Los pacientes con patología respiratoria crónica deberían recibir aquellas vacunas que han demostrado ser eficaces para reforzar el sistema inmune del adulto, como las vacunas de la gripe, el neumococo, el herpes zoster y la tos ferina. Además, en el contexto actual de pandemia, los enfermos respiratorios crónicos deberían recibir la dosis de refuerzo de la vacuna contra la Covid-19, tal y como reclama la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), desde donde se pide que se implante un calendario vacunal para el adulto con patología respiratoria.


Tal y como expresa el Dr. Felipe Villar, jefe asociado del Servicio de Neumología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid y managing editor de la revista científica Open Respiratory Archives, “las vacunas contra la Covid-19 son seguras y eficaces, ya que “han demostrado que son eficaces para controlar la pandemia con un mínimo porcentaje de efectos adversos”.

En este sentido, “necesitamos un calendario vacunal del adulto, ya que ahora está centrado en los niños, y no solo para las vacunas de la gripe y del neumococo, sino otras como la tos ferina y herpes zoster, y todavía está por ver si deberá mantenerse la vacuna de la Covid-19, en función de la evolución de la pandemia”, insiste el Dr. Villar.

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Desde SEPAR se reclama un calendario de vacunación del adulto y dosis de refuerzo de la COVID-19 para el paciente respiratorio crónico

Y es que “la vacuna en sí es la herramienta más útil y potente para combatir la pandemia y también para recuperar el estilo de vida prepandémico. Cuanta más población esté vacunada, antes se alcanzará el nivel de vida previo a la pandemia y, por lo tanto, aquellas personas que aún no se hayan vacunado, deben acudir a sus centros y vacunarse”, señala este experto.

En el caso de la población que ya está vacunada frente a la Covid-19, ya se ha iniciado la administración de la dosis adicional en pacientes inmunodeprimidos, que incluye a los pacientes receptores de un trasplante pulmonar, con cáncer de pulmón, con fibrosis quística y tratamientos inmunosupresores, así como las personas que viven en residencias y las personas mayores de 70 años.

“Desde SEPAR pensamos que la dosis de refuerzo de la vacuna Covid-19 habrá que administrársela a los pacientes crónicos respiratorios, como los afectados por la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o la enfermedad pulmonar intersticial difusa (EPID), entre otras, porque la afectación grave de la Covid-19 ocurre a nivel pulmonar, y los pacientes con estas patologías respiratorias crónicas evolucionan a peor pronóstico, advierte el Dr. Villar.

Además de proporcionar esta dosis de refuerzo a la población española, es importante que se destinen vacunas a países en vías de desarrollo que no tengan un nivel óptimo de vacunación, a fin de aumentar la cobertura vacunal de la población de dichos países frente a la Covid-19. Sin este esfuerzo global, pueden surgir más nuevas cepas y variantes resistentes a las vacunas que pueden llegar a España y provocar una disminución de la eficacia de las vacunas y todo el esfuerzo de vacunación frente a la Covid-19 de la población española. “Ante una pandemia, de ámbito global, se requiere una solución global«, subraya el Dr. Villar.

La inmunosenescencia y el fitness inmunológico son clave para el sistema inmune

La pandemia también ha puesto sobre la mesa la importancia de dos conceptos relacionados con el sistema inmune: la inmunosenescencia, la pérdida de eficacia del sistema inmunitario que ocurre con la edad, y el fitness inmunológico, el entrenamiento del sistema inmune para mejorarlo y así combatir el declive que este sufre con la edad.

La inmunosenescencia se manifiesta tanto por una pérdida de eficacia del sistema inmunitario para luchar contra las infecciones como por la pérdida de capacidad para responder a las vacunas. Para contrarrestarla, existe el fitness inmunológico, un entrenamiento que se basa en la aplicación de ciertas medidas como seguir una dieta adecuada, hacer ejercicio físico y la puesta a punto del sistema inmune mediante la administración de vacunas.

El fitness inmunológico se efectúa a partir de la administración de vacunas eficaces en el adulto, entre las cuales figuran la vacunación frente a la gripe, que se efectúa anualmente, y la vacunación frente al neumococo, que se administra en una sola dosis. En general, ambas vacunas están indicadas en población de riesgo: en los grupos de personas con más de 65 años.