Con motivo del Día de las Abuelas y de los Abuelos, la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE) reivindica el derecho de las personas personas con discapacidad a vivir un envejecimiento activo, digno y en igualdad de condiciones, con los apoyos necesarios para ejercer sus derechos plenamente.

COCEMFE reconoce y agradece el papel esencial que muchas personas con discapacidad desempeñan en sus familias como abuelos y abuelas, y destaca que este reconocimiento no solo debe ser simbólico, sino traducirse en políticas públicas que garanticen una vida plena y autónoma también durante la vejez.

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COCEMFE reclama un envejecimiento activo, digno y en igualdad de condiciones para las personas mayores con discapacidad

Y es que, muchas personas con discapacidad, a pesar de enfrentarse a importantes barreras físicas, económicas y sociales, ejercen un rol fundamental como figuras afectivas, referentes familiares y, en muchos casos, cuidadores principales de sus nietos y nietas.

En el ‘Estudio de investigación sobre la situación de las personas con discapacidad desde la perspectiva del envejecimiento’, realizado por COCEMFE, pone de manifiesto la falta de correspondencia entre lo expuesto en el marco legislativo y la implementación del enfoque social en las políticas públicas. Las personas entrevistadas apuntaron que el modelo asistencial perdura en los patrones de atención en los equipamientos sociales.

En este sentido, el presidente de COCEMFE, Anxo Queiruga, recalca que el envejecimiento de las personas con discapacidad no puede seguir siendo ignorado por las políticas públicas. A su juicio de debe «reconocer esta etapa de la vida como clave en la trayectoria vital de muchas personas con discapacidad, que deben contar con todos los apoyos, recursos y oportunidades para vivirla en plenitud”.

En este contexto, COCEMFE recuerda que actualmente se encuentra en tramitación parlamentaria la reforma de las leyes de discapacidad y de autonomía personal, una normativa a la que COCEMFE ha realizado aportaciones, siendo algunas de ellas incorporadas en el anteproyecto aprobado por el Consejo de Ministros.

“Esperamos que esta reforma sirva para romper con el modelo asistencialista aún vigente y promueva un enfoque de derechos, accesibilidad y apoyos personalizados, también en la vejez”, destaca Queiruga. “Las personas con discapacidad tenemos derecho a envejecer con dignidad y sin vernos obligadas a renunciar al rol familiar ni a nuestra autonomía”, remarca.

Exclusión severa de muchas personas mayores con discapacidad

“Las pensiones bajas, los hogares inaccesibles, la falta de apoyo para las tareas del día a día y la ausencia de medidas específicas en salud, vivienda o servicios sociales provocan situaciones de exclusión severa en muchas personas con discapacidad”, denuncia Queiruga, que hace hincapié en que las personas mayores con discapacidad tienen derecho a seguir tomando decisiones, participar en la comunidad y contar con los apoyos necesarios para hacerlo”.

En este sentido, COCEMFE destaca algunas de las medidas recogidas en el ‘Estudio de investigación sobre la situación de las personas con discapacidad desde la perspectiva del envejecimiento’ dirigidas a promover un envejecimiento inclusivo y activo, como:

  • Incorporar la discapacidad de forma transversal en todas las políticas de envejecimiento
  • garantizar servicios de asistencia personal adaptados a personas mayores con discapacidad
  • aumentar la accesibilidad en las viviendas y el entorno urbano, especialmente en zonas rurales
  • mejorar el acceso a tecnologías de apoyo, salud, transporte y recursos comunitarios
  • promover programas de envejecimiento activo, formación digital y actividades culturales accesibles

Asimismo, COCEMFE defiende que es necesario impulsar políticas públicas que garanticen recursos para acciones de prevención que anticipen y reduzcan las situaciones de dependencia asociadas al envejecimiento, especialmente en personas con discapacidad.

Esto implica actuar de forma temprana para evitar el deterioro de la salud, la pérdida de autonomía o la intensificación de las discapacidades ya existentes, mediante medidas específicas como la promoción de entornos accesibles, el apoyo en la vida independiente y la autonomía personal, el fomento de la actividad física y la atención sanitaria ajustada a las necesidades en un entorno sociosanitario que asegure una atención coordinada y de calidad”-