Con el fin de mejorar los procesos de atención de los pacientes de ictus isquémico y hemorrágico, Siemens Healthineers y Medtronic han implantado en el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona el proyecto ‘One Step Ictus’, el cual transforma la atención al paciente concentrando todo su abordaje en una única sala de acceso directo al hospital, reduciendo así el tiempo de actuación desde que llega al Servicio de Urgencias hasta que recibe el tratamiento.

El proyecto ‘One Step Ictus’ ha demostrado que la reducción del tiempo, unido a una mayor agilidad en la detección y tratamiento, puede duplicar las probabilidades de que el paciente con ictus tenga un mejor pronóstico. Además, también incorpora una plataforma digital, desarrollada por Siemens Healthineers, que integra la información de la historia clínica con el resto de datos que genera el paciente a través de dispositivos médicos y varias aplicaciones digitales durante su paso por el sistema sanitario, tanto en la fase de ingreso como durante su seguimiento, facilitando así la monitorización del proceso de manera integral.

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El proyecto One Step Ictus reduce el tiempo de actuación desde que el paciente de ictus llega al Servicio de Urgencias hasta que recibe el tratamiento

Tal y como explica el Dr. Carlos Molina, jefe de Sección de Neurología de la Unidad de Ictus del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona, «desde el punto de vista clínico, ‘One Step Ictus’ nos ayuda a optimizar el proceso asistencial, acelerando la llegada del paciente a la sala de intervenciones. Cada minuto cuenta, por lo que todo el tiempo que consigamos reducir se traducirá en un mejor pronóstico del paciente».

Cada año se producen en España más de 120.000 casos de ictus, una enfermedad neurológica considerada ya la segunda causa de muerte en nuestro país, que en el 85% de los casos se produce en personas mayores de 65 años y cuyo reto principal que plantea es la detección precoz de los síntomas y el rápido abordaje terapéutico de los mismos.

«El ictus es una patología muy frecuente producida por una alteración brusca en la circulación cerebral, porque una arteria se tapa o se rompe, lo que origina una alteración de la función neurológica que, en muchos casos, si no se es capaz de revertirla puede dejar secuelas en el paciente y afectar a su calidad de vida», advierte el Dr. Molina.

El tiempo es crucial en esta patología, especialmente ante los primeros síntomas de alerta (dolor de cabeza, pérdida de sensibilidad, fuerza, equilibrio, alteraciones del habla…) y para las consecuencias que puede provocar en lo pacientes. De hecho, se calcula que hasta el 30% de los pacientes con ictus sufre un problema de discapacidad (parálisis, trastornos del habla o déficit cognitivos) que le impide llevar una vida normal.

Todas las comunidades autónomas ya han implantado su propio programa de «Código Ictus« para la atención de los pacientes. Como indican desde Siemens Healthineers, en estos planes la tecnología sanitaria juega un papel esencial, ya que se incluyen aspectos relacionados con el reconocimiento de los síntomas por parte de los sanitarios, los sistemas de transporte urgente al hospital, el abordaje diagnóstico y terapéutico en Urgencias y la coordinación de los diferentes profesionales sanitarios implicados en cada fase del ictus.