¿Cómo puede influir el estilo de vida en el deterioro cognitivo y el desarrollo de Alzheimer y otras demencias? Para dar respuesta a esta pregunta el Grupo de Investigación en Nutrición y Salud Metabólica de la Universitat Rovira i Virgili ha iniciado un estudio para el que precisa voluntarios con pérdidas de memoria o deterioro cognitivo leve, puesto que son los que tienen más riesgo de desarrollar procesos de demencia.

Los investigadores de la Universitat Rovira i Virgili tratan de determinar de qué manera el estilo de vida influye en el desarrollo de la demencia, como por ejemplo la causada por el Alzheimer, e identificar factores de riesgo. Algunos estudios epidemiológicos previos ya han detectado que las personas con obesidad y diabetes, por ejemplo, tienen más riesgo de sufrir deterioro cognitivo. De hecho, solo el 5% de los casos de Alzheimer se explican por razones genéticas, de forma que para el 95% restante hay que buscar otras causas.

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En la imagen, Mònica Bulló, investigadora de la URV y del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili

Así, el equipo investigador hará un seguimiento a los voluntarios durante diez años del estilo de vida, sobre todo la alimentación, la actividad física, el sueño y la exposición a la contaminación ambiental. Como explica Mònica Bulló, investigadora principal, “a partir de aquí, buscaremos las causas de porque unas personas habrán desarrollado más rápidamente el deterioro cognitivo y otros no”.

De este modo, se intentará determinar qué mecanismos hay detrás de estas diferencias en el desarrollo de la demencia, en concreto el microbioma (la flora intestinal) y el metaboloma y el transcriptoma, “el conjunto de pequeñas moléculas que se pueden llegar a modular y regular, precisamente, a partir de los cambios en el estilo de vida”, señala Bulló.

En este sentido, la investigadora de la URV y del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (IISPV), recalca que “si tenemos marcadores tempranos que avisan del riesgo de demencia, los podremos modificar antes de que se desarrolle. Y hacerlo incidiendo en el estilo de vida es importante desde un punto de vista estratégico puesto que podremos llegar más fácilmente a mucha más gente”.

Se espera que sean alrededor de 300 las personas voluntarias que participen en el estudio, de momento de la demarcación de Tarragona, a pesar de que la idea es ampliarlo a escala nacional. Financiado por el Instituto de Salud Carlos III, el proyecto cuenta con la colaboración de la Unidad de Demencia del Hospital Sant Joan de Reus y de la Asociación de Alzheimer y Otros Trastornos Neurocognitivos de Reus y el Baix Camp-Instituto Lerín Neurocognitive y la participación de los centros de atención primaria.