Liderado por la Facultad de Estudios Sociales y del Trabajo de la Universidad de Málaga y la Consejería de Inclusión Social de la Junta de Andalucía, el laboratorio tecnológico de evaluación de la dependencia ‘Social Living Lab’ es la de primera casa consciente de España donde se experimenta con la robótica y la domótica para aplicar los avances tecnológicos a los hogares de las personas en situación de dependencia de Andalucía.

‘Social Living Lab’ es un espacio de demostración y ensayo para investigar, formar e implementar en entornos reales de personas mayores, en situación de dependencia, a partir de un modelo de intervención integral, flexible y personalizado, el cual incluya avances tecnológicos – dispositivos, sensores y cámaras inteligentes, robots sociales, andadores adaptados, eficiencia energética, inteligencia artificial, realidad virtual, etc.-, que favorezca y posibilite su permanencia en el hogar.

geriatricarea Social Living Lab
La inauguración de ‘Social Living Lab’ contó con la presencia del vicerrector de Investigación y Transferencia, Teodomiro López, y el viceconsejero José Repiso

Así, se encuentra abierto tanto a investigadores universitarios como para profesionales del ámbito de la dependencia, al igual que para entidades públicas y privadas que busquen la aplicación, experimentación y testeo de sus innovaciones tecnológicas dentro de los servicios sociales.

El ‘Social Living Lab’ se enmarca en el proyecto ‘Vivir en Casa’ y está ubicado en calle Amaranto de Málaga. El inmueble, de 160 metros cuadrados, se encuentra situado junto a la residencia de mayores de la Junta de Andalucía del distrito de El Palo.

Se trata de un claro ejemplo de transferencia social, cuyos resultados buscan mejorar la vida de la parte más vulnerable de la sociedad, así como de colaboración entre administraciones, tal y como destaca el vicerrector de Investigación y Transferencia, Teodomiro López, quien señala respecto a este proyecto que “estamos dando un paso enorme al poner el conocimiento de nuestra Universidad al servicio de los ciudadanos”.

Por su parte, José Repiso, viceconsejero de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, pode en valor que “con este proyecto damos un paso tecnológico de gigante para facilitar que si una persona en situación de dependencia quiere permanecer en su casa, con su gente, el máximo tiempo posible, pueda hacerlo”.

Recrear un hogar adaptado a las necesidades de diversos perfiles de usuarios

El complejo busca la proximidad y similitud con el interior de una casa, recreando para ello un hogar adaptado a las necesidades de diversos perfiles de usuarios. Así, cuenta con un amplio salón que permite la evaluación y experimentación de dispositivos y sistemas; otras habitaciones con una sala comedor, cocina y dormitorio con cuarto de baño donde se exhibe las últimas tecnologías en atención domiciliaria. También dispone de tres despachos de trabajo para el análisis y estudio de datos.

En el ámbito de la domótica, la vivienda funciona de modo sostenible, generando energía a través de placas solares que permiten poner en marcha los sistemas integrados en su interior. En las habitaciones se localizan sensores de movimiento y monitorización, detección de humo o apertura de puertas, así como un sistema centralizado que permite activar y controlar la iluminación de las habitaciones a través de dispositivos móviles.

Algunas de las innovaciones domóticas son:

  • pantallas de televisión que permitan realizar videoconferencias en salón y comedor
  • un frigorífico que permite visualizar los productos en su interior y realizar pedidos automáticos, según la necesidad
  • papeleras inteligentes que se abren por la proximidad del usuario
  • cama articulada en el dormitorio
  • sistema de geolocalización para establecer la ubicación precisa de la persona dependiente cuando se halla fuera del hogar y que mide sus parámetros de salud para poder actuar en caso de emergencia.

En el campo de la robótica aplicada a lo social, se han implementado los denominados robots de sobremesa con el modelo ‘Zenbo’ y ‘Nuka’, de pequeño tamaño y fácilmente transportable, que permite una interacción con la persona mediante recordatorios, agenda y calendario, así como diversas actividades de entretenimiento y ocio.

Además, también se testean robots de mayor tamaño y de telepresencia, modelos ‘TEMI’, ‘James’ y ‘GoBe’, que se pueden desplazar hacia cualquier punto del hogar y que permiten acompañar a la persona. Disponen de pantalla que permite realizar videoconferencias con familiares y profesionales, y pueden realizar consultas a la persona usuaria para comprobar su estado de ánimo y salud, interactuando con ellos a través de reconocimiento facial o de voz.

En lo que se refiere a la sensibilización y concienciación, ‘Social Living Lab’ cuenta con el denominado traje de empatía, que permite realizar una simulación de determinadas afecciones y alteraciones físicas que permiten a los asistentes sociales ponerse en la piel de una persona que las padece, como puede ser en casos de lumbalgia, temblor de manos o falta de visión y audición.

El proyecto ‘Vivir en Casa’ se encuentra liderado por la Facultad de Estudios Sociales y del Trabajo de la Universidad de Málaga y la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía, a través de los fondos Next Generation UE y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.