Un artículo de Andrea Celeste Mugnaini Antiguez,
Licenciada en Kinesiología y Fisioterapia, Fisioterapeuta en la Residencia y Centro de Día Palauet de Sant Feliu

Desde que nacemos, incluso dentro del útero, nos movemos. Cuando llegamos a la edad de adultos mayores, seguiremos necesitando la expresión a través del movimiento porque el cuerpo, hasta en “reposo”, se mueve.

Nos encontramos en una época en la que los estilos de vida sedentarios generan un incremento de enfermedades, complicaciones que se presentarán con mayor frecuencia en las personas mayores, ya que el proceso involutivo conlleva cambios de los mecanismos fisiológicos que van a modificar las necesidades nutricionales y motrices.

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El movimiento y una adecuada nutrición son fundamentales para el bienestar físico, mental y emocional de las personas mayores

La relación complementaria que existe entre la ingesta de nutrientes adecuados, que aseguren el equilibrio homeostático, acompañado de una apropiada estimulación física para la activación de las funciones metabólicas que necesita nuestro organismo, son fundamentales para el mantenimiento del equilibrio global de la persona, es decir, el físico, mental y emocional.

Esto implica un seguimiento de los indicadores del estado de salud para poder determinar aquellos factores de riesgo en la evolución de las patologías más comunes que afectan a la población mayor, tales como la Enfermedad De Alzheimer; Ictus; Artrosis, etc.Además, es necesario crear un plan preventivo donde la alimentación y la estimulación físicasean dos de los pilares más importantes a través de los que, a corto y a largo plazo, se nos brinde calidad de vida.

Por lo tanto, debemos identificar las afecciones que se repiten con mayor frecuencia en la población mayor, ya que pueden estar condicionadas por carencias relacionadas con la falta de actividad física y una correcta dieta que asegure la eliminación de desechos químicos del organismo, teniendo en cuenta que la tendencia de la ingesta medicamentosa aumenta en relación a las necesidades particulares de cada persona, según la respuesta celular frente al desgaste por envejecimiento.

Actualmente, los avances médicos trabajan para erradicar, precisamente, la polimedicación. A través de la fisioterapia geriátrica, conjuntamente con nutricionistas, seguimos creando planes preventivos individualizados, conscientes de las adaptaciones que se requieren a los cambios que surgen, ya que la vida es una constante en movimiento.