Aplicar la metodología CHROME permite mejorar la seguridad y calidad de vida de personas ancianas vulnerables por su deterioro cognitivo. Un reciente estudio publicado en la prestigiosa revista “Journal of Alzheimer’s Disease – Reports” destaca que esta metodología resuelve de forma global lo que gobiernos de otros países llevan años intentando solucionar.

A pesar de su limitada eficacia y peligrosidad, el uso excesivo e inespecífico de psicofármacos en la población anciana vulnerable es una lacra compartida por todos los países industrializados. Los efectos adversos que las malas prescripciones pueden tener son frecuentes y potencialmente muy severos. Estos van desde el empeoramiento de la memoria y la capacidad de lidiar con actividades de la vida diaria, hasta alteraciones musculares, caídas o muerte por parada cardiaca.

El mal uso de estos psicofármacos es tan habitual, generalizado e inaceptable que las sociedades médicas y los gobiernos de numerosos países han emitido decenas de guías de prescripción para sus médicos. A pesar de todas estas alertas el problema no ha sido todavía controlado.

Consciente de ello, la Fundación Maria Wolff desarrolló una metodología completa para paliar los problemas de la mala prescripción de psicofármacos que padecen los mayores. Un estudio recién publicado muestra que esta metodología (denominada “Criterios CHROME”, acrónimo inglés de “metodología para evitar sujeciones químicas”) ha resuelto lo que otros países llevan años intentando resolver.

Caso clínico de ML tras 6 meses de tratamiento y aplicación de Criterios Chrome

Mejora de la calidad de vida

El estudio aporta datos vitales para los médicos, los profesionales que trabajan con mayores y la sociedad en general: la desprescripción de psicofármacos que conlleva la aplicación de los Criterios CHROME mejora la calidad de vida sin afectar negativamente el comportamiento. Este hallazgo es fundamental, dado que uno de los frenos habituales del médico de residencias o atención primaria a la retirada de psicofármacos es el temor de poder empeorar la conducta.

Este recelo estaba justificado dado que la validación científica de las guías globales de desprescripción ha sido incompleta o anecdótica, y porque estas guías se limitaban a decirle al médico lo que no debía hacer, pero sin ofrecerle alternativa alguna.

Con este estudio los criterios CHROME se han erigido en una excepción del panorama internacional, dado que, por un lado, se ofrecen soluciones y alternativas farmacológicas a la retirada de fármacos y, por otro, el estudio deja claro que su aplicación mejora de manera muy significativa la respuesta del paciente al entorno, así como su estado de ánimo.

En la práctica, las personas mayores con deterioro cognitivo se sienten más cómodas en su casa o residencia, no quieren marcharse, se sienten más seguros y sus cosas son respetadas. La mejora del estado de ánimo que reporta esta investigación se refiere a que con muchos menos fármacos y estos mejor prescritos, los residentes se sienten más contentos y satisfechos y no manifiestan comportamientos agresivos.

Otro hallazgo que cimenta el uso de los criterios CHROME es que en las muestras estudiadas no se registró empeoramiento de la conducta. En un sentido más humanista, la retirada de psicofármacos inadecuados, frecuentemente sedantes, implica que la persona “es más ella misma”.

Un cambio de modelo en la prescripción de psicofármacos

Otro hallazgo novedoso del estudio es la demostración rotunda de que la sobreprescripción de psicofármacos en ancianos viene precedida por sobrediagnósticos. Esto conduce a que varios síntomas de la misma persona son tratados frecuentemente con varios psicofármacos que interactúan entre sí de modo indeseado.

Los criterios CHROME, por el contrario, giran en torno a siete síndromes o afectaciones cerebrales que explican varios síntomas, permitiéndole al médico resumir varios fármacos por uno solo que además se ajusta mejor a la base bioquímica de los síntomas. De paso, estos estrictos criterios diagnósticos desmedicalizan comportamientos no patológicos evitando prescripciones innecesarias o aquellas que pudieran ser sujeciones químicas.

Para facilitarle al médico un cambio tan radical el artículo publica por primera vez un algoritmo (esquema) que ayuda al médico en la retirada de fármacos inadecuados a la vez que le sugiere fármacos acertados si hicieran falta.

Este estudio es fruto de la colaboración de la Fundación Maria Wolff con Albertia, una de las cadenas de residencias más comprometidas con la innovación en calidad asistencial. El Dr. Perea, director médico de Albertia comenta que “tras años considerando cómo mejorar la calidad de prescripción en nuestras residencias encontramos en los criterios CHROME lo más sencillo y eficaz para resolver la parte médica de los problemas de la conducta y los estados de ánimo”. Albertia ya está implantando los criterios CHROME en todas sus residencias. Su intención es impulsar la eliminación de sujeciones químicas y contribuir a la buena prescripción de psicofármacos en España.

El Dr. López Álvarez, coautor del estudio, comenta que “las causas principales de la sobreprescripción son por un lado pretender controlar con fármacos las conductas molestas que ni son patológicas ni medicables y por otro que algunos médicos consideran erróneamente intocables los fármacos que prescribimos los especialistas hospitalarios”. Formarse en criterios CHROME permite al médico de atención primaria o al médico de residencias revisar los psicofármacos de forma ágil, desprescribirlos o acertar con un fármaco si hiciera falta.

La aplicación generalizada de estos criterios se salda con una mejora notable de calidad de vida, una reducción de la mortalidad y un ahorro tanto de psicofármacos como de los costes asociados a sus efectos secundarios.

Con la publicación de este estudio, los criterios CHROME se han convertido en la guía de prescripción mejor investigada y validada disponible, superando en extensión, profundidad y base científica iniciativas del sector público norteamericano, canadiense, australiano o del Reino Unido.