Un artículo de Tunstall
El envejecimiento activo es un pilar fundamental en la mejora y la personalización de la atención y los cuidados a las personas mayores, ya que no solo es importante fomentar que vivan más tiempo, sino que lo hagan de una manera plena y satisfactoria; participando en la sociedad, manteniendo su autonomía, y su salud física y mental, y desarrollando relaciones significativas.
Una herramienta para fomentar el envejecimiento activo es el trabajo comunitario en red, ya sea para dar apoyo a las personas mayores más vulnerables que necesitan, en ciertos casos, del acompañamiento por parte de otra persona, como para aquellas que solo necesitan que les proporcionen la información y las estimulen para participar en la comunidad, tener una vida social más activa y generar nuevas relaciones.
Este tipo de trabajo puede ser muy efectivo con personas que, por ejemplo, nunca han participado en espacios comunitarios o en movimientos asociativos, y que, por lo tanto, les puede resultar más difícil iniciar una actividad, presentarse el primer día o integrarse en un grupo. Facilitar ese paso puede generar nuevas oportunidades de relación y vinculación con el entorno.
Partiendo de que las personas mayores son un grupo de población muy heterogéneo, promover un envejecimiento activo que dé respuesta a las necesidades sociales precisa de un trabajo comunitario y un tejido social que proporcione recursos especializados y adaptados a las personas.
Es precisamente en este aspecto donde radica el gran reto: promover la participación social de las personas dependientes, aisladas o solas.
Es en estos casos donde es fundamental el trabajo que realizan los y las profesionales de Tunstall, detectando las señales de alarma que pueden esconder una situación de aislamiento o de soledad no deseada.
El segundo paso, una vez valorado el caso, es proponer una intervención adecuada según sus necesidades, incluidas aquellas relacionadas con su participación en la sociedad y sus relaciones sociales.
Ejemplos del trabajo en red de Tunstall
Como ejemplo de este tipo de colaboraciones podemos destacar la firma del último convenio para el desarrollo del proyecto ‘Madrid Contigo ante la Soledad no deseada’, del cual Tunstall forma parte como compañía prestadora del servicio de teleasistencia de la Dirección General de Mayores y Prevención de la Soledad No Deseada del Ayuntamiento de Madrid.
Este proyecto permite la detección de soledad no deseada entre personas beneficiarias del servicio de teleasistencia, y su posterior derivación e intervención a través de las entidades de voluntariado Grandes Amigos, Nadiesolo y Solidarios para el desarrollo. Así pues, las personas en riesgo de soledad no deseada reciben acompañamiento presencial o telefónico por parte de personas voluntarias, las cuales promueven la generación de vínculos para que la soledad se diluya o desaparezca con el paso del
tiempo.
Tunstall también mantiene colaboraciones con distintos servicios municipales que ofrecen apoyo y acompañamiento profesional para revertir situaciones de vulnerabilidad a causa de soledad no deseada, promoviendo la participación de personas mayores vulnerables en las actividades del entorno. Estas intervenciones ayudan a estimular su autonomía y facilitar el vínculo con otras personas y con los recursos de que disponen para envejecer de una forma activa y saludable.
Como conclusión, cabe recordar que para que las personas se sientan incluidas en la vida comunitaria y, por lo tanto, puedan disfrutar de un envejecimiento activo y saludable, es esencial que cuenten con el acompañamiento y apoyo necesario. Una colaboración estrecha entre los distintos servicios y entidades sociales que prestan cuidados a las personas es la forma más efectiva de lograrlo.