La Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP) ha celebrado la jornada «Mayores y Brecha Digital» con el objetivo de abordar de la mano de diversos expertos, el problema de la digitalización excluyente que está afectando a miles de personas mayores, así como la imperante necesidad de que servicios tanto públicos como privados las tengan en cuenta.

El presidente de la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP), Ángel Rodríguez Castedo aprovechó su intervención en la jornada «Mayores y Brecha Digital» para denunciar la situación de discriminación, maltrato y edadismo que están sufriendo cientos de personas mayores a causa de una digitalización de servicios que resulta excluyente.

El presidente de la PMP insistió en la responsabilidad de los poderes públicos de trabajar en marcos legislativos que protejan los derechos de las personas mayores, al tiempo que demanda a las entidades financieras y a las grandes empresas de servicios que deben cambiar sus estrategias para relacionarse con los ciudadanos y adoptar medidas que respondan a las reivindicaciones de las personas mayores en cuanto a una atención personal, “que son de sentido común”.

En la misma línea, Rodríguez Castedo denunció que “a medida que crece la brecha digital, crece el desamparo y la indignación en las personas mayores”. “Esto no se puede permitir, ya que se intensifica su exclusión, su sensación de abandono y de inutilidad, y a esto se le llama maltrato, edadismo”, denunció.

En la jornada «Mayores y Brecha Digital» se dieron cita expertos de diversos sectores como la educación, la tecnología, el derecho y la política que debatieron y aportaron sus conocimientos sobre esta problemática. El fundador de Adopta un abuelo Alberto Cabanes destacó que, para reducir la brecha digital, todos los actores sociales “debemos estar unidos” y tomar las siguientes medidas:

• El sector público legislando a favor de los derechos de las personas mayores.
• Las empresas, adaptando sus servicios a todos los usuarios.
• El Tercer Sector, promoviendo acciones de voluntariado con personas mayores para ayudarles a enfrentarse a la transición digital.

Por su parte, la catedrática de Filosofía del Derecho de la UNED Ana María Marcos del Cano calificó la brecha digital como una discriminación social, “que necesita de la responsabilidad de todos”. Todos los participantes abogaron por favorecer una digitalización inclusiva, para lo que hay que buscar soluciones que ayuden a mejorar la calidad de vida de las personas mayores, tales como: la accesibilidad, la usabilidad, la tecnología centrada en la persona, o la colaboración de las empresas con las administraciones públicas en materia de innovación, entre otras.