Más de 270 residencias en España han eliminado ya las sujeciones físicas y farmacológicas a las personas con demencia, tal y como afirma Antonio Burgueño, director técnico del programa ‘Desatar’ de CEOMA, una iniciativa nació con el objetivo de poner fin a estas medidas de seguridad física pasiva para dotar de mayor autonomía a las personas.

Los expertos coinciden en que la aplicación de sujeciones, ya sean físicas o farmacológicas, tiene numerosas consecuencias en la persona con demencia. En este sentido, el director técnico de ‘Desatar’ apunta que más de 30 efectos secundarios negativos, como la aparición de úlceras por presión, la pérdida de equilibrio, la sarcopenia, la pérdida de masa muscular o de energía, además del impacto psicológico”.

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El programa ‘Desatar’ nació con el objetivo de poner fin a las medidas de seguridad física pasiva y dotar de mayor autonomía a las personas con demenia

Para evitar caídas, muchos centros aplican todavía sujeciones, un hecho que, según el coordinador del programa, Vicente Pérez, responde “a una actitud muy sobreprotectora” con estas personas. Según el especialista, “hay diferencias culturales, ya que aquí se intenta evitar como sea que se caigan y en otros países de aplica un factor riesgo positivo y se trabaja en otras medidas”.

A pesar de que todavía “hace falta más concienciación”, Pérez destaca que, a raíz de la instrucción de la fiscalía general del Estado de 2022, que instaba a las residencias a eliminar las sujeciones, se ha acelerado el proceso de acabar con estas medidas y cada vez son más los centros que optan por otro tipo de cuidados.

El coordinador de ‘Desatar’ recalca que se trata de un proceso largo porque “quitar sujeciones es fácil, pero hacerlo sin tomar otras medidas es una temeridad”. Por ello, considera que “previamente tiene que haber un cambio de mentalidad, mirar con otros ojos a las personas, y dejar de trabajar de una forma para hacerlo de otra”.

Para que el proceso sea exitoso, desde el programa Desatar se acompaña a los centros que lo deseen a “hacer más fácil el camino y más eficiente”. “Les pedimos mucha información del centro, del sistema organizativo, de las personas que viven allí… y preparamos formación e intervención adaptada a cada residencia”, explica. Pérez, quien destaca que Extremadura es la primera Comunidad Autónoma que ha eliminado todas las sujeciones en sus centros.

Una vez que las residencias eliminan estas medidas de seguridad, pueden ir más allá y recibir una certificación que las acredite como centros amigables con las personas mayores con demencia, otro proyecto impulsado por CEOMA con el objetivo de ofrecer la mejor atención a los usuarios y promover su bienestar.

El responsable de esta iniciativa, Antonio Burgueño, indica que, para obtener la certificación, los centros deben haber eliminado ya las sujeciones y cumplir “un total de 65 estándares más, que hacen referencia a la organización, a espacios compartidos, al trato que se da a los usuarios, a las condiciones del centro o al entorno”. En la actualidad, un total de 10 residencias disponen de esta certificación y una veintena más están en proceso de cumplir estos estándares.