La incontinencia urinaria es un problema de salud que puede afectar a todo tipo de grupos y a todas las edades. En España se estima que el 24% del total de las mujeres la sufre, aumentando este porcentaje en las de mediana edad y edad más avanzada.

Los varones también sufren esta patología, que consiste en la pérdida involuntaria de orina, pero los casos son menos frecuentes, pero no nulos, ya que se estima una prevalencia del 7% llegando al 14-29% en los varones de más de 65 años, y hasta el 50% en mayores de 85 años.

La incontinencia urinaria se origina por diferentes motivos según el sexo. Por ejemplo, en las mujeres puedes darse por el embarazo o menopausia y en los hombres, por problemas de próstata.

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La incontinencia urinaria afecta al doble de mujeres que de hombres. En España se estima que el 24% del total de las mujeres la sufre

A ello se suma que, para muchos pacientes, este problema es considerado un tema tabú, sobre todo en los hombres, ya que les hace sentir vergüenza admitir que se encuentran en tal situación, mientras que las mujeres consultan más frecuentemente a su médico y solicitan tanto ayuda como información.

Tal y como señala María José Garcés Fernández, enfermera de Atención Primaria del Servicio Canario de Salud, “la incontinencia urinaria afecta al doble de mujeres que de hombres y la principal diferencia entre sexos es el embarazo y el dar a luz. Es por ello por lo que suele aparecer a edades más tempranas que en hombres, ya que, a edades más tardías, se suele igualar”.

Para sobrellevar la incontinencia urinaria lo mejor posible, el cuidado y el apoyo emocional de los familiares y de los profesionales resulta fundamental. “Los pacientes sufren ansiedad, depresión, sentimientos de vergüenza, culpa, humillación, pérdida de autoestima, inseguridad, aislamiento social, etc. El impacto psicológico es inevitable, pero se puede mejorar y tratar si se busca información y ayuda profesional. A través del trabajo psicológico, se comprenderá mejor este problema desarrollando actitudes de afrontamiento para promover y mantener la salud integral del individuo”, añade Garcés.

Diagnóstico temprano y tratamiento adecuado

Diagnosticar de forma temprana el problema y obtener un tratamiento adecuado es fundamental para ayudar al cliente. Igualmente, el propio paciente debe cuidarse y limitar el consumo de alcohol, de tabaco y de las bebidas con elevadas dosis de cafeína. También deben moderar la ingesta de líquidos y la alimentación para poder recuperar el control de la vejiga.

“La vejiga también se puede entrenar. Orinar en dos tiempos, contener 10 o 15 minutos antes de ir al baño o tener horarios programados para acudir al servicio son algunos de los ejercicios más útiles para recuperar el control de este órgano. Por otra parte, los ejercicios de Kegel son muy recomendables para fortalecer los músculos del suelo pélvico, que sostiene órganos abdominales como la vejiga, el útero o los intestinos”, explica la enfermera de Atención Primaria del Servicio Canario de Salud.

El tratamiento más conocido es el uso de compresas absorbentes, ya que proporcionan frescura, comodidad y buena higiene. En palabras de Serena Orlandi, Brand Manager Pharmacy de Essity Iberia, compañía especializada en higiene personal, “para nosotros es fundamental mejorar la calidad de vida del paciente que sufre incontinencia urinaria y, para ello, buscamos ofrecer productos y servicios que faciliten su día a día y le aporten seguridad y confianza a la hora de convivir con esta situación”.