Los hábitos saludables aumentan la autoestima y la seguridad de las personas mayores, fomentando su autonomía y mejorando el rendimiento cognitivo. Son algunos de los beneficios que destacan los expertos de la editorial Rubio, que ofrecen una serie de hábitos de vida saludables recopilados en la página web ‘Regala memoria’, cuyo objetivo es dotar de herramientas a los mayores para mantener activo el cuerpo y la mente.

Contar con una rutina de hábitos saludables es clave para personas de cualquier edad, pero si hay un colectivo al que le beneficia especialmente es al de las personas mayores. La actividad física y las rutinas saludables aportan grandes beneficios a todas las personas, pero especialmente a aquellas de edad avanzada, ya que el hecho de crear una serie de hábitos para seguir en el día a día es fundamental para frenar o prevenir posibles futuros deterioros cognitivos.

Geriatricarea editorial Rubio rutinas de hábitos saludables prevención del deterioro cognitivo en las personas mayores

Así lo aseguran los expertos de la editorial Rubio, que recomiendan rutinas como ejercicios relacionados con:

  • el cuidado de la alimentación
  • la inclusión de la actividad física adaptada a cada individuo
  • el mantener la mente activa
  • o la promoción de una vida social positiva

Rubio dispone de la plataforma web ‘Regala memoria’ para ayudar a las personas mayores a establecer este estilo de vida saludable. En la mismo se comparten consejos para prevenir los efectos del envejecimiento.

Los principales beneficios derivados de fijar rutinas son, según la editorial:

  1. Estimular las capacidades mentales. Ejercitar la mente durante unos minutos cada día, ayuda a mantenerla activa y a frenar el deterioro cognitivo. La lectura y la escritura, los juegos de mesa tradicionales, los crucigramas, sopas de letras y otros pasatiempos o los cuadernos específicos de estimulación cognitiva son grandes aliados para este objetivo.

  2. Reforzar el sentimiento de propia identidad. A las personas aquejadas de enfermedades como el Alzheimer, les ayuda a mantener la percepción de su propio yo y reconectar su cuerpo y mente. También se recomienda realizar tareas relacionadas con la lectoescritura, el entretenimiento mental con ejercicios específicos, y tareas que ayuden a practicar la psicomotricidad fina.

  3. Aumentar la autoestima y ofrecer seguridad. Sentirse útil y superar con éxito los pequeños retos del día a día hacen que los mayores se sientan mejor consigo mismos.

  4. Disminuir la tensión emocional y evitar reacciones anómalas. Para no generar un estrés innecesario.

  5. Aumentar la autonomía personal Con tareas diarias que hagan que se sientan con mayor capacidad de decisión.

  6. Evitar la desconexión con el entorno

  7. Fortalecer las relaciones sociales. Pasar tiempo de calidad con familia o amigos.

  8. Mejorar el rendimiento cognitivo. Para que funcione mejor su cerebro su cerebro y que los signos del envejecimiento se verán retrasados.

  9. Favorecer la producción de actos motores voluntarios. Practicar habilidades que ayuden a preservar las destrezas motoras les ayudará a tener un mayor control y consciencia sobre su cuerpo.

  10. Contribuir a la mejora global en otros ámbitos. Si la rutina es adecuada al individuo, se verá un incremento en la calidad de vida de la persona.

Otra de las actividades que los expertos de Rubio contemplan como de las más beneficiosas para frenar los signos del envejecimiento es ejercitar la mente a través de ejercicios diseñados para ello. Para ello, la editorial ha creado dos cuadernos específicosEstimulación Cognitiva y Estimulación de Destrezas Motoras Finas.

Están pensados para frenar el deterioro cognitivo en personas mayores, con el fin de mejorar su calidad de vida. Ambas colecciones tienen diferentes niveles de dificultad, dependiendo del grado de deterioro de la persona, y sirven para mantener y mejorar su rendimiento cognitivo como medida de prevención activa, y para tratar y retrasar la aparición de manifestaciones motoras o síntomas como la alteración de la motricidad fina, la rigidez, el temblor en reposo, la micrografía o la bradicinesia (enlentecimiento), entre otros.