¿Cómo de frágiles seremos? No se trata de vivir más años, sino de vivirlos mejor. Me parece muy interesante mirar a Reino Unido y a su Estrategia Nacional para la Vida Longeva elaborada por el Grupo parlamentario británico por la Longevidad (All Party Parliamentary Group for Longevity, APPG for Longevity), en la que se han marcado como objetivo incrementar en 5 años la denominada “vida independiente”, con suficiente autonomía, de la población británica en el año 2035 al tiempo que proponen reducir las desigualdades sociales de salud entre los diferentes segmentos de la población.

Quieren reducir la incidencia de las muertes prematuras mediante la promoción de la salud con buenos hábitos (dieta saludable, actividad física, prevención del tabaquismo y alcoholismo, etc.) y la actuación frente a ciertos factores de riesgo, como la prevención del 75% de las enfermedades coronarias y los ataques al corazón, la diabetes tipo 2, el 40% de los tipos de cáncer o reducir el riesgo de demencia.

Queda claro que Euskadi avanza hacia un contexto sociodemográfico en el que la necesidad de atención sociosanitaria va a ser cada vez más evidente. El aumento de la esperanza de vida de las personas, junto con la baja tasa de natalidad está dando lugar al progresivo envejecimiento de la población. Y en este contexto se introduce el concepto de fragilidad funcional, un estado de pre-discapacidad, de riesgo de desarrollar una discapacidad o pérdida funcional. Un buen predictor de eventos adversos de salud a corto, medio y largo plazo. Prevenir la discapacidad actuando sobre la fragilidad es posible, dado que esta última se puede detectar y es susceptible de intervención.

Una identificación precoz y una intervención basada en evidencias puede hacer posible un control de la fragilidad y hasta puede llegar a revertirla, mejorando la calidad de vida y bienestar de la persona mayor. En este sentido, la observación directa de las personas mayores en su entorno domiciliario a través de las personas profesionales del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) puede favorecer y ayudar a la detección precoz de personas en riesgo de fragilidad y a la intervención sobre la fragilidad.

El reto es mantener la autonomía y la independencia a medida que se envejece, considerando que la salud de las personas mayores se debe medir en términos de función y no de enfermedad. Una función que permita el mayor grado de autonomía posible en cada caso.

Las nuevas prioridades estratégicas apuestan por situar a las personas con necesidades simultáneas en los planos social y sanitario en el centro, como protagonistas de su proyecto de vida, y el domicilio como lugar de trabajo en el que se producen las intervenciones, además de apostar por las actuaciones de atención específica y la coordinación funcional entre los dos sistemas. En este sentido, la coordinación entre la Atención Primaria del sistema sanitario y los servicios sociales, cobra especial relevancia.

Comenzaba el artículo hablando de Euskadi, y me llena de orgullo que un consorcio de empresas vascas, ejemplo de colaboración público privada, hayan desarrollado FRAGICARE, una plataforma tecnológica de gestión de la fragilidad funcional de personas mayores de 70 años.

FRAGICARE es un proyecto cofinanciado por el programa Hazitek del Gobierno Vasco y ha sido desarrollado por Grupo Init, que ha desarrollado la plataforma tecnológica Inithealth, que permite construir soluciones SaaS para la gestión remota de la salud, de una persona individual o de un colectivo de personas, en entornos no hospitalarios, mediante la creación y seguimiento de planes de salud y cuidado individuales o colectivos (Careplans), integrando módulos de servicios; Grupo SSI, (Servicios Sociales Integrados), cooperativa con más de 32 años de trayectoria que integra empresas de iniciativa social y de utilidad pública, compuesta por personas profesionales de la intervención social, que dan respuesta de forma integral a las necesidades sociales de personas con vulnerabilidad social y dependencia en Euskadi; STT Systems, empresa de base tecnológica centrada en las áreas de visión artificial, fotogrametría, hardware y software para la captura de movimiento, herramientas de simulación y visualización con gráficos tridimensionales; y con la colaboración del Instituto Kronikgune, Instituto de Investigación en Servicios de Salud, centrado en la investigación de excelencia en organización y gestión de servicios de salud y sociosanitarios; Tecnalia, Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico referente en Europa, cuya misión es transformar la tecnología en PIB para mejorar la calidad de vida de las personas, creando oportunidades de negocio en las empresas y forma parte de BRTA (Basque Research and Technology Alliance); Home Care Lab, la división de Innovación de Grupo SSI: y el Área de Acción social del Ayuntamiento de Bilbao.

Con la tecnología pasaremos de hacer mediciones cronómetro en mano y desde la percepción del que lo realiza, a tener una solución basada en sensórica inercial que permita una cuantificación de la capacidad funcional de la persona y ayude en la detección precoz de riesgo de fragilidad. La tecnología más que un aliado perfecto, se convierte en aliado obligatorio. El objetivo de la plataforma tecnológica es detectar a las personas frágiles o pre-frágiles y prescribir de una manera fácil y segura actividades, consiguiendo estilos de vida saludable, permitiendo a los sistemas social y sanitario la realización de un seguimiento diario, regular y mantenido en el tiempo de los pacientes a través de la observación de la evolución de sus parámetros y facilitando la adherencia al tratamiento a través de ejercicios personalizados online.

Vuelve a ponerse de manifiesto que la tecnología ofrece herramientas para resolver problemas de la sociedad actual. Y ayuda a empoderar a las personas en sus cuidados y hacerles responsables de su propia salud. Además, la coordinación del sistema de salud y social permite tener una visión y seguimiento holístico de las personas usuarias. Es deber de todos los actores que participamos en la creación de estos nuevos productos y servicios, poner a la persona en el centro sobre el que gire el sistema, creando soluciones en función de sus necesidades individuales.

Sobre el autor

Juan Carlos Santamaría es el Director de Comunicación de Inithealth, la plataforma para la gestión remota de la salud y el bienestar, desarrollada por Grupo Init. Está entre los 25 principales influencers de tecnología sanitaria de Twitter de todo Europa, según publicación del Financial Times. Es Cofundador de Health 2.0 Basque, miembro del Comité Científico del I Congreso de Economía Plateada y Embajador Adjunto de Aging 2.0 Bilbao, el capítulo vasco de la red global de innovación en longevidad. Autor del tema «Tendencias en Salud Digital» del Máster de Dirección y Gestión Sanitaria de la Universidad Francisco de Vitoria (Madrid) y miembro del Advisory Board del «Estudio sobre la consulta de salud virtual y sus beneficios para el sistema sanitario», promovido por Esade e impulsado por Barcelona Health Hub. De manera altruista es el Director de Comunicación de OdiseIA, Observatorio del Impacto Social y Ético de la Inteligencia Artificial y Delegado Territorial para Euskadi de la Federación Nacional de Digitación y Blockchain.
Twitter: @jsantamariaglez