Marta Lorenzo Revuelta y Inmaculada González Allende,
Fundadoras y CEOs de Sumando Vida (Socio de Cluster SIVI)

La Organización Mundial de la Salud (OMS), define el envejecimiento como el resultado de la acumulación de una gran variedad de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo, lo que va llevando a un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales, a un mayor riesgo de enfermedad y, en última instancia, a la muerte.

El envejecimiento suele estar más relacionado a las transiciones vitales que a los propios cambios físicos, como la jubilación, el traslado a vivienda adaptadas y el fallecimiento de amigos y parejas.

Geriatricarea Calidad de vida en la vejez
La nutrición y el ejercicio físico son clave para mantener un adecuado nivel de bienestar y prevenir afecciones comunes asociadas al envejecimiento

La nutrición y el ejercicio físico son dos conceptos clave para mantener un adecuado nivel de bienestar y prevenir afecciones comunes asociadas al envejecimiento. En este monográfico, se abordarán los aspectos más significativos de la nutrición y el ejercicio físico.

Una buena nutrición es fundamental para prevenir enfermedades y fundamental para mantener la salud. Dentro del proceso de envejecimiento, nuestros cuerpos sufren cambios y alteraciones que afectan directamente a la digestión, metabolismo, absorción de nutrientes, etc.

La malnutrición es muy frecuente en las personas mayores debido a factores ambientales, cambios cognitivos, aumento del sedentarismo y disminución de la actividad física… La malnutrición se caracteriza por una pérdida involuntaria de peso y de fuerza muscular, reducción de la actividad física, descenso en la velocidad al caminar, etc. Por lo que una nutrición inadecuada, puede desembocar en un conjunto de episodios que se retroalimentan entre sí, haciendo que la persona cada vez se mueva menos, disminuya su necesidad de alimentarse y, en consecuencia, empeore su estado de salud.

En general, las personas mayores necesitan una menor cantidad de calorías, pero una mayor cantidad de nutrientes esenciales: proteínas, vitaminas y minerales. Por ejemplo, aumentar la ingesta diaria de proteínas tiene como resultado una mejora a nivel cognitivo y de la función neural. También es importante controlar el consumo de grasas saturadas y azúcares añadidos, ya que su exceso puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión, obesidad, etc.

Por otro lado, el ejercicio físico es fundamental para promocionar la salud y prevenir enfermedades en las personas mayores. Aparte de relacionar el ejercicio físico con una mejora de la composición corporal, también se vincula con la reducción del desarrollo de enfermedades coronarias, riesgo de diabetes mellitus tipo II, enfermedad de Alzheimer y otras relacionadas con la demencia.

Podríamos decir que la actividad física es uno de los principales enfoques no farmacológicos basado en la evidencia para la recuperación, mantenimiento y la mejora de salud. El mantenimiento de un estilo de vida activo se asocia directamente con una mejor salud en la vejez, incluso para aquellas personas que han desarrollado una vida sedentaria a lo largo de su adultez.

Los dos factores más importantes para mantener la calidad de vida en la última etapa de nuestro ciclo vital son una buena nutrición y la realización adecuada de ejercicio físico, para poder retrasar la aparición de procesos degenerativos y/o patologías anteriormente citadas.

Las personas mayores requieren nuestra atención, ya que necesitan cuidados personalizados y profesionales para ayudarles a mejorar su calidad de vida, dotándoles de mayor independencia y autonomía personal.