Anna Jiménez,
Enfermera y Coordinadora Sanitaria de la Residencia y Centro de Día Campdevànol (Fundació Vella Terra)

Llegada la tercera edad es importante seguir cuidándonos, ya que, a lo largo de nuestra vida, en las diferentes etapas, tenemos que mantener y potenciar siempre unos buenos hábitos. De esta manera llegaremos a tener una vejez saludable.

  • Alimentación equilibrada

Es importante consumir una dieta rica en frutas y verduras. Es fundamental aumentar la fibra, ya que en esta etapa suelen aparecer problemas de estreñimiento. También es recomendable reducir el consumo de azúcares y grasas saturadas. Y controlar las porciones, ya que a medida que envejecemos, nuestras necesidades calóricas pueden disminuir. Evitaremos así un aumento de peso, lo cual no sería beneficioso para mantenernos activos y favorecer la movilidad.

geriatricarea vida saludable
La actividad física en edades avanzadas ayuda a mantener la movilidad, la fuerza y la salud cardiovascular
  • Ejercicio regular

La actividad física, como caminar, nadar o practicar yoga, ayuda a mantener la movilidad, la fuerza y la salud cardiovascular. Es importante realizar una actividad física moderada. Estos ejercicios también irán encaminados a mejorar el equilibrio y la flexibilidad, lo cual minimizará el riesgo de caídas. La práctica regular de ejercicio evitará limitaciones y, a su vez, repercutirá de forma positiva en nuestra autonomía e independencia.

  • Hidratación

El agua es un elemento necesario en la realización de muchas de las funciones fisiológicas de nuestro organismo. Beber suficiente agua es esencial, ya que la sensación de sed puede disminuir con la edad. La deshidratación es uno de los problemas frecuentes en la vejez. En el mercado encontramos una gran variedad de alimentos y complementos para facilitar este aporte hídrico.

  • Socialización

Mantener relaciones sociales y participar en actividades comunitarias puede mejorar el bienestar emocional y reducir el riesgo de depresión. El aislamiento social es altamente perjudicial para las personas mayores, por ello las relaciones interpersonales son imprescindibles. Hemos de facilitar estos encuentros, ya que en esta edad aumentan sus limitaciones a la hora de salir a la calle, su círculo de amistades disminuye, pierden su compañero/a de vida… Por lo tanto, hay que tener en cuenta los cambios físicos y psíquicos que repercuten en este grupo de personas.

  • Estimulación mental

Realizar actividades que desafíen la mente, como leer, jugar a juegos de mesa o aprender algo nuevo, puede ayudar a mantener la agilidad mental. Se trata de un conjunto de técnicas para mejorar el funcionamiento de las capacidades cognitivas. Estas actividades deben estar guiadas por un profesional, quien se encargará de diseñar y adaptar la intervención de la manera más adecuada. Esta estimulación se debe adaptar a las necesidades, características y circunstancias de cada persona.

  • Sueño adecuado

Los problemas de sueño son frecuentes en las personas mayores. Es importante dormir lo suficiente y que el sueño sea de calidad. Establecer una rutina de sueño puede ser muy beneficioso.

  • Chequeos médicos regulares

No olvidar realizar chequeos médicos periódicos para monitorear la salud y detectar cualquier problema a tiempo.

Es importante recordar que cada persona es diferente, así que es necesario adaptar estos hábitos a las necesidades de cada individuo y consultar con un profesional de la salud si aparecen dudas. ¡Cuidarse es lo más importante!