Reproducimos la carta abierta que la Presidenta de ACRA, Cinta Pascual, ha enviado al President de la Generalitat, Pere Aragonès, en la que solicita reconocimiento como «esencial» a la actividad que desarrolla el colectivo de trabajadores y trabajadoras del sector de atención a la dependencia.

Dentro de pocas semanas se cumplirán dos años del inicio de la pandemia. Durante este tiempo, he asumido de nuevo la importancia de cuidar a las personas más vulnerables, y que de una crisis mundial como esta sólo podemos salir con una respuesta colectiva, solidaria e inteligente. La vacuna ha sido el mejor ejemplo de ello.

Me tomo la libertad de dirigirle esta carta en nombre de la Associació Catalana de Recursos Assistencials (ACRA) que tengo el honor de presidir porque quiero reivindicar de nuevo la ingente labor que ha realizado el sector de atención a las personas mayores en situación de dependencia. Hemos sufrido seis oleadas que han provocado miles de contagios y defunciones. En más de una ocasión, desgraciadamente, nos han querido hacer responsables, como si una crisis sanitaria de esta magnitud fuera culpa nuestra.

geriatricarea recursos asistenciales
Cinta Pascual pide que las trabajadoras y trabajadores de los recursos asistenciales de mayores pasen a ser consideradas como esenciales por parte de la administración

Hemos hecho todo lo posible para hacer compatibles la seguridad y la salud de las personas con dependencia. No siempre ha sido fácil, más bien al contrario. Sólo ha habido una constante en estos veinticuatro meses de Covid-19: el compromiso de las profesionales y los profesionales del sector.

Me refiero al colectivo que trabaja en las residencias de mayores, a los centros de día, a los servicios de ayuda domiciliaria, a la teleasistencia y en otros recursos asistenciales igualmente importantes. Hablo de gerocultoras, enfermeras, médicos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, educadores sociales, psicólogos, trabajadoras sociales, directoras, personal de mantenimiento, lavandería y administración, cocineros y limpiadores. Y los que me dejo.

Estoy hablando de un conjunto de trabajadores que son esenciales para nuestro país. Y son esenciales porque cuidan de las personas más frágiles, porque la vida de las personas mayores con dependencia depende de ellos, y una sociedad ética debería medirse no sólo por como protege a los más débiles, sino por como protege a aquellos que protegen. Por ahora, estas personas no cuentan con este reconocimiento por parte de la Generalitat de Catalunya. Y no es justo que esto suceda.

Por poner un ejemplo: ante la necesidad de realizar un test diagnóstico rápido en formato de PCR, en estos momentos el personal de atención directa de las residencias no tiene ninguna prioridad y debe seguir el mismo proceso que cualquier otro ciudadano.

Al inicio de la legislatura, durante su primer discurso en el Parlament, anunció el impulso de una “transformación social” de la cual nos consideramos destinatarios dado nuestro compromiso con el bienestar de los más mayores. Necesitamos esta transformación y creemos que debe pasar también por que se visibilice y reconozca explícitamente nuestro sector.

Por todo esto, y en nombre del sector de atención a las personas mayores en situación de dependencia de nuestro país, pido un reconocimiento público por parte de la Generalitat de Catalunya respecto a la actividad de las trabajadoras y trabajadores de los recursos asistenciales de mayores, y de forma muy especial a aquellas personas que lo hacen en las residencias, para que pasen a ser consideradas como esenciales por parte de la administración.

Pedimos que se ponga en valor su trabajo, que se les sitúe en el centro de la sociedad, que se les considere como lo que son, un colectivo imprescindible que vela por la salud de las personas mayores de Catalunya. En el contexto actual y en previsión de futuras oleadas, es necesario que reciban esta consideración de esenciales.