En este artículo Carmen Alemany Panadero, Trabajadora Social y Periodista, aborda la soledad no deseada de las personas mayores, que se agudiza en estas fechas navideñas, y plantea algunas iniciativas para paliarla, en Navidad y durante el resto del año.

La Navidad es una fiesta en la que la mayoría de nosotros solemos reunirnos con nuestros allegados. Las familias tienden a juntarse en estas fechas y aprovechar esta oportunidad para el reencuentro. Sin embargo, se estima que una de cada cinco personas mayores pasan solas la Navidad. Ya sea por viudedad, porque los hijos viven lejos, por no haber tenido hijos, o por no tener familia cercana, muchos mayores pasan las Navidades solos.

Cuando la soledad no es elegida sino impuesta, los mayores pueden sentirla dolorosamente en estas fechas. La pérdida de la pareja o de otros seres queridos (padres o hermanos), los valores tradicionales en los que se criaron, la idea de que la Navidad es para reunirse en familia, pueden hacer sentir la soledad de manera más profunda e intensa.

Hace unos días, una noticia de prensa me impactó profundamente. Una señora mayor había publicado un anuncio ¿Alguien necesita una abuela por Navidad? . La mujer se ofrecía para preparar la cena y llevar regalos para los niños de la familia. “Simplemente no quiero estar sola porque me duele. Dejadme ser parte de vuestra familia”, añade.

El mensaje recibió respuestas agresivas acusándola de querer aprovecharse de las familias, e incluso con una invitación al suicidio. La mujer retiró el anuncio. Pero un usuario había obtenido una captura de pantalla y puso otro anuncio para ayudar a esta señora a encontrar una familia por Navidad. Miles de familias respondieron ofreciéndose a acogerla.

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La sociedad envejece, lo que provoca que el número de personas mayores solas aumente

En estos días han salido a la luz varias historias más de personas mayores que van a pasar la Navidad solas. Son historias tristes, sin paliativos. Son historias que reflejan una tendencia creciente en nuestras sociedades. En torno a dos millones de personas mayores viven solas en España, según la Encuesta Continua de Hogares del INE, y una de cada cinco pasa las Navidades en soledad.

La sociedad envejece, y el número de personas mayores solas aumenta. La sociedad tiene que buscar soluciones alternativas y dignas para las personas mayores, que no se reduzcan a los cuidados físicos básicos, sino que incluyan también la atención de sus necesidades afectivas, humanas y sociales. Los Servicios de Ayuda a Domicilio (SAD) que se ofrecen desde Servicios Sociales, a menudo las ayudan a asearse o adecentar la vivienda, pero a muchas personas mayores les hace falta un vínculo humano presente en sus vidas.

Algunas iniciativas para luchar contra la soledad

Algunas entidades han generado iniciativas para luchar contra la epidemia de la soledad, aunque todavía queda mucho camino por recorrer para que las iniciativas pasen de ser un parche a constituir soluciones integrales.

En Madrid, los Centros Municipales de Mayores organizan diversas actividades durante todo el año, y algunas específicas en Navidad. Estos centros promueven la convivencia de los mayores y la creación de vínculos afectivos entre ellos. Ofrecen actividades socioculturales, ocupacionales, artísticas y recreativas, y servicios como bar-cafetería, comedor, podología, peluquería, gimnasio, animación sociocultural y talleres.

En fechas próximas a la Navidad suelen organizar rifas, bailes y actividades, e instalan belenes con figuritas hechas por los usuarios en los talleres. En algunos Centros se cuelgan deseos en el árbol de Navidad o reparten roscón de Reyes. No ofrecen cena de Nochebuena y comida de Navidad, pero sí actividades navideñas, y contribuyen a crear redes de convivencia y afecto durante todo el año.

También en Madrid, a partir de 2021, se creó la Estrategia contra la Soledad No Deseada, con varios proyectos. El Proyecto Madrid Contigo, que ofrece atención profesional y acompañamiento psicológico a domicilio, así como talleres grupales. El Proyecto Madrid Vecina, a través de un Convenio con la Asociación Grandes Amigos, ofrece detección de situaciones de soledad no deseada y acompañamiento afectivo, a través de voluntarios. El Proyecto contra la Soledad No Deseada de Madrid Salud ofrece actividades en los Centros Municipales de Salud Comunitaria, y genera redes con otros recursos comunitarios del Distrito, como asociaciones de mayores, para poder derivar a las personas mayores que lo deseen a actividades.

Algunos Ayuntamientos, como Budia (Guadalajara), Tordesillas (Valladolid), Ayande y Cabañaquinta (Asturias) o Alcobendas (Madrid) organizan cenas de Navidad para sus mayores solos. Son iniciativas que se van extendiendo, aunque necesitan acompañarse de una intervención más continuada para crear redes y vínculos y dar respuesta a la soledad.

La Asociación de Castilla-La Mancha de Residencias y Servicios de Atención a los Mayores ha puesto en marcha la campaña ‘Navidad en compañía. Ningún mayor solo’, por la que las personas mayores solas pueden acudir a 85 residencias de mayores para cenar y participar en la fiesta. También pueden permanecer durante todas las fiestas en las residencias, de forma gratuita, ya que se trata de un programa subvencionado. Otras entidades han puesto en marcha iniciativas similares en diversas autonomías.

La Asociación Amigos de los Mayores realiza una campaña anual para evitar la soledad de los mayores en estas fechas. Su campaña afirma “hay algo más angustiante que recibir a 12 invitados por Navidad. No tener ninguno”. Todos los años organizan una cena para 400 personas mayores en dos hoteles, con comida especial, actuaciones, baile y un obsequio. También trabajan en resto del año para crear redes de amistad entre los mayores que viven en los mismos barrios, para tratar de paliar la soledad de una forma más duradera, con vínculos de amistad reales.

Otras entidades como la Asociación Adopta un Abuelo o Grandes Amigos ofrecen también actividades similares. Desde Grandes Amigos organizan fiestas de Navidad, talleres de adornos navideños y villancicos y visitas en autobús para ver las luces que adornan la ciudad.

Algunos de estos programas tienden a mantener una continuidad en la atención durante el resto del año, ofreciendo actividades que mantengan a los usuarios vinculados a la entidad y a otras personas mayores con las que puedan tener afinidad. La creación de redes y lazos de afecto estables y duraderos es esencial para mejorar la calidad de vida de estas personas y que la iniciativa alcance su máxima efectividad.

Las redes permanentes de amistad y afecto entre las personas usuarias así como con profesionales y voluntarios pueden hacer no solo que la cena de Navidad anual sea mucho más agradable (no tienen así la sensación de estar con desconocidos, sino con sus amigos), y contribuye a mejorar su bienestar y reducir la soledad durante el resto del año.

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Las redes permanentes de amistad y afecto entre las personas contribuye a mejorar el bienestar y reducir la soledad no deseada

Sin embargo, estos servicios aún no llegan a todas las personas mayores afectadas, en unos casos por desconocimiento de los programas, en otros por residir en zonas rurales o despobladas, o en localidades que no disponen de esta oferta de servicios. Es fundamental extender estas iniciativas a otras localidades y regiones, para crear redes y vínculos para todas las personas mayores y erradicar la dolorosa epidemia de la soledad impuesta.

La sociedad envejece. Ninguno de nosotros está exento de ser mayor y (potencialmente) sufrir de soledad algún día. La soledad impuesta puede llegar a ser dolorosa. Muchas personas de edad avanzada no se atreven a manifestar que se sienten solos por miedo a ser una carga, porque saben que sus hijos viven lejos y trabajan, o para no coartar la libertad de sus allegados, que tienen otros planes.

Es importante que todos, como sociedad, tomemos conciencia de esta situación de necesidad. Las familias, para que recuerden a sus allegados en esas fechas y hagan lo posible por evitar que pasen las fiestas solos. Los Servicios Sociales, para reforzar sus servicios y programas dedicados a las personas mayores en estas fechas y fomentar la creación de redes de convivencia y participación a lo largo de todo el año. Los poderes públicos para incentivar iniciativas, como las que han adoptado algunos ayuntamientos. Las asociaciones, para continuar generando iniciativas para estas fiestas y que promuevan la creación de redes y vínculos durante todo el año.

El derecho a ser valoradas y participar en la sociedad

La ONU ha recordado en varias ocasiones los derechos de las personas de edad avanzada y la dignidad a la que tienen derecho. Entre las medidas del Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento se subraya que las personas de edad deben recibir un trato justo y digno, ser valoradas independientemente de su contribución económica, tener acceso a participar en grupos comunitarios o de ayuda mutua y vivir dignamente en todas las etapas de la vida;

El trato que damos a las personas mayores dice mucho de nuestra sociedad. Después de toda una vida trabajando, aportando a la sociedad o criando hijos (hoy ciudadanos adultos) la sociedad no se puede olvidar de las personas que han sido sus pilares y la han sacado adelante con su trabajo durante décadas. Las personas mayores merecen la máxima dignidad y protección social.