El pie diabético es una de las enfermedades más extendidas, tanto en España como en todo el mundo, con mayor incidencia en hombres y en población mayor de 65 años. Se trata de una enfermedad que afecta a todos los niveles en la calidad de vida de los pacientes que la sufren.

El pie diabético es una de las alteraciones más comunes que sufren las personas que sufren diabetes. Esta enfermedad provoca un fallo en la circulación de la sangre y afecta a los nervios. Como consecuencia de este fallo en el sistema nervioso, el paciente pierde sensibilidad en los pies, con el consiguiente riesgo de que se produzca una úlcera en el pie y una dificultad mayor para que la persona sienta lesiones leves como: rozaduras, callos o ampollas, muchas de ellas invalidantes para su vida diaria. 

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El pie diabético es una de las enfermedades más extendidas en todo el mundo, con mayor incidencia en hombres y entre la población mayor de 65 años

La relevancia del papel del podólogo en todo lo relacionado con la diabetes es tal que la propia Organización Mundial de la Salud recomienda que todos los integrantes del equipo de atención diabetológica acrediten la formación básica para la prevención de lesiones en el pie. De hecho, en los países desarrollados, 7 de cada 10 amputaciones que se realizan son por causa de la diabetes.

Desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos de España (CGCOP), se recalca la necesidad de prevenir la diabetes y, por extensión, la posterior aparición del pie diabético. Esa labor está estrechamente ligada a un óptimo control glucémico, al abandono del hábito tabáquico y al mantenimiento de cifras de presión arterial en rangos bajos.

Todos los enfermos diagnósticos de diabetes deben realizar una inspección diaria de sus pies y mantener una higiene y un cuidado meticulosos. En caso de percibir cualquier problema, como, por ejemplo: lesiones en las uñas o cambios bruscos de temperatura o de color del pie, el paciente debe contactar rápidamente con un podólogo colegiado para que el profesional realice un diagnóstico y ofrezca las herramientas necesarias para combatir un problema que, en el más extremo de sus casos, puede llegar a acarrear una amputación.

Y es que, según diferentes estudios realizados, entre el 49 y el 85% de problemas en los pies podrían evitarse si se tomaran las medidas adecuadas de prevención. Dada la gravedad del pie diabético y de otros problemas relacionados con la podología, el CGCOP también quiere recordar la urgente necesidad de incluir a los profesionales de podología dentro del sistema de salud público.