Seguir unos hábitos de vida saludables, como realizar actividad física regularmente, consumir una alimentación sana y equilibrada y mantener la actividad social se puede prevenir o ralentizar la enfermedad de Alzheimer, tal y como se expuso en la jornada «Cuando te cuidas, el Alzheimer da un paso atrás», organizada por la Fundación Pasqual Maragall en CaixaForum Sevilla.

Tal y como señaló durante su intervención en esta sesión el Dr. Chema González de Echávarri, neurólogo responsable de la Unidad de Demencias del Hospital Joan XXIII de Tarragona y neurólogo de la Fundación Pasqual Maragall, «el Alzheimer es consecuencia de una combinación de factores de riesgo no modificables, como puede ser el envejecimiento, y de factores modificables que tienen un gran peso sobre el desarrollo de los síntomas».

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El Dr. Chema González de Echávarri durante su intervención en la jornada «Cuando te cuidas, el Alzheimer da un paso atrás» de la Fundación Pasqual Maragall

«Gracias a la investigación, sabemos que estos factores modificables están relacionados con la salud cardiovascular y el estilo de vida, es decir, lo que es bueno para el corazón, es bueno para el cerebro. Si llevamos una vida sedentaria o inactiva con hábitos poco saludables, corremos un mayor riesgo de desarrollar enfermedades, lo que tiene efectos secundarios en nuestra salud cerebral», advierte este especialista.

Por este motivo, el neurólogo realizó especial hincapié en la importancia de los hábitos saludables para prevenir la enfermedad, recordando que es clave seguir una dieta mediterránea evitando los ultraprocesados, grasas saturadas, carnes rojas y embutidos; además de integrar ejercicio físico de forma habitual en la rutina, importante también para una buena salud mental.

El Dr. González de Echávarri también recalcó que hay que evitar el aislamiento social, ya que las relaciones sociales son excelentes para mantener activas las conexiones neuronales y que es importante plantear pequeños retos a nuestra mente como participar en talleres, cursos, leer o sencillamente resolver crucigramas, para mantener activo nuestro cerebro en el día a día.

La implicación de los familiares cuidadores de la persona con Alzheimer

En este encuentro también se abordó el efecto que tiene el Alzheimer sobre la familia de la persona afectada, que en la mayoría de los casos suele adoptar el rol de cuidador principal, asumiendo la atención directa de la persona con Alzheimer.

«Cuanto mayor es el avance de la enfermedad y de los síntomas, mayor es la dependencia de la persona sobre la persona cuidadora. Una responsabilidad que en 8 de cada 10 casos suele recaer en la familia«, comentó el neurólogo de la Fundación Pasqual Maragall.

Además, destacó la implicación que los familiares cuidadores suelen dedicar la persona afectada «siendo unas 70 horas de cuidado a la semana, asumidas por la familia en un 80% de los casos. Teniendo en cuenta que la enfermedad suele durar entre 7 y 15 años, estos datos ponen en manifiesto la huella que el Alzheimer deja en los integrantes de la familia y el entorno de la persona afectada».

Avances de investigación en diagnóstico y tratamiento

Respecto a los últimos avances de investigación en diagnóstico y tratamiento del Alzheimer, el Dr. González de Echávarri destacó que estamos ante un cambio de paradigma. Y es que «la irrupción de nuevas formas de detección, donde el centro de investigación de la Fundación Pasqual Maragall, el BarcelonaBeta Brain Research Center ha contribuido con grandes avances como los biomarcadores en sangre, y la aparición de los primeros tratamientos que podrían ralentizar el avance de la enfermedad, llaman al optimismo de los expertos entorno al abordaje de la enfermedad en el futuro», señalo el experto.

En la actualidad se estima que el Alzheimer y las enfermedades neurodegenerativas afectan a 900.000 personas en España, cifra que se traduce en una de cada diez de más de 65 años y un tercio de las de más de 85.

Estas patologías son una de las causas principales de mortalidad, discapacidad y dependencia. Y si no se encuentra una cura efectiva, y teniendo en cuenta que la esperanza de vida en aumento, en el año 2050 el número de casos podría triplicarse en el mundo, superando el millón y medio de personas sólo en España, un hecho que podría llegar a colapsar los sistemas sanitarios y asistenciales.