
Un artículo de Mayte Vázquez Resino,
Psicóloga Sanitaria
“Envejecer es como escalar una montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena»
Ingman Bergman
Introducción
La diabetes es una enfermedad grave que afecta a muchos adultos mayores. Las personas desarrollan diabetes cuando la glucosa en la sangre, también conocida como azúcar en la sangre, es demasiado alta.
La glucosa es la principal fuente de energía del cuerpo. Nuestros cuerpos pueden producir glucosa y la glucosa también proviene de los alimentos que comemos. Para utilizar la glucosa como energía, el cuerpo necesita insulina, una hormona que ayuda a que la glucosa ingrese a las células.
Si una persona tiene diabetes, es posible que su organismo no produzca suficiente insulina, que no use la insulina de manera correcta o ambas cosas. Esto puede causar un exceso de glucosa en la sangre, lo que con el tiempo puede generar problemas de salud.
Los tipos más comunes de diabetes en adultos mayores son la diabetes tipo 1 y la diabetes tipo 2:
- En la Diabetes tipo 1, el organismo produce muy poca o nada de insulina. Aunque los adultos mayores pueden desarrollar este tipo de diabetes, con mayor frecuencia comienza en niños y adultos jóvenes, que tienen que tomar insulina de por vida.
- En la Diabetes tipo 2, el organismo no usa bien la insulina. Ocurre con mayor frecuencia en adultos de mediana edad y mayores, pero también puede afectar a los niños. La probabilidad de tener diabetes tipo 2 es mayor si la persona tiene sobrepeso, se mantiene inactiva o tiene antecedentes de diabetes gestacional.
También importante la denomina prediabetes, una afección en donde los niveles de glucosa son más altos de lo normal pero no lo suficientemente altos como para diagnosticar diabetes.
Entre los síntomas físicos que presenta la diabetes se pueden incluir el cansancio, deseo de más hambre o sed, adelgazar sin intentarlo, orinar con frecuencia o entumecimiento u hormigueo en las manos o los pies.

En relación con la prevalencia, la diabetes en residencias es alta. En un estudio realizado Durán, J.C, 2012) sobre 1.952 ancianos institucionalizados, la prevalencia de diabetes fue del 26,44%. Se incluyen en el estudio 312 pacientes, edad media 79,7 años y el 57,4% eran mujeres. El 66,9% eran diabéticos desde hace más de 10 años. El 55,1% han sufrido algún evento vascular: ictus isquémico 55,2%; infarto de miocardio 18%, y arteriopatía periférica el 14,5%. El 29,6% padece retinopatía, el 21,3% padece nefropatía diabética y el 25,6% neuropatía diabética.
El 90,1% de los pacientes dispone de determinación de HbA1c, presentando el 50% niveles entre 7 y 9%, con frecuencia de determinación semestral en el 63,4%. Como complicaciones metabólicas, el 7,1% presentó algún episodio de cetoacidosis diabética, el 2,9% síndrome hiperosmolar, y el 15,7% hipoglucemias sintomáticas.
El 66% de los pacientes tomaban antidiabéticos orales, metformina el 55,3% seguido de glicazida el 10,2% y repaglinida el 3,4%. El 50,2% estaba insulinizado. El 45,6% sufría dependencia funcional con media en Barthel de 48,4 puntos. Y el 46,1% está diagnosticado de demencia, encontrándose en fase moderada el 36,7%.
Aspectos psicológicos relacionados con la diabetes en personas mayores
En personas mayores con diabetes, los aspectos psicológicos y emocionales juegan un papel fundamental en el manejo de la enfermedad, bienestar y la calidad de vida. La diabetes puede generar ansiedad, depresión, estrés y sentimientos de frustración, especialmente debido a la complejidad del tratamiento y las posibles complicaciones. Además, la diabetes puede afectar la esfera social y emocional, llevando al aislamiento y a la dificultad para mantener relaciones interpersonales. (OMS, 2019)
Es destacable también y de acuerdo con algunos estudios, que el 16% de las personas con diabetes mayores de 65 años y casi una cuarta parte de los pacientes mayores de 75 años tienen demencia con la consiguiente dependencia y un impacto negativo en la calidad de vida.
Reflexionemos sobre algunos aspectos clave.
- Distrés por la diabetes:
El distrés por diabetes hace alusión a la angustia emocional y psicológica que experimentan las personas con diabetes debido a la gestión de su enfermedad crónica. Esta angustia puede manifestarse en forma de preocupaciones, desasosiego, frustraciones, desánimo, distimia, llegando en muchos momentos a depresión, o cansancios asociados al manejo diario de la diabetes, que pueden llevar a un abandono del autocuidado, mermando la calidad de vida de la persona.
- Ansiedad y depresión:
La diabetes aumenta el riesgo de desarrollar ansiedad y depresión, aumentando con ello el riesgo de complicaciones. Se estima que las personas con diabetes tienen entre 2 y 3 veces más probabilidades de experimentar depresión y un 20% más de probabilidades de tener ansiedad que la población general.
Los patrones de ansiedad se reflejan en una preocupación excesiva, nerviosismo, inquietud, dificultad para concentrarse, irritabilidad, tensión muscular, trastornos del sueño y ataques de pánico generalmente.
- Estrés:
El manejo de la diabetes, incluyendo la dieta, la medicación y el monitoreo constante, puede generar altos niveles de estrés, afectando la salud mental y el control glucémico.
- Problemas cognitivos:
Algunos estudios han venido a relacional la hipoglucemia (niveles bajos de azúcar en sangre) con problemas de memoria y atención, lo que ocasiona otro riesgo y preocupación para personas mayores.
También son reseñables los problemas relacionados con el deterioro cognitivo. Los pacientes con diabetes mellitus tipo 2, tienen un riesgo entre un 1,5 y 2 veces más alto de desarrollar demencia con respecto a las personas sin diabetes. Las dos principales causas de demencia son la enfermedad de Alzheimer y la demencia vascular. La persona con diabetes tiene un aumento significativo de tener cualquiera de las dos patologías. En el caso de la enfermedad de Alzheimer el riesgo relativo es del 1,46 y en el caso de la demencia vascular del 2,48, con respecto a las personas sin diabetes. (Areosa, A. y cols. 2017).
- Impacto en la esfera social:
La diabetes puede afectar las relaciones sociales, ya que las restricciones dietéticas y el manejo de la enfermedad pueden llevar a la persona a evitar ciertas actividades sociales o a sentirse diferente. También el aislamiento producido por la hipervigilancia y estado de alerta en general afecta a las relaciones y habilidades sociales y familiares en muchos casos.
- Miedo a la hipoglucemia:
El miedo a experimentar episodios de hipoglucemia puede generar ansiedad y afectar la calidad de vida, especialmente en aquellos que usan insulina.
- Emociones negativas:
Algunas personas pueden experimentar emociones negativas como la ira o la rabia al enfrentarse a la enfermedad, sobre todo cuando llega envuelta en la emoción de la sorpresa o de manera inesperada, incluso la diabetes tratada como un duelo o pérdida de salud, la persona puede quedarse en la negación de la enfermedad, con la rebeldía, decepción, frustración, tristeza y pesimismo que acarrea dicha fase en el proceso de bienestar de la persona.

Intervenciones psicológicas efectivas
Diversos estudios indican que las intervenciones psicológicas, especialmente la TCC y los programas de educación en diabetes, mejoran significativamente los niveles de HbA1c, reducen síntomas depresivos y mejoran la calidad de vida en personas mayores con diabetes.
Indicar que la integración de un modelo multidisciplinar y transversal, igual que en otras enfermedades, fomentan los mejores resultados en su tratamiento.
a. Terapia cognitivo-conductual (TCC)
Las intervenciones basadas en esta terapia se centran en modificar y reestructurar pensamientos y comportamientos que afectan la gestión de la diabetes. Es una terapia efectiva para reducir los pensamientos disfuncionales o disruptivos, la depresión y la ansiedad, mejorar la adherencia y promover conductas saludables.
b. Programas de educación en diabetes (Educación terapéutica)
La psicoeducación y conciencia de enfermedad integran componentes psicológicos, ayudando a los pacientes a entender su enfermedad, gestionar el estrés y motivar cambios en el estilo de vida y bienestar de la persona, aunando la importancia de la alimentación y el buen uso de la misma.
c. Intervenciones de apoyo y regulación emocional
Estas intervenciones se focalizan en proveer de estrategias para afrontar el diagnóstico, manejo del dolor emocional y el estrés, promoviendo la resiliencia y el sentido vital, entre otras.
d. Mindfulness y técnicas de relajación
Ayudan a reducir el estrés y mejorar la autorregulación emocional, aspectos esenciales en el proceso y gestión de la diabetes.
e. Terapia familiar (sistémica) y grupal
Estas terapias se centran en fomentar el apoyo social y desahogo emocional, mejorando con ello el entorno del paciente, disminuyendo el aislamiento y facilitando la comunicación, la adherencia y el apoyo mutuo.
Conclusiones
La diabetes en personas mayores es un problema de salud que cronificado puede afectar el bienestar emocional y psicológico debido a la necesidad de manejar la enfermedad, el control diario de la glucosa, las restricciones en la dieta, el estilo de vida, y el temor a las complicaciones entre otras, incluso la depresión y la ansiedad pueden coexistir con la diabetes, y a veces incluso complicar dicho manejo.
Asimismo, los estudios sugieren que la diabetes podría afectar la función cerebral y el equilibrio químico, lo que a su vez podría influir en el estado de ánimo. El estrés, la frustración y la preocupación por la enfermedad pueden contribuir al desarrollo de problemas de salud mental.
Por ello son efectivas y se evidencian las terapias de enfoque cognitivo-conductual para mejorar el manejo emocional, los programas de apoyo social y terapia grupal, técnicas de mindfulness y manejo del estrés, resaltando la importancia de la integración con el equipo médico y psicológico.
Bibliografía
American Diabetes Association. (2023). Standards of Medical Care in Diabetes. Diabetes Care, 46(Supplement 1), S1–S144.
Areosa SA, Grimley EV. (2017). Effect of the treatment of Type 2 diabetes mellitus on the development of cognitive impairment and dementia. Cochrane Database Syst Rev. (4):CD003804. doi: 10.1002/14651858.CD003804.
Durán, J.C (2012). Prevalencia de diabetes mellitus en pacientes geriátricos institucionalizados en la provincia de Cádiz. Estudio Diagerca. Revista Especial Geriatría y Gerontología. 47(3):114–118.
García, A., & Pérez, M. (2018). Enfoque multidisciplinario en el manejo de la diabetes en adultos mayores. Revista Española de Geriatría y Gerontología, 53(4), 193-198.
Rodríguez-Mañas, L., & Passarino, G. (2020). Diabetes in the elderly: challenges and management. Current Diabetes Reports, 20(11), 49.
Sinclair, A., et al. (2019). Diabetes management in older people: a practical approach. The Lancet Diabetes & Endocrinology, 7(12), 1027-1038.
World Health Organization. WHO. (2019). Diabetes Fact Sheet.
Sobre la autora
Mayte Vázquez Resino es Psicóloga Sanitaria, miembro activo del grupo de Buen Trato a las personas Mayores del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid. Voluntaria y miembro en activo del Equipo de Acción Específica de Personas con mayor vulnerabilidad (EAE + Vulnerabilidad) de “Grandes Amigos”.
Docente y experta en intervenciones en desarrollo cognitivo y emocional, Mindfulness, Montessori y Psicología Positiva en personas mayores.